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Ver versión completa : Una de las historias más triste de los mundiales: Hoy se cumplen 20 años del asesinato de Andrés Escobar



Palmatoria
03/07/2014, 02:14
A 20 años de la muerte de Andrés Escobar

La Selección Colombiana vive hoy uno de los mejores momentos en su historia. El equipo dirigido por José Pekerman se ha clasificado a los cuartos de final de la Copa del Mundo con una base de jugadores que militan en las principales ligas del viejo continente.

Pero esto no siempre ha sido así, el futbol colombiano ha pasado por una metamorfosis en las últimas décadas la cual tuvo como primera gran generación aquella que logró clasificar al Mundial de 1990.

4 años después Colombia no fallaría a la justa Mundialista, en donde sin saberlo, formaría parte de una de las historias más tristes en este deporte.

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Era uno de los pioneros en el crecimiento del futbol colombiano| GETTY

Era el 22 de junio de 1994, la Copa del Mundo se celebraba en Estados Unidos y la selección local enfrentaba a su similar de Colombia en la segunda jornada del grupo A.

Colombia había perdido el primer partido ante Rumania, mientras Estados Unidos empató contra Suiza, por lo que el encuentro era vital para que ambos siguieran con aspiraciones de clasificar a la siguiente ronda.

El equipo colombiano había conformado un plantel histórico comandado por Carlos el “Pibe” Valderrama, quien junto a Faustino Asprilla, Óscar Córdoba y Andrés Escobar, entre otros, buscaba pasar a la siguiente fase del Mundial por primera vez en su historia.
Escobar era uno de los grandes ídolos en Colombia, pues fue parte fundamental del Atlético Nacional que quedó campeón de la Copa Libertadores en 1989, y refrendaría el título con la Intercontinental unos meses después.

Al minuto 35 un pletórico Rose Bowl fue testigo de una jugada desafortunada en la que en una barrida el defensa Andrés Escobar introdujo el balón en el arco defendido por Córdoba y puso a los Estados Unidos en ventaja, algo que supieron mantener durante los 90 minutos, que terminaron con la derrota colombiana por 2-1, así como su eliminación del torneo.

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Escobar anotó un autugol en el partido ante Estados Unidos | GETTY

La imagen de Escobar tomándose la cabeza, mirando hacia atrás y levantándose del campo es inolvidable para la afición.
El resultado decepcionó al pueblo colombiano, que en ese entonces vivía un difícil presente sumida en la inseguridad, la violencia y el narcotráfico, y tenía en el futbol una de las pocas maneras de “escapar” a dicha realidad.

Solamente 10 días después del incidente, y con el Mundial todavía en disputa, Andrés Escobar fue asesinado.
El colombiano regresó a su país para pasar las vacaciones con sus familiares y amigos, teniendo pendiente la firma de contrato que le haría fichar por el Milan, que buscaba al heredero del mítico Franco Baresi.

Las versiones sobre su muerte varían desde un crimen pasional hasta un ajuste de cuentas por parte del narcotráfico. Lo cierto es que a las 3 de la mañana del 2 de julio de 1994, Escobar fue baleado en un estacionamiento.

El pueblo colombiano lloró la muerte del ídolo y más de 100 mil personas acudieron a su funeral, perdonando así el penoso incidente del que fue protagonista en el campo de juego tan solo unos días antes, pero que pudo haber sido el principal motivo de su muerte.

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Murales en Colombia recuerdan al jugador | GETTY

Andrés Escobar llegó a las inferiores del Atlético Nacional en 1985 y debutó con el primer equipo en 1986, para jugar por 3 temporadas y posteriormente fichar por Young Boys de Suiza solamente un año, tras el cual volvió al club que lo vio nacer.

Solamente tenía 21 años cuando debutó con la Selección Colombiana, pero desde el primer partido demostró que se trataba de una de las mayores promesas del futbol colombiano.

En 1988 anotó un histórico gol ante Inglaterra en la Rous Cup, y participó en la Copa América 1989.

El defensa jugó los 4 partidos del equipo colombiano en el Mundial de Italia 1990, así como los 3 en Estados Unidos 1994.
El pueblo colombiano todavía lo recuerda, especialmente los aficionados del atlético Nacional quienes a 20 años de su muerte siguen visitando su tumba y vitoreando el nombre del jugador, ícono en aquella Copa Libertadores, la primera en la historia ganada por un equipo colombiano y ante todo pronóstico.

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La afición todavía recuerda a Escobar | GETTY

Hoy se cumplen 20 años de aquel infame día en el que un pistolero le quitó la vida a una persona ejemplar, un hombre de familia, un ídolo en su país y una de las grandes promesas del futbol colombiano.

Escobar es uno de los precursores del crecimiento del futbol de su país, el cual hoy es reflejado con una selección poderosa que se ha clasificado a cuartos de final del Mundial por primera vez en su historia, y que vivirá el 4 de julio en Fortaleza ante Brasil uno de los partidos más importante de la misma, ante Brasil.

Andrés Escobar murió hace 20 años, pero su leyenda está más viva que nunca tanto en la Selección Colombiana, como en toda la afición del equipo cafetero.

Palmatoria
03/07/2014, 02:16
Es muy triste la historia, uno no puede dejar de pensar en todo lo sucio que esconde su muerte. Un simple fallo, un simple error que lo privó de una vivir y quizás hacer más grande la historia del fútbol de Colombia

Ya ni hablar como están involucradas las mafias de los carteles en su muerte.

Jorge Páez
03/07/2014, 04:47
Es muy triste la historia, uno no puede dejar de pensar en todo lo sucio que esconde su muerte. Un simple fallo, un simple error que lo privó de una vivir y quizás hacer más grande la historia del fútbol de Colombia

Ya ni hablar como están involucradas las mafias de los carteles en su muerte.

Y pensar que después del mundial iba fichar con el AC MILAN, querian hacer de Escobar el reemplazo de Baresi, pero asi es Colombia, acá matan hasra por robarte un celular de 20 dolares.

Una lastima como una persona tan joven es asesinada, pero acá es el pan de cada dia, el fútbol Colombiano cada año le rinde un homenaje recordandolo.

bruswillis
03/07/2014, 11:07
El otro día estaba recordandolo.

Xavi Sambora
03/07/2014, 15:13
Eso de que fue por el autogol...ahí por quitarte unas bambas te balean, yo diría que fue simple coincidencia.

Enviado desde mi LT22i mediante Tapatalk

rodrigo363
03/07/2014, 16:15
Como llego el negocio del narcotrafica a intrometerse en el futbol en Colombia... Ahi miles de historias de amenazas a arbitros, arreglos de partidos hasta se dice que Escobar Gabiglia compro la Libertadores que gano el Atl. Nacional....

En Argentina se investiga si los narcos tienen porcentajes de ciertos jugadores por ej Angelito Correa que se va al Atleti....

Jorge Páez
03/07/2014, 16:27
Eso de que fue por el autogol...ahí por quitarte unas bambas te balean, yo diría que fue simple coincidencia.

Enviado desde mi LT22i mediante Tapatalk

No, ojalá fuese asi

Arkath
03/07/2014, 16:50
Es una historia muy triste, que pena que se llegue a ese extremo por el fútbol.

Bronia
03/07/2014, 18:15
Fueron los del cartel de Pablo Escobar no? algo así he escuchado de esa historia... no fue simple casualidad.

pierno
03/07/2014, 18:52
fue escalofriante

aun recuerdo cuando dieron la noticia....me impactó muchisimo el poco valor que dan algunas personas a la vida de los demas....

muy triste

bruswillis
03/07/2014, 19:22
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Jesús Albeiro Yepes, quien fue el fiscal colombiano que tuvo el caso del asesinato del futbolista Andrés Escobar en la ciudad de Medellín, le relató al periodista Juan David Laverde del diario colombiano EL ESPECTADOR todo lo que vivió ese 2 de julio de 1994, el día en que ocurrieron los hechos y que BBC Mundo reproduce cuando se cumplen 20 años del crimen.
Este es su relato:
"Yo iba en un taxi de madrugada cuando me explotó la noticia. Sin preámbulos el locutor sentenció: 'Acaban de matar a Andrés Escobar'. El taxista paró el carro, se llevó las manos a la cabeza, se quedó en silencio por un minuto hasta que pegó un grito: '¡jueputa!'.
Luego me preguntó desconcertado: '¿A dónde es que vamos, señor?'. Le indiqué. Cuando llegamos a mi casa le fui a pagar y no tenía 'devueltas'. Me dijo 'hasta luego' y se fue. La verdad es que ni le pagué la carrera.

