titojose54
02/01/2013, 22:36
Desde que debutaron Óscar y Baraja, otros 26 canteranos se estrenaron en Liga con el Real Valladolid; de todos ellos, tan solo tres además de ellos juegan en la máxima categoría.
El 7 de abril del 2002 debutó en Liga, como lateral izquierdo, Javi Baraja, hoy capitán del Real Valladolid. Esa misma temporada, unos meses antes, se había estrenado Óscar González, hoy pichichi del equipo en su regreso a Primera.
Desde aquella temporada, en la que ellos fueron los dos únicos novatos de la casa en la plantilla de Pepe Moré, 26 chicos más han debutado con el primer equipo en el campeonato liguero, 12 enPrimera División y 14 en Segunda.
Solo ellos dos, y Jesús Rueda, siguen en el primer equipo blanquivioleta.
Solo otros dos, Rafa y Sergio Asenjo, militan en otros dos clubes de Primera División. El primero se marchó sin traspaso, y el segundo salió rumbo al Manzanares tras negociar la venta de sus derechos, y dejó una buena caja.
Cinco más, Kike, Javi Jiménez, Espasandín, Álvaro Antón y Carlos Lázaro, militan en Segunda División. Lázaro está cedido, por lo que aún podría volver, aunque en este caso parece que depende más de la salud de su rodilla que de su capacidad futbolística, que quedó sobradamente demostrada en la temporada de su ingreso en el primer equipo, con Mendilibar al frente.
Aún hay otro, Jacobo, que ha probado suerte en el extranjero, concretamente en el PAOK Salónica, de la Primera División griega.
Y uno más, Cristóbal Carreño, se ha retirado del fútbol.
A los 28 debutantes de esta década y pico habría que sumar a Lolo y a Rubén Peña, que han vivido sus primeros minutos con los mayores este mismo curso y que, como es obvio, aún pertenecen al Real Valladolid.Al menos hasta que acabe la temporada, si es que el mercado de invierno no dicta lo contrario, claro.
No resulta sencillo hacerse con un hueco en la primera plantilla para una cantera que cuenta con numerosísimas limitaciones, y con una por encima de todas, la presupuestaria. La tasa de canteranos que consigue quedarse de forma definitiva en la primera plantilla es escasa, y a cambio es muy alto el porcentaje de chavales que acaban recalando en categorías menores, especialmente en Segunda B y Tercera División.
Algunos casos son peculiares, porque en principio se contaba con ellos pero después no han tenido fortuna en sus carreras. Ocurrió con Jonathan Martín Carabias, que acabó en el Racing de Ferrol y hoy defiende al Guijuelo, y también con Javi Jiménez, que salió de Valladolid para jugar en el Murcia, donde le costó hacerse con el puesto de titular que ahora detenta.
Resulta complicado para el Real Valladolid retener a los jugadores con más proyección en momentos como el actual. Otros clubes tienen la capacidad de ofrecer más dinero, o unas mayores posibilidades deportivas. Alberto Marcos, director deportivo, ha explicado en varias ocasiones que no se van a hacer locuras con el filial. Si un jugador no está a gusto o pide demasiado, sea quien sea, ya sabe dónde está la puerta de salida. El club no puede alcanzar las cifras de otros, y lo único que puede ofrecer es un proyecto. De ese modo, jugadores interesantes como Fernando Calero han emigrado en los últimos cursos, en este caso al Málaga del jeque Al-Thani. Nacho, mediapunta que militaba en el Juvenil, escogió al Villarreal, el mismo destino que antes había buscado el delantero Fran Cifuentes. Ninguno de los tres ha llegado a estar ni remotamente cerca de debutar con el primer equipo, y no por falta de talento sino porque aún estaban en la fase de formación.
Escudero, la excepción .
