titojose54
22/10/2012, 14:23
El portero recibió un gran regalo el día antes de cumplir 27 años: su debut en Primera División ante el Málaga. «Queda en segundo plano por la derrota, aunque el equipo está en una buena..
Dani Hernández (Caracas, Venezuela, 1985) escuchó el viernes en el vestuario cómo Miroslav Djukic recitaba el once inicial ante el Málaga en la charla prepartido. Y, por primera vez esta temporada, allí aparecía su nombre. El espigado guardameta (1,96 metros) se preparó para el debut en la élite. Como sucede con todos los futbolistas, se trataba de una vieja aspiración infantil: en Geneto, un pueblo cercano a Santa Cruz de Tenerife, Dani Hernández pensó que algún día podría jugar en Primera División. El sueño se materializó en Málaga, pero no fue completo. El Real Valladolid perdió por 2-1.
«Nos pudimos haber vuelto con un punto y estoy fastidiado por eso», responde Dani cuando se le pregunta por las impresiones del debut. «Tengo ganas de seguir trabajando y de que empiece la semana para volver a los entrenamientos y preparar el siguiente partido».
Dani Hernández protagonizó la gran novedad de la alineación: Miroslav Djukic mandó a Jaime Jiménez al banquillo y consumó el cambio de guardarredes. En las horas posteriores, ¿le pesa más la derrota colectiva o su estreno en la máxima categoría? «Estoy contento por el debut, pero queda en un segundo plano. Lo que importa es el equipo. Siempre lo he dicho y siempre lo diré. Así que estoy fastidiado porque no sumamos un punto. Debemos seguir trabajando porque el equipo se encuentra en una buena línea y damos una buena imagen».
Cuando Djukic confirmó su titularidad, Dani sintió que recibía un obsequio anticipado, seguramente sin que el propio técnico fuese consciente de la coincidencia de fechas. El guardameta alcanzó ayer las 27 primaveras. «Sí, el debut fue un día antes de mi cumpleaños. Cuadró todo. Fue un regalo bonito».
El portero pasó la semana entre dos continentes. En la madrugada española del martes 16 al miércoles 17, Dani Hernández se encontraba defendiendo el arco de Venezuela ante Ecuador. El partido acabó con empate a uno. Después de un viaje trasatlántico, el portero venezolano (pero criado en Tenerife) llegó al vestuario de Zorrilla al mediodía del jueves 18. Pasó por el gimnasio para someterse a una leve sesión de pesas y se quedó intramuros con el cambio horario a cuestas (seis horas y media de diferencia). ¿Le cuesta recuperarse del duro 'jet lag' que supone viajar de Oeste a Este?
«Me mandan alguna pastilla para dormir. La noche de aquí es la tarde de allá. Es normal que te cueste los primeros días, pero yo lo supero bien porque ya vengo durmiendo en el avión para adaptarme al nuevo horario. Tal vez te cuesta un poquito la primera noche, pero luego no hay problemas».
Las apariciones con la 'Vinotinto' le han permitido mantener el ritmo competitivo mientras esperaba su oportunidad en el Real Valladolid. «Tuve la suerte de entrar con la selección en el premundial ante Paraguay. Se dio un buen resultado. Volví a jugar contra Ecuador. Es importante para mí: tienes minutos y lo que haces en los entrenamientos lo puedes desarrollar en los partidos».
La temporada pasada, Dani Hernández fue el meta titular blanquivioleta en el 'play-off' de ascenso. ¿Le decepcionó empezar esta campaña en el banquillo? «Había dos opciones: ser titular o suplente. Me tocó la suplencia. ¿Qué podía hacer? Seguir trabajando, no perder la paciencia, estar tranquilo y creer en mí mismo. Así es como entiendo yo la vida».
Los fallos casi clónicos de Jaime ante Betis y Espanyol acabaron por darle la titularidad la pasada jornada. «Nunca quieres que un compañero cometa un error», apunta Dani. «Son cosas que suceden y hay que tratar de sobreponerse. Después de un fallo, todos debemos ayudar para que el principal beneficiado sea el equipo».
En La Rosaleda, Dani Hernández encajó dos goles. El primero se lo marcó Isco. En el segundo, sucumbió ante el engaño de Joaquín. «Saqué el primer disparo y pensé que remataría de nuevo, pero se sacó un recorte y me dejó en el suelo. Seguiré trabajando. Siempre se puede mejorar». Antes, Joaquín había fallado un penalti: «Ahí el que no tiene presión es el portero. Lo tiró fuera y vimos más cerca el punto. Al final, no pudo ser».
Cuando Dani Hernández fichó por el Real Valladolid, el club anunció que firmaba por una campaña con opción a otros dos. El portero matiza: «Yo firmé tres años, un contrato de tres temporadas. ¿Perspectivas ahora? Mejorar en todos los aspectos de mi juego. Aquí estoy muy a gusto, con la ciudad, con la gente, los compañeros, la gente del club. Es una ciudad en la que me gusta vivir. No pienso más allá del próximo entrenamiento, del próximo partido».
Ayer, disfrutó de un día de parabienes por su cumpleaños y el debut en Primera. «¡Se me han mezclado las felicitaciones! ¡Ya no sé por qué me felicitan», bromeaba por la mañana. «Es una pena que no esté aquí la familia, pero se disfruta igual. Trato de estar tranquilo y cuidarme para lo que viene».
