titojose54
07/09/2012, 18:00
El delantero considera que le puede faltar "algo de intensidad", pero que también trabaja y posee otras cualidades.
Alberto Bueno ha vivido "una situación complicada de la que se aprende" tras permanecer apartado de los entrenamientos del Real Valladolid y volver a contar para el entrenador tras el cierre del mercado de fichajes. "Estoy contento por volver a la normalidad y ser uno más para aportar todo lo posible", ha indicado el delantero este jueves en una extensa comparecencia ante los periodistas.
Bueno ha explicado que "faltando diez días" para incorporarse en pretemporada supo que habría problemas. "El club llamó a mi agente para comunicarle que yo no contaba por una situación deportiva. Me sonó raro porque el año pasado me sentí un jugador importante. A lo mejor no estaba entre los once más utilizados, pero era el número 12. A partir de ahí, surgieron mil especulaciones: que si era un tema personal, deportivo, económico... Todo me parecía muy raro. Yo me veía válido y no hubo ningún problema el año pasado como para que eso cambiase. A partir de ahí no entendía la situación".
Alberto Bueno afirma que no ha tenido "ningún problema importante" con el entrenador. "Por supuesto que salen roces, pero eso es la convivencia. Sabemos distinguir un calentón de un problema realmente serio".
Durante su periodo de destierro, el delantero madrileño ha madurado. "Intentas sacar la parte positiva de estas situaciones feas. La situación se ha solucionado. ¿Pedir disculpas? Las disculpas se piden si alguien ha hecho algo mal. Todos nos equivocamos. Yo en mi vida me equivoco un montón de veces. Aquí personal y deportivamente probablemente me haya equivocado alguna vez".
Alberto Bueno admite que no posee "la intensidad de otros jugadores", pero que también se esfuerza sobre el césped. "Tengo unas cualidades. Puedo carecer de intensidad, pero no tanto como se ha hablado. Por supuesto que tengo que dar un paso adelante en eso y en un montón de cosas. Ahora parto con la desventaja de la preparación física que no he hecho. He estado mes y medio parado viviendo una situación que no es la más beneficiosa. Ahora intento entrenar con la mayor intensidad para ganar el tiempo perdido.".
Al futbolista se le planteó la posibilidad de salir en el periodo de fichajes y surgieron ofertas. El problema pasaba por su salario. "Todos sabemos que mi ficha es muy alta. Las posibilidades son las que se han publicado y que yo no he sacado: la del Rayo, Paok de Salónica y, faltando dos días para el cierre, el Brujas".
Ahora, con solo 19 fichas profesionales en la plantilla y tres canteranos, Bueno ve más puertas abiertas. "Habrá oportunidades para todos. Yo me siento capacitado en cuanto esté bien físicamente. Estos ocho días de parón me van a venir bien. Anímicamente estoy muy bien, nada comparado a cómo estaba anteriormente. Dentro de dos meses, sabré si solo he jugado los 15 minutos de Bilbao o 500 minutos".
Bueno ha defendido las condiciones de un contrato "que seguramente hace tres años era más llevadero para el club". "El presidente fue a por mí a Madrid y puso sobre la mesa un contrato. Cualquier jugador quiere cumplirlo y más ahora en la situación económica en la que se encuentra el país. El contrato me da seguridad a la hora de afrontar mi vida personal. Yo nunca he dicho públicamente que me fuese a bajar ni mil, ni 2.000, ni 200.000 euros. Yo he dicho que ayudaría al club y qué mejor ayuda que el año pasado, cuando estuvimos seis meses sin cobrar. Si dentro [en el vestuario] la cosa hubiese estado mal, el club no estaría en Primera. Yo no he puesto pegas para cobrar un mes delante o un mes detrás, pero los trabajadores se rigen por su contrato".
Alberto Bueno ha sentido el apoyo moral de los capitanes, aunque poco más. "Lo he sentido a la hora de llegar al vestuario y que se preocupasen en el sentido de preguntarte cómo estás, pero a la hora de que se solucione o dar un paso adelante no, porque no se ha solucionaba la cosa. Los compañeros me han mostrado todo su apoyo, pero posiblemente no tienen a su altura cambiar la visión del entrenador, el presidente y el director deportivo para que vaya a la concentración o empiece a entrenar con el grupo".
Cuando jugó el pasado domingo, Bueno echó la vista atrás. "Hace un mes y medio pensé que podía debutar en la jornada 20, 30 o 40. La situación era muy negra. Si yo le dijese a algún amigo o familiar que iba a jugar en la tercera jornada, posiblemente me llamarían tonto".