Algunas veces, porque el jugador aún no estaba maduro y se le dejó escapar, o porque el técnico del primer equipo no lo vio o escogió ver a otro, o simplemente porque nadie reparó en él, surge un chaval que debuta en otro equipo cuando años antes militaba en la cantera del Real Valladolid, con el que nunca llegó a estrenarse.
El caso más duro de los últimos años es el de Sergio Escudero, que partió rumbo a Murcia y desde allí dio el salto nada menos que al Schalke 04, a la Bundesliga, donde ha jugado muchos minutos y además ha podido estrenarse en la Liga de Campeones.
No hay muchos más, sin embargo, aunque algunos de ellos han podido salir caros. Muy caros. Rubén Sanz y Borja Pérez-Peñas se enfrentaron al Real Valladolid, en cuyo filial habían militado, con el Alcorcón. Y no en cualquier momento, sino en plena fase de ascenso a Primera División. Se quedaron a un gol de dejar a los de Djukic sin el merecidísimo premio de alcanzar la cumbre después de haber sumado 82 puntos durante la temporada. Para colmo, el gol del gran susto de los de Anquela en el José Zorrilla lo marcó otro exblanquivioleta, Fernando Sales.
Por Segunda División anda también otro ex de la cantera vallisoletana que guarda, además, ciertas ganas de revancha por su salida sin haber tenido la oportunidad de debutar con la primera plantilla, Carlos Calvo. El extremo se ha enfrentado a los de Zorrilla tanto con el Granada como con el Hércules, y anteriormente formó en el Xerez, entre otros. Esta temporada está en el Almería.
Tariq, delantero del Huesca, también formó parte del filial blanquivioleta, y ha conseguido hacerse con un hueco en la Segunda División tras haber ejercido de delantero por muchos equipos, principalmente de Segunda División B.
No son muchos los casos de éxito de jugadores que hayan salido de la cantera blanquivioleta en la última década sin haber tenido la oportunidad de brillar en el primer equipo. Quienes sí lo han hecho han logrado dejar dinero en forma de traspaso, como ocurrió con Óscar o con Sergio Asenjo, junto a Rafa, Jesús Rueda o Baraja los únicos que pueden presumir de militar entre los mejores del fútbol nacional.:gol:
El 7 de abril del 2002 debutó en Liga, como lateral izquierdo, Javi Baraja, hoy capitán del Real Valladolid. Esa misma temporada, unos meses antes, se había estrenado Óscar González, hoy pichichi del equipo en su regreso a Primera.
Desde aquella temporada, en la que ellos fueron los dos únicos novatos de la casa en la plantilla de Pepe Moré, 26 chicos más han debutado con el primer equipo en el campeonato liguero, 12 enPrimera División y 14 en Segunda.
Solo ellos dos, y Jesús Rueda, siguen en el primer equipo blanquivioleta.
Solo otros dos, Rafa y Sergio Asenjo, militan en otros dos clubes de Primera División. El primero se marchó sin traspaso, y el segundo salió rumbo al Manzanares tras negociar la venta de sus derechos, y dejó una buena caja.
Cinco más, Kike, Javi Jiménez, Espasandín, Álvaro Antón y Carlos Lázaro, militan en Segunda División. Lázaro está cedido, por lo que aún podría volver, aunque en este caso parece que depende más de la salud de su rodilla que de su capacidad futbolística, que quedó sobradamente demostrada en la temporada de su ingreso en el primer equipo, con Mendilibar al frente.
Aún hay otro, Jacobo, que ha probado suerte en el extranjero, concretamente en el PAOK Salónica, de la Primera División griega.
Y uno más, Cristóbal Carreño, se ha retirado del fútbol.
A los 28 debutantes de esta década y pico habría que sumar a Lolo y a Rubén Peña, que han vivido sus primeros minutos con los mayores este mismo curso y que, como es obvio, aún pertenecen al Real Valladolid.Al menos hasta que acabe la temporada, si es que el mercado de invierno no dicta lo contrario, claro.
