trescuatrotres
08/09/2012, 09:57
Tras la nueva exhibición de Xavi Hernández ayer contra Arabia Saudí escuché en la radio el debate sobre si se podría considerar al de Tarrasa como el mejor medio de la historia del fútbol español. Asimismo, hoy uno de nuestros redactores lo analiza en su columna:
La virtud de saber esperar ([Only registered and activated users can see links])
Reconozco que, como supongo a la mayoría de ustedes, la primera vez que lo vi sobre un terreno de juego 2 cosas vinieron a mi mente: 1) No creo que pueda dirigir bien ni el tráfico 2) Tiene los días contados.
Sin embargo, hoy día puedo afirmar (asumo que también como la mayoría de los que lean este artículo) sin miedo a equivocarme que nos encontramos ante posiblemente el mejor centrocampista de la historia del fútbol español. No tuvo un inicio fácil, siendo comparado con el hasta la fecha ”4″ más clarividente que había dado la fábrica blaugrana, Pep Guardiola.
Tal fue la situación que estuvo a un “plis” de fichar por el A.C. Milan. Por suerte, su talento estaba destinado a ser mostrado por los campos españoles y, sobre todo, a comandar al combinado nacional hasta cotas jamás imaginadas.
La pregunta que inevitablemente uno se hace es, ¿y cuándo falte qué? Pues en cuanto a su figura, será recordada como la de aquel jugador que cambió por completo lo que hasta la fecha era conocido como un simple juego, para convertirlo en lo que debe ser este maravilloso deporte: un arte.
Por lo que respecta a las nuevas promesas que a buen seguro surgirán, mucho me temo que serán, de manera injusta a la vez que inevitable, comparadas con el de Tarrasa. Mal haremos en “cargar” la sombra del “6″ en todo aquel que aspire a jugar en la medular, pero peor será si no somos capaces de tener con ellos, al igual que se tuvo con Xavi, la virtud de saber esperar.
¿Estáis de acuerdo?
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La virtud de saber esperar ([Only registered and activated users can see links])
Reconozco que, como supongo a la mayoría de ustedes, la primera vez que lo vi sobre un terreno de juego 2 cosas vinieron a mi mente: 1) No creo que pueda dirigir bien ni el tráfico 2) Tiene los días contados.
Sin embargo, hoy día puedo afirmar (asumo que también como la mayoría de los que lean este artículo) sin miedo a equivocarme que nos encontramos ante posiblemente el mejor centrocampista de la historia del fútbol español. No tuvo un inicio fácil, siendo comparado con el hasta la fecha ”4″ más clarividente que había dado la fábrica blaugrana, Pep Guardiola.
Tal fue la situación que estuvo a un “plis” de fichar por el A.C. Milan. Por suerte, su talento estaba destinado a ser mostrado por los campos españoles y, sobre todo, a comandar al combinado nacional hasta cotas jamás imaginadas.
La pregunta que inevitablemente uno se hace es, ¿y cuándo falte qué? Pues en cuanto a su figura, será recordada como la de aquel jugador que cambió por completo lo que hasta la fecha era conocido como un simple juego, para convertirlo en lo que debe ser este maravilloso deporte: un arte.
Por lo que respecta a las nuevas promesas que a buen seguro surgirán, mucho me temo que serán, de manera injusta a la vez que inevitable, comparadas con el de Tarrasa. Mal haremos en “cargar” la sombra del “6″ en todo aquel que aspire a jugar en la medular, pero peor será si no somos capaces de tener con ellos, al igual que se tuvo con Xavi, la virtud de saber esperar.
¿Estáis de acuerdo?
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