titojose54
09/10/2014, 13:59
El conjunto de Simeone ha fallado cinco de sus últimos once penaltis en el campeonato doméstico.
Un Atléti Intenso no violento.
Cualquiera que haya seguido la progresión desde que Simeone cogiera las riendas del equipo en diciembre de 2011, habrá comprobado que pocas son las grietas de un equipo que muestra una solvencia asombrosa como bloque y explota las debilidades del rival como nadie. Si enfrentarse al Barcelona resulta tan desagradable como acudir al dentista (Caparrós), hacerlo ante el Atlético De Madrid sería algo así como tener dolor de muelas e intentar convencerte de que conoces el remedio para eludir la tan temida visita. Error. Tarde o temprano, la aflicción que provocan los mecanismos automatizados del cuadro colchonero suele desembocar en una costosa factura dental.
Por ahí el Atlético De Madrid ganó el año pasado la Liga y por ahí seguiría hoy en día su camino de no ser por algo tan simple como el punto fatídico de los once metros. Un aspecto del juego que tiene anestesiado a un equipo que ya ha fallado cinco de sus últimos once penaltis en el campeonato doméstico. Entre ambos datos, se divisan cuatro lanzadores distintos en un recorrido que abarca la pasada y la actual temporada.
Desde que Diego Costa fallara hace justo un año frente al Celta, la sucesión de aciertos/errores ha sido una constante en el seno de los especialistas elegidos para acometer las penas máximas. A los tres fallos del hispano-brasileño, hoy jugador del Chelsea, y el de David Villa allá por el mes de abril, se suma ahora el de Guilherme Siqueira, cuyo flojo disparo terminó por sepultar las opciones de remontada el pasado fin de semana en Mestalla. Raúl García completa el póquer con un solo penalti lanzado y transformado.
Como ya habrán comprobado en esa terna no está el croata Mandzukic, quien a pesar de ser el encargado de patear en Valencia, tuvo que ver desde la barrera como el lateral brasileño mandaba el cuero mansamente a las manos de Diego Alves. Una acción que no encaja con el perfil de un equipo donde cada jugador asume su rol siempre en beneficio del conjunto. No es cuestión de crucificar tal hecho, pero sí de reflexionar en pro de una jerarquía que suele funcionar mejor cuando se respeta.
Fuente: Aitor Santos Moya.
Pero de esto los periodistas de este pais no dicen ni mú, ¿por que será?.
Si fuera otro equipo que yo me se el que tuviera estas estadisticas teniamos justificaciones hasta en la sopa.
[Only registered and activated users can see links]
Diego Alves le dice algo a Guilherme Siqueira.
Un Atléti Intenso no violento.
Cualquiera que haya seguido la progresión desde que Simeone cogiera las riendas del equipo en diciembre de 2011, habrá comprobado que pocas son las grietas de un equipo que muestra una solvencia asombrosa como bloque y explota las debilidades del rival como nadie. Si enfrentarse al Barcelona resulta tan desagradable como acudir al dentista (Caparrós), hacerlo ante el Atlético De Madrid sería algo así como tener dolor de muelas e intentar convencerte de que conoces el remedio para eludir la tan temida visita. Error. Tarde o temprano, la aflicción que provocan los mecanismos automatizados del cuadro colchonero suele desembocar en una costosa factura dental.
Por ahí el Atlético De Madrid ganó el año pasado la Liga y por ahí seguiría hoy en día su camino de no ser por algo tan simple como el punto fatídico de los once metros. Un aspecto del juego que tiene anestesiado a un equipo que ya ha fallado cinco de sus últimos once penaltis en el campeonato doméstico. Entre ambos datos, se divisan cuatro lanzadores distintos en un recorrido que abarca la pasada y la actual temporada.
Desde que Diego Costa fallara hace justo un año frente al Celta, la sucesión de aciertos/errores ha sido una constante en el seno de los especialistas elegidos para acometer las penas máximas. A los tres fallos del hispano-brasileño, hoy jugador del Chelsea, y el de David Villa allá por el mes de abril, se suma ahora el de Guilherme Siqueira, cuyo flojo disparo terminó por sepultar las opciones de remontada el pasado fin de semana en Mestalla. Raúl García completa el póquer con un solo penalti lanzado y transformado.
Como ya habrán comprobado en esa terna no está el croata Mandzukic, quien a pesar de ser el encargado de patear en Valencia, tuvo que ver desde la barrera como el lateral brasileño mandaba el cuero mansamente a las manos de Diego Alves. Una acción que no encaja con el perfil de un equipo donde cada jugador asume su rol siempre en beneficio del conjunto. No es cuestión de crucificar tal hecho, pero sí de reflexionar en pro de una jerarquía que suele funcionar mejor cuando se respeta.
Fuente: Aitor Santos Moya.
Pero de esto los periodistas de este pais no dicen ni mú, ¿por que será?.
Si fuera otro equipo que yo me se el que tuviera estas estadisticas teniamos justificaciones hasta en la sopa.
[Only registered and activated users can see links]
Diego Alves le dice algo a Guilherme Siqueira.