titojose54
31/05/2012, 00:29
Una puesta de marcha más dio a los de Del Bosque la rapidez necesaria para deshacer a una Corea del Sur que solo aguantó durante medio partido.
Todo fue, sino de mentira, un poco engañoso. Ese dejarse ir de Corea, ese dominio de España, sin gol, esa contra de los asiáticos que no llegaba a ningún lado y, sobre todo, el partido en sí, con más la mitad del equipo titular español fuera y también el de los coreanos, que trajeron a un equipo B.
Y también el juego de unos y otros. Se suponía una Corea que mordiera, que presionara, que te agobiara en la presión, pero no fue eso. Sí hubo puentes rotos, con gente detrás del balón, pero nadie cogió a España de la garganta para ahogarla en su creación. Así que el ir de los de Del Bosque fue continuo, tanto que empezó a gustarse en exceso, sobre todo cuando marcó Torres en un remate de espaldas, este "niño" se va ha salir en esta Eurocopa a ver lo que me equivoco, es un gol de Crak total.
Todo pareció unas puertas abiertas para la goleada. España movía el balón con precisión, sin agobios mientras los coreanos llegaban tarde a todo, al corte, a la presión, a la contra, a todo. Un partido sin historia, sin nada que añadir al palmarés. Pero algo empezó a crecer por debajo: unas sombras que empañan el futuro. España llegaba, pero no tenía pegada, ocasiones sin gol, oportunidades sin Villa, errores en el remate por exceso de confianza, por buscar con ansia la filigrana en vez de la efectividad. Mal asunto no tener pegada cuando lo que va a venir va a ser veinte veces más duro que esto.
A tanto fue la confianza que la medular hispana empezó a cubrir poco, los coreanos a jugar al contrataque y el tropezón se aplazó porque Albiol, una llave de seguridad, estuvo atento al corte, rápido en la intercepción y seguro en toda clase de juego. La medular no lo estuvo tanto. Al borde del descanso dejaron a Do Heon controlar un balón en la frontal y nadie fue a tapar el tiro. El medio coreano lo colocó donde y como quiso. Otro fallo de concentración, otro error de confianza. Mala cosa.
Era engañoso, cierto, pero esto va a suceder un partido sí y otro también en Polonia y, sobre todo, en Ucrania, en los cruces. E incluso en primera ronda porque Italia no necesita ni siquiera una ocasión clara para meterte dos y mandarte al hoyo con caja de pino incluida. Claro que tenemos a Xavi e Iniesta en la recámara pero allí no va a estar Corea, sino gigantes de tamaño natural.
Soluciones de urgencia.
Los males mayores, medianos y menores, se arreglaron en un pis pas, en cuando se aceleró el movimiento de balón justo cuando los coreanos, hartos de no encontrar el balón, se empezaron a ir abajo. Además, como son cándidos, hicieron un penalti cómico que Xabi Alonso clavó con su seguridad habitual. Cazorla dejó listo el compromiso con un detalle de técnica y calidad y puso el tercero en un golpe franco de esos que debería ver Cristiano para aprender.
Y luego ya nada, Corea ni iba ni venía y España se fue encima para rematarla. Lo hizo Negredo, que es de los que menos perdonan, y los asiáticos ya no quisieron más. Se rindieron sin condiciones. Aún quedaron cosas, la buena conexión que no había existido ante Serbia entre Soldado y Negredo y el buen partido de Xabi Alonso y Albiol. Notas para tener en cuenta.
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El "niño" celebra su explendido gol.
Todo fue, sino de mentira, un poco engañoso. Ese dejarse ir de Corea, ese dominio de España, sin gol, esa contra de los asiáticos que no llegaba a ningún lado y, sobre todo, el partido en sí, con más la mitad del equipo titular español fuera y también el de los coreanos, que trajeron a un equipo B.
Y también el juego de unos y otros. Se suponía una Corea que mordiera, que presionara, que te agobiara en la presión, pero no fue eso. Sí hubo puentes rotos, con gente detrás del balón, pero nadie cogió a España de la garganta para ahogarla en su creación. Así que el ir de los de Del Bosque fue continuo, tanto que empezó a gustarse en exceso, sobre todo cuando marcó Torres en un remate de espaldas, este "niño" se va ha salir en esta Eurocopa a ver lo que me equivoco, es un gol de Crak total.
Todo pareció unas puertas abiertas para la goleada. España movía el balón con precisión, sin agobios mientras los coreanos llegaban tarde a todo, al corte, a la presión, a la contra, a todo. Un partido sin historia, sin nada que añadir al palmarés. Pero algo empezó a crecer por debajo: unas sombras que empañan el futuro. España llegaba, pero no tenía pegada, ocasiones sin gol, oportunidades sin Villa, errores en el remate por exceso de confianza, por buscar con ansia la filigrana en vez de la efectividad. Mal asunto no tener pegada cuando lo que va a venir va a ser veinte veces más duro que esto.
A tanto fue la confianza que la medular hispana empezó a cubrir poco, los coreanos a jugar al contrataque y el tropezón se aplazó porque Albiol, una llave de seguridad, estuvo atento al corte, rápido en la intercepción y seguro en toda clase de juego. La medular no lo estuvo tanto. Al borde del descanso dejaron a Do Heon controlar un balón en la frontal y nadie fue a tapar el tiro. El medio coreano lo colocó donde y como quiso. Otro fallo de concentración, otro error de confianza. Mala cosa.
Era engañoso, cierto, pero esto va a suceder un partido sí y otro también en Polonia y, sobre todo, en Ucrania, en los cruces. E incluso en primera ronda porque Italia no necesita ni siquiera una ocasión clara para meterte dos y mandarte al hoyo con caja de pino incluida. Claro que tenemos a Xavi e Iniesta en la recámara pero allí no va a estar Corea, sino gigantes de tamaño natural.
Soluciones de urgencia.
Los males mayores, medianos y menores, se arreglaron en un pis pas, en cuando se aceleró el movimiento de balón justo cuando los coreanos, hartos de no encontrar el balón, se empezaron a ir abajo. Además, como son cándidos, hicieron un penalti cómico que Xabi Alonso clavó con su seguridad habitual. Cazorla dejó listo el compromiso con un detalle de técnica y calidad y puso el tercero en un golpe franco de esos que debería ver Cristiano para aprender.
Y luego ya nada, Corea ni iba ni venía y España se fue encima para rematarla. Lo hizo Negredo, que es de los que menos perdonan, y los asiáticos ya no quisieron más. Se rindieron sin condiciones. Aún quedaron cosas, la buena conexión que no había existido ante Serbia entre Soldado y Negredo y el buen partido de Xabi Alonso y Albiol. Notas para tener en cuenta.
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El "niño" celebra su explendido gol.