No resulta sencillo hacerse con un hueco en la primera plantilla para una cantera que cuenta con numerosísimas limitaciones, y con una por encima de todas, la presupuestaria. La tasa de canteranos que consigue quedarse de forma definitiva en la primera plantilla es escasa, y a cambio es muy alto el porcentaje de chavales que acaban recalando en categorías menores, especialmente en Segunda B y Tercera División.
Algunos casos son peculiares, porque en principio se contaba con ellos pero después no han tenido fortuna en sus carreras. Ocurrió con Jonathan Martín Carabias, que acabó en el Racing de Ferrol y hoy defiende al Guijuelo, y también con Javi Jiménez, que salió de Valladolid para jugar en el Murcia, donde le costó hacerse con el puesto de titular que ahora detenta.
Resulta complicado para el Real Valladolid retener a los jugadores con más proyección en momentos como el actual. Otros clubes tienen la capacidad de ofrecer más dinero, o unas mayores posibilidades deportivas. Alberto Marcos, director deportivo, ha explicado en varias ocasiones que no se van a hacer locuras con el filial. Si un jugador no está a gusto o pide demasiado, sea quien sea, ya sabe dónde está la puerta de salida. El club no puede alcanzar las cifras de otros, y lo único que puede ofrecer es un proyecto. De ese modo, jugadores interesantes como Fernando Calero han emigrado en los últimos cursos, en este caso al Málaga del jeque Al-Thani. Nacho, mediapunta que militaba en el Juvenil, escogió al Villarreal, el mismo destino que antes había buscado el delantero Fran Cifuentes. Ninguno de los tres ha llegado a estar ni remotamente cerca de debutar con el primer equipo, y no por falta de talento sino porque aún estaban en la fase de formación.
Escudero, la excepción .
Algunas veces, porque el jugador aún no estaba maduro y se le dejó escapar, o porque el técnico del primer equipo no lo vio o escogió ver a otro, o simplemente porque nadie reparó en él, surge un chaval que debuta en otro equipo cuando años antes militaba en la cantera del Real Valladolid, con el que nunca llegó a estrenarse.
El caso más duro de los últimos años es el de Sergio Escudero, que partió rumbo a Murcia y desde allí dio el salto nada menos que al Schalke 04, a la Bundesliga, donde ha jugado muchos minutos y además ha podido estrenarse en la Liga de Campeones.
No hay muchos más, sin embargo, aunque algunos de ellos han podido salir caros. Muy caros. Rubén Sanz y Borja Pérez-Peñas se enfrentaron al Real Valladolid, en cuyo filial habían militado, con el Alcorcón. Y no en cualquier momento, sino en plena fase de ascenso a Primera División. Se quedaron a un gol de dejar a los de Djukic sin el merecidísimo premio de alcanzar la cumbre después de haber sumado 82 puntos durante la temporada. Para colmo, el gol del gran susto de los de Anquela en el José Zorrilla lo marcó otro exblanquivioleta, Fernando Sales.
Por Segunda División anda también otro ex de la cantera vallisoletana que guarda, además, ciertas ganas de revancha por su salida sin haber tenido la oportunidad de debutar con la primera plantilla, Carlos Calvo. El extremo se ha enfrentado a los de Zorrilla tanto con el Granada como con el Hércules, y anteriormente formó en el Xerez, entre otros. Esta temporada está en el Almería.
Tariq, delantero del Huesca, también formó parte del filial blanquivioleta, y ha conseguido hacerse con un hueco en la Segunda División tras haber ejercido de delantero por muchos equipos, principalmente de Segunda División B.
No son muchos los casos de éxito de jugadores que hayan salido de la cantera blanquivioleta en la última década sin haber tenido la oportunidad de brillar en el primer equipo. Quienes sí lo han hecho han logrado dejar dinero en forma de traspaso, como ocurrió con Óscar o con Sergio Asenjo, junto a Rafa, Jesús Rueda o Baraja los únicos que pueden presumir de militar entre los mejores del fútbol nacional.:gol: