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Ver versión completa : La liturgia de Diego Costa.



titojose54
06/11/2013, 20:11
El delantero rojiblamco juega con guantes, manga corta para evitar los agarrones y doble calcetín.

Hoy frente al Austria de Viena (20:45 horas, Canal + Liga de Campeones), como todas las tardes de fútbol en el Vicente Calderón una hora antes de cualquier partido, Diego Costa aparcará esa imagen destartalada, de personaje difuso y un pelín caótico, para encerrarse en la coraza de su universo interior. El compadre juerguista, guasón con sus compañeros y despreocupado del mundo se transforma en un tipo metódico, ordenado, reconcentrado, que no deja un detalle al azar. Se ajusta los guantes negros para el escaso frío estos días en la capital, corta las medias a la altura del tobillo para un doble fondo de calcetín y se enfunda la camiseta de manga corta, brazos al aire para evitar que los rivales agarren tejido en la fricción. Es la liturgia de Diego Costa, el delantero de moda en Europa.

Diego Costa, como Robben o Fernando Llorente, ha llegado a una conclusión: a su juego no le conviene la manga larga. Considera que da ventaja a los adversarios. Siempre pueden sujetar la tela en una carrera o tirar de ella en un córner. Robben, por ejemplo, usa elásticas ceñidas para sortear los zarpazos de los enemigos. Y en el Atléti todavía recuerdan los peculiares hábitos de José Antonio Reyes, el virtuoso andaluz que, como Diego Costa, gastaba guantes y manga corta, pero se forraba la piel con una camiseta térmica larga. También el portugués Simao hacía lo propio en el invierno.

Otro caso es el de Fernando Torres, supersticioso hasta la desmesura. El antiguo ídolo del Atlético De Madrid tenía por costumbre rotar en su vestuario según le soplasen las hadas al oído. Si el asunto iba bien en la primera parte, el delantero hoy del Chelsea conservaba su atuendo. Pero si fallaba, no convertía goles prefabricados o había run-run en el estadio, pedía al utillero cambio de tercio, de la manga larga a la corta o viceversa. Y así sucesivamente una tarde detrás de otra.

Diego Costa mezcla la superstición con la técnica. Los guantes negros son casi un amuleto otoñal al estilo de Joao Alves, aquel fino centrocampista portugués del Salamanca que calzaba manoplas todo el año, veranos incluidos. Mitad por frío, mitad por fetichismo, el brasileño que jugará con España lo ha convertido en imagen de marca.

El doble calcetín lo elabora con esmero en cada partido. Como a otros jugadores de la plantilla (Raúl García), le gusta acomodar el pie en una tela acolchada y no tan rígida como la media. Diego Costa gasta calcetín blanco y se corta la media a la altura del tobillo en un doble forro. Luego une el invento con un esparadrapo y listo.

Pese al presumible estrés que le ha podido generar su dilema Brasil - España, Costa no ha rebajado su rendimiento, sino todo lo contrario. Desconecta del entorno y habla en el campo. El seleccionador brasileño, Felipe Scolari, lo vio marcar y brillar en el viejo chamartin en la final de la Copa. No lo eligió para la Copa Confederaciones. Y La Pantera (asi le apodan) se ha decantado por España.

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Diego costa celebrando un gol.