PDA

Ver versión completa : El Barça de Messi,como el Peñarol de Rocha.



Quagmire
12/01/2009, 09:01
El maestro Eduardo Galeano, en su “Fútbol a sol y sombra“, relata con pasión el estilo inconfundible del Peñarol en los años sesenta. Los de Montevideo habían ganado dos veces la Copa del Mundo de Clubes y habían sido tres veces Campeones de América, y eran una auténtica máquina de jugar a fútbol de un modo tan preciso, delicado y combinativo, que los rivales acababan aplaudiendo su enorme calidad con la pelota. Eran tiempos de Mazukiewicz, de Spencer, Joya o Sassía, y sobre todo, de Pedro Rocha, el líder de Peñarol. Tal era el encanto de Peñarol, su relación con la pelota, su dominio del esférico, su impresionante posesión del balón, que Rocha solía comenzar los partidos dirigiéndose a los rivales en el centro del campo.- ¿ Trajeron otra pelota para jugar? - preguntaba Rocha- Es que esta….es sólo nuestra.

Esta noche, en mitad de una espesa niebla, en un campo hostil y ante un equipo corajudo que ha explorado sus límites, el Barcelona ha recordado a aquel Peñarol de Montevideo que hacía las delicias de grandes y pequeños. En el Reyno de Navarra sólo hubo una pelota. Fue, siempre, del Barcelona. Cuando no la tuvo, encajó dos goles y estuvo a un suspiro de ceder ante un Osasuna fiel a su casta histórica y al discurso racial de su entrenador, Camacho. Restaban quince para el final, al Barcelona le habían cambiado las preguntas cuando ya tenía todas las respuestas, y la segunda derrota de la temporada sobrevolaba la cabeza de Guardiola.
Fue entonces cuando el Peñarol de Montevideo de Rocha, es decir, el Barcelona de Xavi, recuperó la pelota. Orquestó una sinfonía coral, tocó por izquierda, por derecha y por el centro, y empató el partido con un fútbol puro caviar. Con la pelota como razón de ser, el Barcelona recurrió a su toque versátil, su ballet del centro del campo, su precisión de cirujano en la apertura, su un contra uno infernal en banda. Osasuna había explorado en lo más hondo de los límites del Barcelona, le había exigido como nadie, y la respuesta del Barcelona había sido la de un campeón. Con la pelota y con el corazón.
De postre, el mejor jugador de fútbol del mundo, Lionel Messi, estampó su firma con un misil que disipó la niebla y cualquier vestigio de duda sobre el equipo que más y mejor juega a fútbol en Europa, el Barcelona. Entre otras cosas porque la pelota, sabia, siempre premia a su dueño. Y la caprichosa redonda, la esférica, pertenece al Barcelona. Su amo y señor. Esta noche, la pelota acudió al rescate del Barcelona. Obediente.


[por R.Uría]