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Alberto Bueno bajo la atenta mirada de el entrenador.
Alberto Bueno ha vivido "una situación complicada de la que se aprende" tras permanecer apartado de los entrenamientos del Real Valladolid y volver a contar para el entrenador tras el cierre del mercado de fichajes. "Estoy contento por volver a la normalidad y ser uno más para aportar todo lo posible", ha indicado el delantero este jueves en una extensa comparecencia ante los periodistas.
Bueno ha explicado que "faltando diez días" para incorporarse en pretemporada supo que habría problemas. "El club llamó a mi agente para comunicarle que yo no contaba por una situación deportiva. Me sonó raro porque el año pasado me sentí un jugador importante. A lo mejor no estaba entre los once más utilizados, pero era el número 12. A partir de ahí, surgieron mil especulaciones: que si era un tema personal, deportivo, económico... Todo me parecía muy raro. Yo me veía válido y no hubo ningún problema el año pasado como para que eso cambiase. A partir de ahí no entendía la situación".
Alberto Bueno afirma que no ha tenido "ningún problema importante" con el entrenador. "Por supuesto que salen roces, pero eso es la convivencia. Sabemos distinguir un calentón de un problema realmente serio".
Durante su periodo de destierro, el delantero madrileño ha madurado. "Intentas sacar la parte positiva de estas situaciones feas. La situación se ha solucionado. ¿Pedir disculpas? Las disculpas se piden si alguien ha hecho algo mal. Todos nos equivocamos. Yo en mi vida me equivoco un montón de veces. Aquí personal y deportivamente probablemente me haya equivocado alguna vez".
Alberto Bueno admite que no posee "la intensidad de otros jugadores", pero que también se esfuerza sobre el césped. "Tengo unas cualidades. Puedo carecer de intensidad, pero no tanto como se ha hablado. Por supuesto que tengo que dar un paso adelante en eso y en un montón de cosas. Ahora parto con la desventaja de la preparación física que no he hecho. He estado mes y medio parado viviendo una situación que no es la más beneficiosa. Ahora intento entrenar con la mayor intensidad para ganar el tiempo perdido.".
Al futbolista se le planteó la posibilidad de salir en el periodo de fichajes y surgieron ofertas. El problema pasaba por su salario. "Todos sabemos que mi ficha es muy alta. Las posibilidades son las que se han publicado y que yo no he sacado: la del Rayo, Paok de Salónica y, faltando dos días para el cierre, el Brujas".
Ahora, con solo 19 fichas profesionales en la plantilla y tres canteranos, Bueno ve más puertas abiertas. "Habrá oportunidades para todos. Yo me siento capacitado en cuanto esté bien físicamente. Estos ocho días de parón me van a venir bien. Anímicamente estoy muy bien, nada comparado a cómo estaba anteriormente. Dentro de dos meses, sabré si solo he jugado los 15 minutos de Bilbao o 500 minutos".
Bueno ha defendido las condiciones de un contrato "que seguramente hace tres años era más llevadero para el club". "El presidente fue a por mí a Madrid y puso sobre la mesa un contrato. Cualquier jugador quiere cumplirlo y más ahora en la situación económica en la que se encuentra el país. El contrato me da seguridad a la hora de afrontar mi vida personal. Yo nunca he dicho públicamente que me fuese a bajar ni mil, ni 2.000, ni 200.000 euros. Yo he dicho que ayudaría al club y qué mejor ayuda que el año pasado, cuando estuvimos seis meses sin cobrar. Si dentro [en el vestuario] la cosa hubiese estado mal, el club no estaría en Primera. Yo no he puesto pegas para cobrar un mes delante o un mes detrás, pero los trabajadores se rigen por su contrato".
Alberto Bueno ha sentido el apoyo moral de los capitanes, aunque poco más. "Lo he sentido a la hora de llegar al vestuario y que se preocupasen en el sentido de preguntarte cómo estás, pero a la hora de que se solucione o dar un paso adelante no, porque no se ha solucionaba la cosa. Los compañeros me han mostrado todo su apoyo, pero posiblemente no tienen a su altura cambiar la visión del entrenador, el presidente y el director deportivo para que vaya a la concentración o empiece a entrenar con el grupo".
Cuando jugó el pasado domingo, Bueno echó la vista atrás. "Hace un mes y medio pensé que podía debutar en la jornada 20, 30 o 40. La situación era muy negra. Si yo le dijese a algún amigo o familiar que iba a jugar en la tercera jornada, posiblemente me llamarían tonto".
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Alberto Bueno bajo la atenta mirada de el entrenador.