titojose54
23/11/2014, 21:05
[Only registered and activated users can see links]
En un mundo donde parece confundirse el esfuerzo con el capricho con demasiada facilidad, resulta evidente la falta de valores ejemplificados en algunos mediáticos espejos para las nuevas generaciones. Dinero fácil sin capacidad de sacrificio bien pudiera ser el «eslogan» que nos lleve al estrato ideal de aspiración. Anuncios, flashes, fama y desenfreno, sustentados en una percepción cada vez más creciente de estar por encima de la ley, ha mermado la disposición a afrontar de frente los obstáculos que la vida, tan perra y tan bonita, te coloca.
Ahora que se alude con tanta frecuencia al discurso revolucionario, fácil y resultón, conviene recordar que anteponer los derechos a los deberes no es el mejor ejemplo para lograr cambiar las cosas. Y discúlpenme si esta entradilla se puede extrapolar a la dura realidad actual que la sociedad soporta, cuando lo único que pretendo es resaltar la figura de un tipo que ha peleado contra viento y marea para ser una de las piezas claves del histórico equipo que hoy comanda Simeone.
No fue un fichaje mediático, aunque costó lo suyo, ni tuvo puesta una alfombra roja a su llegada. Es más, tuvo que salir cedido a su club de origen tras soportar la implacable sinfonía de viento que un estadio apasionado como el Calderón te puede llegar a brindar. Pocos se acuerdan de su primera temporada y lo difícil de acoplarse a una posición que no era la suya. El pobre rendimiento de Costinha le obligó a asumir un papel de ‘todocampista’, llegando desde segunda línea al ataque, pero también cubriendo las espaldas de un Maniche demasiado anárquico en tareas defensivas.
[Only registered and activated users can see links]
Su corta experiencia en la élite no fue un problema para demostrar que alguien de la talla de Raúl García no se arruga con facilidad ante las adversidades. La posterior llegada de Tiago le acabó cerrando las puertas de un once, en el que apenas ningún técnico había probado a situarlo en la demarcación donde mejor se desenvuelve. Un año en Tajonar, otra vez. Un paso atrás, que a diferencia de otros, el navarro convirtió en un trampolín con el que coger el impulso necesario para regresar y ganarse el respeto de todos.
De vuelta por la ribera del Manzanares no ha tenido un camino fácil. Primero desde el banquillo, convenciendo a un técnico que no lo vio ni en su primer entrenamiento, ni durante los siguientes seis meses. Lo que para muchos el verano de 2013 fue un punto de inflexión en su carrera, para Raúl García no ha sido más que la propia continuidad de su trabajo. Derribar la puerta a golpes, convencido de que su regreso al Atlético De Madrid no era solo una escala más en su viaje por el planeta fútbol.
«He crecido a base de palos y se lo que cuesta llegar hasta aquí», señala el hoy titular con la selección española. Pasado el encuentro frente al imponente combinado alemán, volverá a ser el primero en defender el escudo de su club. No importa el dónde ni el cuándo, ni siquiera el cómo o el por qué. Entrega y valor, la gloria se consigue luchando. Y eso, Raúl García, lo lleva grabado a fuego.
Fuente: Aitor Santos Moya.
En un mundo donde parece confundirse el esfuerzo con el capricho con demasiada facilidad, resulta evidente la falta de valores ejemplificados en algunos mediáticos espejos para las nuevas generaciones. Dinero fácil sin capacidad de sacrificio bien pudiera ser el «eslogan» que nos lleve al estrato ideal de aspiración. Anuncios, flashes, fama y desenfreno, sustentados en una percepción cada vez más creciente de estar por encima de la ley, ha mermado la disposición a afrontar de frente los obstáculos que la vida, tan perra y tan bonita, te coloca.
Ahora que se alude con tanta frecuencia al discurso revolucionario, fácil y resultón, conviene recordar que anteponer los derechos a los deberes no es el mejor ejemplo para lograr cambiar las cosas. Y discúlpenme si esta entradilla se puede extrapolar a la dura realidad actual que la sociedad soporta, cuando lo único que pretendo es resaltar la figura de un tipo que ha peleado contra viento y marea para ser una de las piezas claves del histórico equipo que hoy comanda Simeone.
No fue un fichaje mediático, aunque costó lo suyo, ni tuvo puesta una alfombra roja a su llegada. Es más, tuvo que salir cedido a su club de origen tras soportar la implacable sinfonía de viento que un estadio apasionado como el Calderón te puede llegar a brindar. Pocos se acuerdan de su primera temporada y lo difícil de acoplarse a una posición que no era la suya. El pobre rendimiento de Costinha le obligó a asumir un papel de ‘todocampista’, llegando desde segunda línea al ataque, pero también cubriendo las espaldas de un Maniche demasiado anárquico en tareas defensivas.
[Only registered and activated users can see links]
Su corta experiencia en la élite no fue un problema para demostrar que alguien de la talla de Raúl García no se arruga con facilidad ante las adversidades. La posterior llegada de Tiago le acabó cerrando las puertas de un once, en el que apenas ningún técnico había probado a situarlo en la demarcación donde mejor se desenvuelve. Un año en Tajonar, otra vez. Un paso atrás, que a diferencia de otros, el navarro convirtió en un trampolín con el que coger el impulso necesario para regresar y ganarse el respeto de todos.
De vuelta por la ribera del Manzanares no ha tenido un camino fácil. Primero desde el banquillo, convenciendo a un técnico que no lo vio ni en su primer entrenamiento, ni durante los siguientes seis meses. Lo que para muchos el verano de 2013 fue un punto de inflexión en su carrera, para Raúl García no ha sido más que la propia continuidad de su trabajo. Derribar la puerta a golpes, convencido de que su regreso al Atlético De Madrid no era solo una escala más en su viaje por el planeta fútbol.
«He crecido a base de palos y se lo que cuesta llegar hasta aquí», señala el hoy titular con la selección española. Pasado el encuentro frente al imponente combinado alemán, volverá a ser el primero en defender el escudo de su club. No importa el dónde ni el cuándo, ni siquiera el cómo o el por qué. Entrega y valor, la gloria se consigue luchando. Y eso, Raúl García, lo lleva grabado a fuego.
Fuente: Aitor Santos Moya.