Eso fue muy duro, ambos quedamos en estado de choque. Entré a la casa todo ido y a la media hora me llamaron de la Fiscalía para que me presentara. La revolución en Medellín a esa hora de la mañana era absurda. El director de Fiscalías de Medellín (la segunda ciudad de Colombia), Mario Nicolás Cadavid, nos comisionó el caso a Carlos Alberto Rico, Abelardo Duica y a mí.
Fue muy duro porque yo era hincha del Nacional y Andrés era un ídolo. Además de ser un gran jugador en el momento de los criollos dorados del verdolaga, siempre se le conoció como 'El Caballero de las Canchas', tenía un temperamento pacífico y era de esos que hacía faltas fuertes y se devolvía a presentar excusas. ¡Cómo olvidar su gol en Wembley! Lo de Andrés tiene todos los rasgos de una tragedia griega. Era querido por todo el país. Y en la selección, único. Terrible todo.
A Andrés lo mataron como a las 4 de la mañana en el parqueadero El Indio, en la vía Las Palmas, en Medellín. Y cinco horas después ya sabíamos que los asesinos se movilizaban en dos camionetas, ya habíamos entrevistado a la gente de la discoteca en la que estaban y reconstruido los detalles del matoneo que sufrió. La gente empezó a llamar enloquecida dando información.
clicLea: El legado de Andrés Escobar ([Only registered and activated users can see links])
El Mundial aún no había acabado y esa muerte provocó una indignación internacional. Hasta un minuto de silencio hubo en algún juego.
No habían pasado ni 10 días desde su autogol en el juego con Estados Unidos y su muerte multiplicó la vergüenza de Colombia en una época en la que Medellín era sinónimo de sicarios en moto, poderes criminales y narcotráfico.
Andrés estaba esa noche con Juan Jairo Galeano y dos amigas en la discoteca. Desde la mesa de Pedro y Santiago Gallón, quienes estaban con un grupo de amigos, le empezaron a gritar 'Autogol, Andrés, autogol'. Lo provocaron una y otra vez.
Él pidió respeto y se alejó. Luego le gritaron 'Leo, pantaloncillos Leo' (por un comercial en el que había participado). Andrés estuvo incómodo toda la noche.

Cuando salió del lugar, ya en su carro, se dio cuenta de que los que lo molestaron estaban en el parqueadero El Indio e ingresó allí. Volvió a pedirles respeto. Ahí discutió con Pedro Gallón y luego llegó Santiago, el mayor, y lo recriminó.
Después le dijo: 'Usted no sabe con quién se está metiendo'. En esas el chofer de los Gallón, Humberto Muñoz, escuchó esa frase, se bajó del carro apurado y mientras Santiago le repetía a Andrés esa frase: 'usted no sabe con quién se está metiendo', como para demostrar que Andrés realmente no sabía con quién se estaba metiendo, se arrimó a su carro y le descargó el revólver en la cabeza.
Seis tiros.

En 24 horas

Andrés no llegó a provocar una pelea, tanto que no se bajó nunca de su carro, sólo bajó la ventana del vehículo y reclamó respeto. Pero vinieron los insultos, la frase aquella y su muerte.
Quizás Andrés pudo haber sido imprudente, su carro estaba en otro lugar y él ingresó al parqueadero El Indio para decirles que no lo molestaran. Claro, no sabía a quiénes les exigía una gota de respeto. Su amiga lo trasladó a una clínica, pero falleció en el camino.
Los Gallón se fueron de inmediato en sus camionetas. A las 9 de la mañana nos informan que una persona había denunciando el robo de una camioneta en el sector de Buenos Aires. La camioneta correspondía con la descripción de uno de los carros de los asesinos.
El denunciante era Humberto Muñoz, el mismo que le había descargado seis balas a Andrés apenas unas horas antes. Él decía que lo habían asaltado, le habían hecho tiros y lo habían amarrado. Incluso mostró sus muñecas magulladas por una cuerda.
Pronto confirmamos sus mentiras y descubrimos que esa era la camioneta y ese el asesino. Muñoz creó una historia ficticia a instancia de los hermanos Gallón.

