titojose54
03/02/2012, 14:35
El apagón de Messi, la pérdida de gol y las lesiones afean a un equipo que, pese a las malas sensaciones, aspira aún a ganar todo.
Segundo en la Liga, a siete puntos del Madrid. A una victoria de la final de la Copa del Rey y con el sueño intacto en la Liga de Campeones, donde se jugará el pase a cuartos ante el Leverkusen. Junto al Athletic, el Barcelona es el único equipo español con aspiraciones en tres competiciones, pero no intimida como antes. Es más una cuestión de sensaciones que de resultados, pero la realidad es que, a principios de febrero, los de Guardiola acumulan seis empates en el campeonato de Liga, cinco más que en la misma jornada de la anterior campaña. En derrotas (una) iguala los números. La maquinaria se ha atascado, no funciona como un reloj suizo y ha generado las primeras dudas. Intranquilidad que ha llevado a los dirigentes azulgrana, en contra de su costumbre en años de bonanza, a recurrir en sus declaraciones al manido recurso de los errores arbitrales. Todo un síntoma.
Aunque no es la peor racha de Guardiola, con el empate en Mestalla acumulan tres encuentros sin celebrar una victoria. El gol de Puyol al Valencia le acerca a la final de la Copa, pero en la Liga la distancia con el club blanco preocupa en el entorno de un equipo acostumbrado a remar a favor de corriente desde la llegada de Guardiola al banquillo. Ya son siete los puntos a remontar.
Sin descanso
La preparación azulgrana está enfocada a llegar a tope a los últimos meses de competición, donde se decide todo, y las piernas pesan en febrero por la acumulación de partidos. Piqué ha quedado muy señalado por sus últimas actuaciones. Descolocado, lento e inseguro en la salida de balón, sus compañeros se ha tenido que multiplicar para minimizar daños. «No todos los equipos tienen la fortuna de jugar dos partidos por semana. Suplimos el cansancio con ilusión y ganas», afirmó ayer el centrocampista Thiago Alcántara. Sin descanso, la fatiga es también mental y de ella no se libran ni las estrellas. Messi, al como la mayoría de sus compañeros, ha rendido por debajo de sus posibilidades y no ha marcado en seis de los últimos ocho encuentros. Ante el Valencia no acertó ni de penalti y Diego Alves continuó engrandeciendo su estadística. El barcelonismo echa en falta especialmente los goles del argentino fuera del Camp Nou a pesar de que anotara un triplete en Málaga que pareció poner fin a la sequía. Thiago niega que el equipo del estado de gracia del balón de oro: «En el Barça no existe “messidependencia”».
A la menor capacidad goleadora, se ha unido la plaga de lesiones que ha mermado una plantilla de por sí ya corta desde principio de temporada. Iniesta, Villa, Afellay y Fontàs no están disponibles para un técnico que ha preferido recurrir a la cantera antes que al mercado de invierno. Isaac Cuenca ya es habitual en sus alineaciones. La suerte también ayuda a resolver partidos y hasta en eso el Barcelona está este año negado. A sus males, el equipo suma las 28 ocasiones en que los jugadores azulgrana se han estrellado contra los postes, que este dato tiene tela.
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Messi no ha marcado en seis de sus últimos ocho encuentros.
Segundo en la Liga, a siete puntos del Madrid. A una victoria de la final de la Copa del Rey y con el sueño intacto en la Liga de Campeones, donde se jugará el pase a cuartos ante el Leverkusen. Junto al Athletic, el Barcelona es el único equipo español con aspiraciones en tres competiciones, pero no intimida como antes. Es más una cuestión de sensaciones que de resultados, pero la realidad es que, a principios de febrero, los de Guardiola acumulan seis empates en el campeonato de Liga, cinco más que en la misma jornada de la anterior campaña. En derrotas (una) iguala los números. La maquinaria se ha atascado, no funciona como un reloj suizo y ha generado las primeras dudas. Intranquilidad que ha llevado a los dirigentes azulgrana, en contra de su costumbre en años de bonanza, a recurrir en sus declaraciones al manido recurso de los errores arbitrales. Todo un síntoma.
Aunque no es la peor racha de Guardiola, con el empate en Mestalla acumulan tres encuentros sin celebrar una victoria. El gol de Puyol al Valencia le acerca a la final de la Copa, pero en la Liga la distancia con el club blanco preocupa en el entorno de un equipo acostumbrado a remar a favor de corriente desde la llegada de Guardiola al banquillo. Ya son siete los puntos a remontar.
Sin descanso
La preparación azulgrana está enfocada a llegar a tope a los últimos meses de competición, donde se decide todo, y las piernas pesan en febrero por la acumulación de partidos. Piqué ha quedado muy señalado por sus últimas actuaciones. Descolocado, lento e inseguro en la salida de balón, sus compañeros se ha tenido que multiplicar para minimizar daños. «No todos los equipos tienen la fortuna de jugar dos partidos por semana. Suplimos el cansancio con ilusión y ganas», afirmó ayer el centrocampista Thiago Alcántara. Sin descanso, la fatiga es también mental y de ella no se libran ni las estrellas. Messi, al como la mayoría de sus compañeros, ha rendido por debajo de sus posibilidades y no ha marcado en seis de los últimos ocho encuentros. Ante el Valencia no acertó ni de penalti y Diego Alves continuó engrandeciendo su estadística. El barcelonismo echa en falta especialmente los goles del argentino fuera del Camp Nou a pesar de que anotara un triplete en Málaga que pareció poner fin a la sequía. Thiago niega que el equipo del estado de gracia del balón de oro: «En el Barça no existe “messidependencia”».
A la menor capacidad goleadora, se ha unido la plaga de lesiones que ha mermado una plantilla de por sí ya corta desde principio de temporada. Iniesta, Villa, Afellay y Fontàs no están disponibles para un técnico que ha preferido recurrir a la cantera antes que al mercado de invierno. Isaac Cuenca ya es habitual en sus alineaciones. La suerte también ayuda a resolver partidos y hasta en eso el Barcelona está este año negado. A sus males, el equipo suma las 28 ocasiones en que los jugadores azulgrana se han estrellado contra los postes, que este dato tiene tela.
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Messi no ha marcado en seis de sus últimos ocho encuentros.