Minorisa
19/05/2012, 16:49
CONFIDENCIALRSS Barça ([Only registered and activated users can see links])Guardiola ya sabía desde enero que Tito podía ser su sustituto
Antes de desaparecer, Guardiola debe aportar luz en el proceso de elección de su sustituto
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Confidencias entre Zubizarreta y Pep Guardiola | Foto: J.MONFORT
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A. Masnou| 19.05.2012 | 04:05h
Fue en el mes de enero cuando Pep Guardiola tuvo las primeras noticias de que Tito Vilanova podría ser su sustituto si finalmente decidía no renovar. A esas alturas de la temporada, aún no había tomada la decisión pero ya había comunicado a Zubizarreta sus intenciones. Y Zubi le transmitió las suyas en un restaurante de l'Eixample barcelonés donde se habían citado a cenar. Las cartas estaban encima de la mesa entre dos personas cuya relación siempre ha sido sincera.
Desde entonces han pasado cinco meses y la relación se ha enturbiado por el deseo de Guardiola de separar la noticia de su partida con la de su sustituto y la voluntad del secretario técnico de demostrar que tenía una solución instántanea. 'El País' relataba en su edición de ayer los pormenores de este proceso en el que los jugadores también han tenido un papel importante con la presión a Pep para que siguiera. “Ni los mensajes de los jugadores (Valdés, Iniesta, Xavi y sobre todo Messi lellenaron el móvil de SMS), ni el propio Vilanova le hicieron cambiar de opinión”.
Los tres días posteriores a la eliminación contra el Chelsea fueron frenéticos porque “el escenario descolocó a Guardiola desde que Zubi ofreció el cargo a Tito el mismo miércoles, en el desayuno en casa de Pep”.
Desde entonces hasta ahora se ha producido una desafección de Guardiola con la situación que la considera incómoda y de la que solo parece querer escapar. Irse y desaparecer durante un buen tiempo. Quitarse de enmedio. Antes, sin embargo, esta historia preciosa escrita durante cuatro años con tanta maestría precisa de un final a la altura. Su despedida del Camp Nou fue tal y como deseaba pero ahora este silencio siembra dudas entorno a Tito Vilanova y al futuro que iniciará a partir de julio. Tiene guasa que después de unas 150 ruedas de prensa al año durante cuatro temporadas ahora lleguemos al final de su etapa en el banquillo y le haga falta una para clarificar el proceso y no dejarle a Tito un camino sembrado de minas. Después del anuncio de su marcha, Guardiola no ha efectuado ninguna comparecencia y focalizar la previa de la Copa del Rey en este asunto sería entendido como empezar a tirar el último título en juego. Ahora Guardiola debe gestionar su tempo para poder decir en público lo que en su día le dijo a Tito en privado: sus ánimos a aventurarse como entrenador si se sentía con fuerzas.
Antes de desaparecer, Guardiola debe aportar luz en el proceso de elección de su sustituto
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A. Masnou| 19.05.2012 | 04:05h
Fue en el mes de enero cuando Pep Guardiola tuvo las primeras noticias de que Tito Vilanova podría ser su sustituto si finalmente decidía no renovar. A esas alturas de la temporada, aún no había tomada la decisión pero ya había comunicado a Zubizarreta sus intenciones. Y Zubi le transmitió las suyas en un restaurante de l'Eixample barcelonés donde se habían citado a cenar. Las cartas estaban encima de la mesa entre dos personas cuya relación siempre ha sido sincera.
Desde entonces han pasado cinco meses y la relación se ha enturbiado por el deseo de Guardiola de separar la noticia de su partida con la de su sustituto y la voluntad del secretario técnico de demostrar que tenía una solución instántanea. 'El País' relataba en su edición de ayer los pormenores de este proceso en el que los jugadores también han tenido un papel importante con la presión a Pep para que siguiera. “Ni los mensajes de los jugadores (Valdés, Iniesta, Xavi y sobre todo Messi lellenaron el móvil de SMS), ni el propio Vilanova le hicieron cambiar de opinión”.
Los tres días posteriores a la eliminación contra el Chelsea fueron frenéticos porque “el escenario descolocó a Guardiola desde que Zubi ofreció el cargo a Tito el mismo miércoles, en el desayuno en casa de Pep”.
Desde entonces hasta ahora se ha producido una desafección de Guardiola con la situación que la considera incómoda y de la que solo parece querer escapar. Irse y desaparecer durante un buen tiempo. Quitarse de enmedio. Antes, sin embargo, esta historia preciosa escrita durante cuatro años con tanta maestría precisa de un final a la altura. Su despedida del Camp Nou fue tal y como deseaba pero ahora este silencio siembra dudas entorno a Tito Vilanova y al futuro que iniciará a partir de julio. Tiene guasa que después de unas 150 ruedas de prensa al año durante cuatro temporadas ahora lleguemos al final de su etapa en el banquillo y le haga falta una para clarificar el proceso y no dejarle a Tito un camino sembrado de minas. Después del anuncio de su marcha, Guardiola no ha efectuado ninguna comparecencia y focalizar la previa de la Copa del Rey en este asunto sería entendido como empezar a tirar el último título en juego. Ahora Guardiola debe gestionar su tempo para poder decir en público lo que en su día le dijo a Tito en privado: sus ánimos a aventurarse como entrenador si se sentía con fuerzas.