Los organismos de inteligencia nos dieron abundante información sobre los Gallón y sus actividades. A las 2 de la tarde ya sabíamos quién era el asesino, que los Gallón estaban involucrados y el rastro del arma homicida.
Tres horas después ya habíamos dado las órdenes de allanamiento y hacia las 11 de la noche ya teníamos las camionetas, el revólver, todo. Incluso los Gallón se habían comunicado con el fin de que se les dieran garantías para entregarse. Al amanecer del día siguiente ya estaban en la Fiscalía.
En 24 horas se supo todo, se resolvió todo y se capturaron las personas. Muñoz confesó ese día el crimen, pero dijo que no sabía que se trataba del jugador Andrés Escobar. Siempre alegó que estaba medio dormido en la camioneta cuando escuchó a su jefe, se bajó del carro y asesinó a Andrés como por inercia.
Ese día aprendí el poder de un Estado: si tiene voluntad y decisión es posible descubrir hasta el más planeado de los crímenes. El poder del Estado es infinito. Para resolver este caso hubo un despliegue de poder pocas veces visto en Colombia, quizás en dos o tres crímenes. Entendí entonces que el Estado lo puede todo, lo que pasa es que no le da la gana o la negligencia es total.

Sin remordimientos

Yo recuerdo que Muñoz estuvo varias horas en silencio, evadiendo nuestras preguntas hasta que se soltó y dijo que la coartada buscaba encubrirlo todo. Entonces el ambiente en Medellín estaba muy tenso. La gente buscaba lincharlo. Incluso ofrecían dinero para que fuera enviado a la cárcel de Bellavista en Medellín. Era una locura.
Dispusimos su traslado a la (cárcel) Modelo en Bogotá. Yo vine a indagarlo dos días después. Él insistió en que lo mató, pero que nunca supo a quién estaba matando. Respecto al hecho mismo de que había asesinado a un ser humano no parecía sentir molestia o angustia.
En la indagatoria le pregunté si sus patronos le habían dado la orden de disparar, y él contesto expresamente: 'Todavía no me habían dado la orden'. A ese hombre nunca lo vi llorar ni mostrar arrepentimiento alguno. Era frío, como fría fue su forma de encubrir el crimen. Esa mañana se cortó el bigote y se hizo tallar las manos para fingir el asalto.

Apenas terminó la indagatoria regresé a Medellín y dictamos medida de aseguramiento en contra de él y de los hermanos Gallón por homicidio. Pronto nos dimos cuenta de que los Gallón tenían mucha relación con autoridades.
El poder de los Gallón

Uno percibía que acudían a muchos intermediarios entre las estructuras de poder para que no los persiguiéramos. Y hubo algo particular: varios de los narcotraficantes de los '12 del patíbulo', cuyos crímenes fueron perdonados en 1993 por su colaboración contra el cartel de Medellín de Pablo Escobar, terminaron declarando en la Fiscalía en favor de los Gallón.
Recuerdo que la mayoría de ellos pasaron por la oficina para dar sus versiones. O sea, los Gallón no solamente tenían dinero, sino poder y amigos en el Estado.
Además me parece que la justicia les dio un trato muy indulgente porque terminaron siendo procesados por encubrimiento, pero no se les investigó ni como cómplices ni como determinadores del homicidio. Un fiscal de segunda instancia revocó la decisión que se había tomado de procesarlos por asesinato y por eso estuvieron muy poco en la cárcel.
Nuestra teoría era que los Gallón implícitamente le habían dado una orden a Muñoz, porque ellos lo que evidenciaron con el crimen de Andrés Escobar fue una estructura de poder y, obviamente, no se trataba de un poder pacífico, sino criminal.

