tino_1970
27/10/2014, 11:47
En la vertiente victimista de su discurso, el Cholo siempre ha querido constatar el plomizo espectáculo en el que se había convertido la Primera División española. El pasado curso, coincidiendo con el primer tropiezo liguero ante el Espanyol en Cornellá, el técnico del Atlético de Madrid fue cristalino. "Yo soy de los que dicen que esta Liga es aburrida, es una realidad. El Madrid y el Barcelona están cerca y nosotros peleando ahí partido a partido en nuestra Liga". Un mes después, después de superar al Getafe en el Calderón por un contundente 7-0, siguió repitiendo uno de sus mantras predilectos. "Sigo convencido de que la Liga es aburrida. Hay pocas posibilidades para todos los equipos que no sean Madrid o Barcelona. El trabajo de los jugadores sigue siendo enorme y veremos más adelante". El resto es historia. El 17 de mayo, un agónico empate en el Camp Nou (1-1), daba a la parroquia colchonera su primer título de liga en los últimos 18 años tras el célebre año del doblete (1996).
Sin embargo, el triunfo no calmó su postura. Además del sempiterno mantra del partido a partido, el técnico argentino se instaló en una teoría monetarista según la cual, en base a sus despampanantes presupuestos, sólo Real Madrid y Barcelona tenían posibilidades reales de acabar alzando el título liguero. Algo que relegaba al Atlético a luchar por la tercera plaza junto al pelotón de la clase media. "Nuestros rivales son el Sevilla, el Valencia, el Athletic de Bilbao... y nuestro objetivo es alcanzar el tercer puesto en la Liga", comentaba el técnico en una entrevista con La Gazzetta dello Sport. Una opinión legítima y muy respetable, pero que no se corresponde con los resultados que se han venido produciendo en estos primeros compases de temporada.
Así las cosas, tras la disputa de las primera nueve jornadas, los cinco equipos más grandes de nuestro fútbol, al menos a nivel de títulos y de presupuesto, copan las cinco primeras posiciones de forma apretujada: Barcelona (22), Sevilla (22), Real Madrid (21), Valencia (20) y Atlético de Madrid (20). Son cinco equipos en dos puntos que casi han calcado sus trayectorias en los dos primeros meses de competición. Culés y sevillistas cuentan con 7 victorias, un empate y una derrota; los madridistas acumulan 7 victorias y dos derrotas; por último, valencianistas y rojiblancos suman 6 victorias, dos empates y una derrota. El año pasado a estas alturas, el Barcelona era líder con 25 puntos, seguido de Atlético de Madrid (24) y Real Madrid (22). Por detrás, alejados, aparecían Villarreal (17) y Getafe (16). Hace dos, en la campaña 2012/2013, el dibujo no variaba demasiado: Barcelona (25), Atlético (24), Málaga (18), Real Madrid (17) y Betis (16).
[Only registered and activated users can see links]
“Creo que hasta la expulsión, el partido estaba bien llevado y en los últimos 30 minutos la valentía del Getafe y la rebeldía por sacar al menos un empate los llevó a jugar un partido muy bueno. Nosotros retrocedimos, sufrimos al final y creo que lo que cuenta es haber ganado los tres partidos de la semana”. En esos términos se expresaba Simeone a la conclusión del partido en Getafe. En el Coliseum Alfonso Pérez, los rojiblancos tiraron de oficio para sacar adelante un encuentro que se hacía bola por momentos. Frente a diez jugadores tras la expulsión de Alexis, los del Cholo vacilaron y a punto estuvieron de llevarse un buen disgusto. Un disgusto que hubiera impedido seguir la estela de sus principales adversarios: Real Madrid y Barcelona.
"No cambio la impresión. Creo que normalmente, en las Ligas anteriores, hasta la primera vuelta siempre estamos luchando tres o cuatro equipos. El tema es después de febrero. Ahora son sólo puntos", reafirmaba el entrenador colchonero al ser preguntado por la igualdad existente hasta la fecha en los primeros puestos de la clasificación. El torneo de la regularidad premia la constancia, ganar en los campos donde la palabra fallar no figura como una opción. Y eso precisamente es lo que hizo el Atlético de Madrid el pasado domingo.
