Edu
28/07/2011, 23:56
Pesadilla en Gil Street
Continuos gritos de "Agüero muérete", pancarta contra De Gea en la grada y algunos gritos contra los propietarios. Así fue el ambiente que reinó durante el primer partido oficial del enésimo Atlético del Gilifato, versión 24.0, un equipo que sigue dejando el mismo poso que en anteriores ediciones. Ganas, todas. Fútbol, cero. Pasan los años y pesan los kilos. Los que Gil dice que pone y los que no se gastan en fichajes de primera línea. El público (dividido entre los que sí tienen cuello para girarse al palco y los que prefieren una buena bolsa), tuvo la deferencia de acercarse al Manzanares para mendigar algo de fútbol y poder descargar la rabia contenida en un verano donde ha sufrido cornadas de doble trayectoria. En el verde, nada nuevo bajo el sol. Ante un rival flojo, amateur y escolar, lo que queda del Atlético brindó un primer tiempo que podría haber hecho vomitar a una cabra. En el segundo acto hubo mejoría colchonera (hacerlo peor era imposible), cayó un puñado de ocasiones y cuando el viento soplaba de cara, llegó el tanto noruego que precipitó un final de pesadilla en Gil Street.
A años luz de su historia y a miles de horas de trabajo de lo que se pretende sea este equipo (sí, aún está en pretemporada), el Atlético se fue a la ducha con un exigüo triunfo y una renta pobre. Sus aficionados, abonados y hartos, pasivos y activos, cocincidieron en un mismo sentimiento. Obtuvieron una radiografía exacta de su equipo: Urgen tres o cuatro fichajes de primer nivel. En caso contrario, el Gil-Atlético versión 24.0 estará peleando por la Liga. Por la Liga Adelante. Amén de los buenos desmarques de Adrián, de las intenciones de Gabi hasta que le duró la gasolina, de los dos golazos de Reyes, y a pesar de la expulsión de Miranda (debut, roja y un partido para hacer honor a su apellido) y del gol de los patriotas del salmón, lo mejor de la noche llegó con el postpartido de Telemadrid. Fue intenso:
-A ver si tenemos tiempo para hablar con el bigoleador del partido, Reyes...
-No, no hay tiempo. Nos tenemos que ir.
-De acuerdo.
Y se fueron. Telemadrid se fue a publicidad. Miguel Ángel Gil Marín se fue a un punto indeterminado del planeta tierra, si es que no estuvo dando vueltas por la M-30 (dice que sufre mucho en el palco). Enrique Cerezo se fue a su casa, cabe imaginar que feliz con el estreno de lo que él califica como "otro proyecto ilusionante". Simao, Jurado, De Gea, Ujfalusi y Kun ya se habían ido. Y el aficionado del Atlético, que siente y padece, también se fue. Se fue a su casa. Y de camino, por el Paseo de los Pontones, evocó la letra del tango: "Vergüenza de haber sido, dolor de ya no ser".
Rubén Uría / Eurosport
Continuos gritos de "Agüero muérete", pancarta contra De Gea en la grada y algunos gritos contra los propietarios. Así fue el ambiente que reinó durante el primer partido oficial del enésimo Atlético del Gilifato, versión 24.0, un equipo que sigue dejando el mismo poso que en anteriores ediciones. Ganas, todas. Fútbol, cero. Pasan los años y pesan los kilos. Los que Gil dice que pone y los que no se gastan en fichajes de primera línea. El público (dividido entre los que sí tienen cuello para girarse al palco y los que prefieren una buena bolsa), tuvo la deferencia de acercarse al Manzanares para mendigar algo de fútbol y poder descargar la rabia contenida en un verano donde ha sufrido cornadas de doble trayectoria. En el verde, nada nuevo bajo el sol. Ante un rival flojo, amateur y escolar, lo que queda del Atlético brindó un primer tiempo que podría haber hecho vomitar a una cabra. En el segundo acto hubo mejoría colchonera (hacerlo peor era imposible), cayó un puñado de ocasiones y cuando el viento soplaba de cara, llegó el tanto noruego que precipitó un final de pesadilla en Gil Street.
A años luz de su historia y a miles de horas de trabajo de lo que se pretende sea este equipo (sí, aún está en pretemporada), el Atlético se fue a la ducha con un exigüo triunfo y una renta pobre. Sus aficionados, abonados y hartos, pasivos y activos, cocincidieron en un mismo sentimiento. Obtuvieron una radiografía exacta de su equipo: Urgen tres o cuatro fichajes de primer nivel. En caso contrario, el Gil-Atlético versión 24.0 estará peleando por la Liga. Por la Liga Adelante. Amén de los buenos desmarques de Adrián, de las intenciones de Gabi hasta que le duró la gasolina, de los dos golazos de Reyes, y a pesar de la expulsión de Miranda (debut, roja y un partido para hacer honor a su apellido) y del gol de los patriotas del salmón, lo mejor de la noche llegó con el postpartido de Telemadrid. Fue intenso:
-A ver si tenemos tiempo para hablar con el bigoleador del partido, Reyes...
-No, no hay tiempo. Nos tenemos que ir.
-De acuerdo.
Y se fueron. Telemadrid se fue a publicidad. Miguel Ángel Gil Marín se fue a un punto indeterminado del planeta tierra, si es que no estuvo dando vueltas por la M-30 (dice que sufre mucho en el palco). Enrique Cerezo se fue a su casa, cabe imaginar que feliz con el estreno de lo que él califica como "otro proyecto ilusionante". Simao, Jurado, De Gea, Ujfalusi y Kun ya se habían ido. Y el aficionado del Atlético, que siente y padece, también se fue. Se fue a su casa. Y de camino, por el Paseo de los Pontones, evocó la letra del tango: "Vergüenza de haber sido, dolor de ya no ser".
Rubén Uría / Eurosport