Lo que se decía en nuestra providencia era que cuando un hombre con ese poder dice delante del conductor de manera repetida y desafiante 'usted, hijueputa, no sabe con quién se está metiendo', es porque él mismo considera que representa un poder intimidante, un poder incluso capaz de la eliminación física.
Y lo que hizo Muñoz respondía a una estructura de poder que esperaba de él decisiones, acciones.
Sin embargo, un fiscal superior no aceptó esa tesis. Los Gallón presentaron el tema como un error del conductor bajo el argumento de que estaba medio dormido y que cuando se despertó consideró que estaban en peligro y por eso actuó en su defensa.
Esa teoría pendeja tuvo eco en la segunda instancia. Lo que pasa es que en 1994 el nivel de jurisprudencia sobre estructuras delictivas de poder no tenía el desarrollo de hoy, en donde, por ejemplo, ya se habla de la determinación moral implícita.
Sobre los '12 del patíbulo' jamás entendí a qué horas terminaron declarando en el proceso. En el fondo creo que más que servirles, lo que hicieron fue llenar el expediente de papeles.

Acuérdese que en esa época se habló mucho del tema de las apuestas y se creó la idea de que la muerte de Andrés estaba relacionada con eso. Pero eso nunca tuvo respaldo. Ellos finalmente lo que sirvieron fue a la causa de los hermanos Gallón.
Condena irrisoria

El conductor Muñoz fue condenado a 43 años de cárcel, pero no pagó ni 12. Desde 2005 está libre. Los Gallón fueron sentenciados por encubrimiento.
Años después otro de sus hermanos fue extraditado a Estados Unidos y en 2010 Santiago fue condenado por financiar al paramilitarismo.
¿Usted por qué cree que llegamos tan rápido a los Gallón en 1994? Desde esa época había mucha información de inteligencia sobre ellos que los asociaba con actividades del narcotráfico. Vale decir que jamás fui amenazado en esta investigación.
¿Que cómo me afectó a mí el crimen de Andrés Escobar? Mire, a mí me mataron un hermano, y yo entendí que a él lo habían matado por esas cosas absurdas por las que en Colombia matan a la gente: una pelea que las autoridades no resolvieron a tiempo y eso desencadenó una serie de problemas que terminaron en un homicidio absurdo.

En Colombia las tragedias humanas están en gran parte relacionadas con unas actitudes de negligencia eterna y absoluta de las autoridades. Es horrible la cantidad de muertos que este país ha puesto por esa manera tan negligente y displicente con que suelen asumir las autoridades los procesos judiciales.
En mis tiempos como fiscal entendí que el Estado tiene todo el poder del mundo, que si quiere resolver un crimen lo puede hacer en 24 horas si le da la gana, como pasó con el de Andrés Escobar. Pero al final lo que uno retrata es una negligencia infinita. Desde los escritorios no se investiga nada.
Le digo más: Colombia todavía no ha superado la muerte de Andrés. La respuesta simple y plana es que lo mató el señor Muñoz Castro. Pero eso no responde el problema.
El problema es por qué un hombre como Muñoz Castro mata de esa manera, y la respuesta no puede ser sino una sola: porque somos una sociedad habituada a la cultura de la mafia.
Colombia todavía vive el oscurantismo de esa anticultura que sigue disponiendo de la vida humana de la misma manera, con la misma frialdad, con la misma indiferencia y con ese silencio oficial.
Las causas de esta muerte están vivas aún. ¡Esto no ha cambiado! Es que aquí se bajan de un carro y le van disparando a alguien como si fuera cualquier animal. Aquí la vida no vale nada".

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Plegue
03/07/2014, 19:49
no conocia la historia... que fuerte.

Carlos
03/07/2014, 19:57
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Jesús Albeiro Yepes, quien fue el fiscal colombiano que tuvo el caso del asesinato del futbolista Andrés Escobar en la ciudad de Medellín, le relató al periodista Juan David Laverde del diario colombiano EL ESPECTADOR todo lo que vivió ese 2 de julio de 1994, el día en que ocurrieron los hechos y que BBC Mundo reproduce cuando se cumplen 20 años del crimen.
Este es su relato:
"Yo iba en un taxi de madrugada cuando me explotó la noticia. Sin preámbulos el locutor sentenció: 'Acaban de matar a Andrés Escobar'. El taxista paró el carro, se llevó las manos a la cabeza, se quedó en silencio por un minuto hasta que pegó un grito: '¡jueputa!'.
Luego me preguntó desconcertado: '¿A dónde es que vamos, señor?'. Le indiqué. Cuando llegamos a mi casa le fui a pagar y no tenía 'devueltas'. Me dijo 'hasta luego' y se fue. La verdad es que ni le pagué la carrera.