Por su parte, el Valencia recupera la ilusión a golpe de la inyección de liquidez que ha supuesto la llegada a la capital del Turia del magnate singapurense Peter Lim. El cuadro che atraviesa un momento dulce que queda refrendado con goles y fútbol. Anclado en la medianía, Nuno ha conseguido dotar a sus jugadores de un compromiso como no se recordaba en Mestalla en los últimos cursos. El caso del Sevilla es similar. Con su remontada ante el Villarreal, los de Emery se aferran a la pugna con los mejores. Club exportador, acostumbrado a ver marchar a jugadores fichados a precio de saldo que en cuestión de dos o tres años deciden hacer la maleta para seguir prosperando, su plantilla es una mezcla de retales de equipos grandes con jugadores que prometen hacerse grandes en Nervión. Una buena noticia para los aficionados, ansiosos por ver emoción y superar la desigualdad de la que viene hablando Simeone. Al menos de momento, la lucha por el trono sigue más viva que nunca.
El Confidencial
Sin embargo, el triunfo no calmó su postura. Además del sempiterno mantra del partido a partido, el técnico argentino se instaló en una teoría monetarista según la cual, en base a sus despampanantes presupuestos, sólo Real Madrid y Barcelona tenían posibilidades reales de acabar alzando el título liguero. Algo que relegaba al Atlético a luchar por la tercera plaza junto al pelotón de la clase media. "Nuestros rivales son el Sevilla, el Valencia, el Athletic de Bilbao... y nuestro objetivo es alcanzar el tercer puesto en la Liga", comentaba el técnico en una entrevista con La Gazzetta dello Sport. Una opinión legítima y muy respetable, pero que no se corresponde con los resultados que se han venido produciendo en estos primeros compases de temporada.
Así las cosas, tras la disputa de las primera nueve jornadas, los cinco equipos más grandes de nuestro fútbol, al menos a nivel de títulos y de presupuesto, copan las cinco primeras posiciones de forma apretujada: Barcelona (22), Sevilla (22), Real Madrid (21), Valencia (20) y Atlético de Madrid (20). Son cinco equipos en dos puntos que casi han calcado sus trayectorias en los dos primeros meses de competición. Culés y sevillistas cuentan con 7 victorias, un empate y una derrota; los madridistas acumulan 7 victorias y dos derrotas; por último, valencianistas y rojiblancos suman 6 victorias, dos empates y una derrota. El año pasado a estas alturas, el Barcelona era líder con 25 puntos, seguido de Atlético de Madrid (24) y Real Madrid (22). Por detrás, alejados, aparecían Villarreal (17) y Getafe (16). Hace dos, en la campaña 2012/2013, el dibujo no variaba demasiado: Barcelona (25), Atlético (24), Málaga (18), Real Madrid (17) y Betis (16).
[Only registered and activated users can see links]
“Creo que hasta la expulsión, el partido estaba bien llevado y en los últimos 30 minutos la valentía del Getafe y la rebeldía por sacar al menos un empate los llevó a jugar un partido muy bueno. Nosotros retrocedimos, sufrimos al final y creo que lo que cuenta es haber ganado los tres partidos de la semana”. En esos términos se expresaba Simeone a la conclusión del partido en Getafe. En el Coliseum Alfonso Pérez, los rojiblancos tiraron de oficio para sacar adelante un encuentro que se hacía bola por momentos. Frente a diez jugadores tras la expulsión de Alexis, los del Cholo vacilaron y a punto estuvieron de llevarse un buen disgusto. Un disgusto que hubiera impedido seguir la estela de sus principales adversarios: Real Madrid y Barcelona.
"No cambio la impresión. Creo que normalmente, en las Ligas anteriores, hasta la primera vuelta siempre estamos luchando tres o cuatro equipos. El tema es después de febrero. Ahora son sólo puntos", reafirmaba el entrenador colchonero al ser preguntado por la igualdad existente hasta la fecha en los primeros puestos de la clasificación. El torneo de la regularidad premia la constancia, ganar en los campos donde la palabra fallar no figura como una opción. Y eso precisamente es lo que hizo el Atlético de Madrid el pasado domingo.
Por su parte, el Valencia recupera la ilusión a golpe de la inyección de liquidez que ha supuesto la llegada a la capital del Turia del magnate singapurense Peter Lim. El cuadro che atraviesa un momento dulce que queda refrendado con goles y fútbol. Anclado en la medianía, Nuno ha conseguido dotar a sus jugadores de un compromiso como no se recordaba en Mestalla en los últimos cursos. El caso del Sevilla es similar. Con su remontada ante el Villarreal, los de Emery se aferran a la pugna con los mejores. Club exportador, acostumbrado a ver marchar a jugadores fichados a precio de saldo que en cuestión de dos o tres años deciden hacer la maleta para seguir prosperando, su plantilla es una mezcla de retales de equipos grandes con jugadores que prometen hacerse grandes en Nervión. Una buena noticia para los aficionados, ansiosos por ver emoción y superar la desigualdad de la que viene hablando Simeone. Al menos de momento, la lucha por el trono sigue más viva que nunca.
El Confidencial