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Dani Hernández atrapa un balón en Málaga, donde debutó en Primera División con el Real Valladolid.
Dani Hernández (Caracas, Venezuela, 1985) escuchó el viernes en el vestuario cómo Miroslav Djukic recitaba el once inicial ante el Málaga en la charla prepartido. Y, por primera vez esta temporada, allí aparecía su nombre. El espigado guardameta (1,96 metros) se preparó para el debut en la élite. Como sucede con todos los futbolistas, se trataba de una vieja aspiración infantil: en Geneto, un pueblo cercano a Santa Cruz de Tenerife, Dani Hernández pensó que algún día podría jugar en Primera División. El sueño se materializó en Málaga, pero no fue completo. El Real Valladolid perdió por 2-1.
«Nos pudimos haber vuelto con un punto y estoy fastidiado por eso», responde Dani cuando se le pregunta por las impresiones del debut. «Tengo ganas de seguir trabajando y de que empiece la semana para volver a los entrenamientos y preparar el siguiente partido».
Dani Hernández protagonizó la gran novedad de la alineación: Miroslav Djukic mandó a Jaime Jiménez al banquillo y consumó el cambio de guardarredes. En las horas posteriores, ¿le pesa más la derrota colectiva o su estreno en la máxima categoría? «Estoy contento por el debut, pero queda en un segundo plano. Lo que importa es el equipo. Siempre lo he dicho y siempre lo diré. Así que estoy fastidiado porque no sumamos un punto. Debemos seguir trabajando porque el equipo se encuentra en una buena línea y damos una buena imagen».
Cuando Djukic confirmó su titularidad, Dani sintió que recibía un obsequio anticipado, seguramente sin que el propio técnico fuese consciente de la coincidencia de fechas. El guardameta alcanzó ayer las 27 primaveras. «Sí, el debut fue un día antes de mi cumpleaños. Cuadró todo. Fue un regalo bonito».
El portero pasó la semana entre dos continentes. En la madrugada española del martes 16 al miércoles 17, Dani Hernández se encontraba defendiendo el arco de Venezuela ante Ecuador. El partido acabó con empate a uno. Después de un viaje trasatlántico, el portero venezolano (pero criado en Tenerife) llegó al vestuario de Zorrilla al mediodía del jueves 18. Pasó por el gimnasio para someterse a una leve sesión de pesas y se quedó intramuros con el cambio horario a cuestas (seis horas y media de diferencia). ¿Le cuesta recuperarse del duro 'jet lag' que supone viajar de Oeste a Este?
«Me mandan alguna pastilla para dormir. La noche de aquí es la tarde de allá. Es normal que te cueste los primeros días, pero yo lo supero bien porque ya vengo durmiendo en el avión para adaptarme al nuevo horario. Tal vez te cuesta un poquito la primera noche, pero luego no hay problemas».
Las apariciones con la 'Vinotinto' le han permitido mantener el ritmo competitivo mientras esperaba su oportunidad en el Real Valladolid. «Tuve la suerte de entrar con la selección en el premundial ante Paraguay. Se dio un buen resultado. Volví a jugar contra Ecuador. Es importante para mí: tienes minutos y lo que haces en los entrenamientos lo puedes desarrollar en los partidos».
La temporada pasada, Dani Hernández fue el meta titular blanquivioleta en el 'play-off' de ascenso. ¿Le decepcionó empezar esta campaña en el banquillo? «Había dos opciones: ser titular o suplente. Me tocó la suplencia. ¿Qué podía hacer? Seguir trabajando, no perder la paciencia, estar tranquilo y creer en mí mismo. Así es como entiendo yo la vida».
Los fallos casi clónicos de Jaime ante Betis y Espanyol acabaron por darle la titularidad la pasada jornada. «Nunca quieres que un compañero cometa un error», apunta Dani. «Son cosas que suceden y hay que tratar de sobreponerse. Después de un fallo, todos debemos ayudar para que el principal beneficiado sea el equipo».
En La Rosaleda, Dani Hernández encajó dos goles. El primero se lo marcó Isco. En el segundo, sucumbió ante el engaño de Joaquín. «Saqué el primer disparo y pensé que remataría de nuevo, pero se sacó un recorte y me dejó en el suelo. Seguiré trabajando. Siempre se puede mejorar». Antes, Joaquín había fallado un penalti: «Ahí el que no tiene presión es el portero. Lo tiró fuera y vimos más cerca el punto. Al final, no pudo ser».
Cuando Dani Hernández fichó por el Real Valladolid, el club anunció que firmaba por una campaña con opción a otros dos. El portero matiza: «Yo firmé tres años, un contrato de tres temporadas. ¿Perspectivas ahora? Mejorar en todos los aspectos de mi juego. Aquí estoy muy a gusto, con la ciudad, con la gente, los compañeros, la gente del club. Es una ciudad en la que me gusta vivir. No pienso más allá del próximo entrenamiento, del próximo partido».
Ayer, disfrutó de un día de parabienes por su cumpleaños y el debut en Primera. «¡Se me han mezclado las felicitaciones! ¡Ya no sé por qué me felicitan», bromeaba por la mañana. «Es una pena que no esté aquí la familia, pero se disfruta igual. Trato de estar tranquilo y cuidarme para lo que viene».
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Dani Hernández atrapa un balón en Málaga, donde debutó en Primera División con el Real Valladolid.