Eso fue muy duro, ambos quedamos en estado de choque. Entré a la casa todo ido y a la media hora me llamaron de la Fiscalía para que me presentara. La revolución en Medellín a esa hora de la mañana era absurda. El director de Fiscalías de Medellín (la segunda ciudad de Colombia), Mario Nicolás Cadavid, nos comisionó el caso a Carlos Alberto Rico, Abelardo Duica y a mí.
Fue muy duro porque yo era hincha del Nacional y Andrés era un ídolo. Además de ser un gran jugador en el momento de los criollos dorados del verdolaga, siempre se le conoció como 'El Caballero de las Canchas', tenía un temperamento pacífico y era de esos que hacía faltas fuertes y se devolvía a presentar excusas. ¡Cómo olvidar su gol en Wembley! Lo de Andrés tiene todos los rasgos de una tragedia griega. Era querido por todo el país. Y en la selección, único. Terrible todo.
A Andrés lo mataron como a las 4 de la mañana en el parqueadero El Indio, en la vía Las Palmas, en Medellín. Y cinco horas después ya sabíamos que los asesinos se movilizaban en dos camionetas, ya habíamos entrevistado a la gente de la discoteca en la que estaban y reconstruido los detalles del matoneo que sufrió. La gente empezó a llamar enloquecida dando información.
clicLea: El legado de Andrés Escobar ([Only registered and activated users can see links])
El Mundial aún no había acabado y esa muerte provocó una indignación internacional. Hasta un minuto de silencio hubo en algún juego.
No habían pasado ni 10 días desde su autogol en el juego con Estados Unidos y su muerte multiplicó la vergüenza de Colombia en una época en la que Medellín era sinónimo de sicarios en moto, poderes criminales y narcotráfico.
Andrés estaba esa noche con Juan Jairo Galeano y dos amigas en la discoteca. Desde la mesa de Pedro y Santiago Gallón, quienes estaban con un grupo de amigos, le empezaron a gritar 'Autogol, Andrés, autogol'. Lo provocaron una y otra vez.
Él pidió respeto y se alejó. Luego le gritaron 'Leo, pantaloncillos Leo' (por un comercial en el que había participado). Andrés estuvo incómodo toda la noche.

Cuando salió del lugar, ya en su carro, se dio cuenta de que los que lo molestaron estaban en el parqueadero El Indio e ingresó allí. Volvió a pedirles respeto. Ahí discutió con Pedro Gallón y luego llegó Santiago, el mayor, y lo recriminó.
Después le dijo: 'Usted no sabe con quién se está metiendo'. En esas el chofer de los Gallón, Humberto Muñoz, escuchó esa frase, se bajó del carro apurado y mientras Santiago le repetía a Andrés esa frase: 'usted no sabe con quién se está metiendo', como para demostrar que Andrés realmente no sabía con quién se estaba metiendo, se arrimó a su carro y le descargó el revólver en la cabeza.
Seis tiros.

En 24 horas

Andrés no llegó a provocar una pelea, tanto que no se bajó nunca de su carro, sólo bajó la ventana del vehículo y reclamó respeto. Pero vinieron los insultos, la frase aquella y su muerte.
Quizás Andrés pudo haber sido imprudente, su carro estaba en otro lugar y él ingresó al parqueadero El Indio para decirles que no lo molestaran. Claro, no sabía a quiénes les exigía una gota de respeto. Su amiga lo trasladó a una clínica, pero falleció en el camino.
Los Gallón se fueron de inmediato en sus camionetas. A las 9 de la mañana nos informan que una persona había denunciando el robo de una camioneta en el sector de Buenos Aires. La camioneta correspondía con la descripción de uno de los carros de los asesinos.
El denunciante era Humberto Muñoz, el mismo que le había descargado seis balas a Andrés apenas unas horas antes. Él decía que lo habían asaltado, le habían hecho tiros y lo habían amarrado. Incluso mostró sus muñecas magulladas por una cuerda.
Pronto confirmamos sus mentiras y descubrimos que esa era la camioneta y ese el asesino. Muñoz creó una historia ficticia a instancia de los hermanos Gallón.

Los organismos de inteligencia nos dieron abundante información sobre los Gallón y sus actividades. A las 2 de la tarde ya sabíamos quién era el asesino, que los Gallón estaban involucrados y el rastro del arma homicida.
Tres horas después ya habíamos dado las órdenes de allanamiento y hacia las 11 de la noche ya teníamos las camionetas, el revólver, todo. Incluso los Gallón se habían comunicado con el fin de que se les dieran garantías para entregarse. Al amanecer del día siguiente ya estaban en la Fiscalía.
En 24 horas se supo todo, se resolvió todo y se capturaron las personas. Muñoz confesó ese día el crimen, pero dijo que no sabía que se trataba del jugador Andrés Escobar. Siempre alegó que estaba medio dormido en la camioneta cuando escuchó a su jefe, se bajó del carro y asesinó a Andrés como por inercia.
Ese día aprendí el poder de un Estado: si tiene voluntad y decisión es posible descubrir hasta el más planeado de los crímenes. El poder del Estado es infinito. Para resolver este caso hubo un despliegue de poder pocas veces visto en Colombia, quizás en dos o tres crímenes. Entendí entonces que el Estado lo puede todo, lo que pasa es que no le da la gana o la negligencia es total.

Sin remordimientos

Yo recuerdo que Muñoz estuvo varias horas en silencio, evadiendo nuestras preguntas hasta que se soltó y dijo que la coartada buscaba encubrirlo todo. Entonces el ambiente en Medellín estaba muy tenso. La gente buscaba lincharlo. Incluso ofrecían dinero para que fuera enviado a la cárcel de Bellavista en Medellín. Era una locura.
Dispusimos su traslado a la (cárcel) Modelo en Bogotá. Yo vine a indagarlo dos días después. Él insistió en que lo mató, pero que nunca supo a quién estaba matando. Respecto al hecho mismo de que había asesinado a un ser humano no parecía sentir molestia o angustia.
En la indagatoria le pregunté si sus patronos le habían dado la orden de disparar, y él contesto expresamente: 'Todavía no me habían dado la orden'. A ese hombre nunca lo vi llorar ni mostrar arrepentimiento alguno. Era frío, como fría fue su forma de encubrir el crimen. Esa mañana se cortó el bigote y se hizo tallar las manos para fingir el asalto.

Apenas terminó la indagatoria regresé a Medellín y dictamos medida de aseguramiento en contra de él y de los hermanos Gallón por homicidio. Pronto nos dimos cuenta de que los Gallón tenían mucha relación con autoridades.
El poder de los Gallón

Uno percibía que acudían a muchos intermediarios entre las estructuras de poder para que no los persiguiéramos. Y hubo algo particular: varios de los narcotraficantes de los '12 del patíbulo', cuyos crímenes fueron perdonados en 1993 por su colaboración contra el cartel de Medellín de Pablo Escobar, terminaron declarando en la Fiscalía en favor de los Gallón.
Recuerdo que la mayoría de ellos pasaron por la oficina para dar sus versiones. O sea, los Gallón no solamente tenían dinero, sino poder y amigos en el Estado.
Además me parece que la justicia les dio un trato muy indulgente porque terminaron siendo procesados por encubrimiento, pero no se les investigó ni como cómplices ni como determinadores del homicidio. Un fiscal de segunda instancia revocó la decisión que se había tomado de procesarlos por asesinato y por eso estuvieron muy poco en la cárcel.
Nuestra teoría era que los Gallón implícitamente le habían dado una orden a Muñoz, porque ellos lo que evidenciaron con el crimen de Andrés Escobar fue una estructura de poder y, obviamente, no se trataba de un poder pacífico, sino criminal.

Lo que se decía en nuestra providencia era que cuando un hombre con ese poder dice delante del conductor de manera repetida y desafiante 'usted, hijueputa, no sabe con quién se está metiendo', es porque él mismo considera que representa un poder intimidante, un poder incluso capaz de la eliminación física.
Y lo que hizo Muñoz respondía a una estructura de poder que esperaba de él decisiones, acciones.
Sin embargo, un fiscal superior no aceptó esa tesis. Los Gallón presentaron el tema como un error del conductor bajo el argumento de que estaba medio dormido y que cuando se despertó consideró que estaban en peligro y por eso actuó en su defensa.
Esa teoría pendeja tuvo eco en la segunda instancia. Lo que pasa es que en 1994 el nivel de jurisprudencia sobre estructuras delictivas de poder no tenía el desarrollo de hoy, en donde, por ejemplo, ya se habla de la determinación moral implícita.
Sobre los '12 del patíbulo' jamás entendí a qué horas terminaron declarando en el proceso. En el fondo creo que más que servirles, lo que hicieron fue llenar el expediente de papeles.

Acuérdese que en esa época se habló mucho del tema de las apuestas y se creó la idea de que la muerte de Andrés estaba relacionada con eso. Pero eso nunca tuvo respaldo. Ellos finalmente lo que sirvieron fue a la causa de los hermanos Gallón.
Condena irrisoria

El conductor Muñoz fue condenado a 43 años de cárcel, pero no pagó ni 12. Desde 2005 está libre. Los Gallón fueron sentenciados por encubrimiento.
Años después otro de sus hermanos fue extraditado a Estados Unidos y en 2010 Santiago fue condenado por financiar al paramilitarismo.
¿Usted por qué cree que llegamos tan rápido a los Gallón en 1994? Desde esa época había mucha información de inteligencia sobre ellos que los asociaba con actividades del narcotráfico. Vale decir que jamás fui amenazado en esta investigación.
¿Que cómo me afectó a mí el crimen de Andrés Escobar? Mire, a mí me mataron un hermano, y yo entendí que a él lo habían matado por esas cosas absurdas por las que en Colombia matan a la gente: una pelea que las autoridades no resolvieron a tiempo y eso desencadenó una serie de problemas que terminaron en un homicidio absurdo.

En Colombia las tragedias humanas están en gran parte relacionadas con unas actitudes de negligencia eterna y absoluta de las autoridades. Es horrible la cantidad de muertos que este país ha puesto por esa manera tan negligente y displicente con que suelen asumir las autoridades los procesos judiciales.
En mis tiempos como fiscal entendí que el Estado tiene todo el poder del mundo, que si quiere resolver un crimen lo puede hacer en 24 horas si le da la gana, como pasó con el de Andrés Escobar. Pero al final lo que uno retrata es una negligencia infinita. Desde los escritorios no se investiga nada.
Le digo más: Colombia todavía no ha superado la muerte de Andrés. La respuesta simple y plana es que lo mató el señor Muñoz Castro. Pero eso no responde el problema.
El problema es por qué un hombre como Muñoz Castro mata de esa manera, y la respuesta no puede ser sino una sola: porque somos una sociedad habituada a la cultura de la mafia.
Colombia todavía vive el oscurantismo de esa anticultura que sigue disponiendo de la vida humana de la misma manera, con la misma frialdad, con la misma indiferencia y con ese silencio oficial.
Las causas de esta muerte están vivas aún. ¡Esto no ha cambiado! Es que aquí se bajan de un carro y le van disparando a alguien como si fuera cualquier animal. Aquí la vida no vale nada".

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Es la clave de todo. Me pregunto como se cura eso.

Jorge Páez
03/07/2014, 20:22
Es la clave de todo. Me pregunto como se cura eso.

Se cura cuando una sociedad pasa de aguantar hambre, falta de educación, salud, hay oportunidades laborales.... mientras eso no pase, si a ti te dicen te doy 15 dolares y ve y mata, pues seguira sucediendo, acá hay gente llamado sicarios, personas que trabajan matando, por 15 dolares van y te matan a quien tu quieras. A eso llega una sociedad cuando la desigualdad social es tan grande.

Jorge Páez
07/07/2014, 02:05
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bruswillis
07/07/2014, 15:54
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Estoy leyendo y digo, esta me suena.
Está colgado 4 post más arriba.