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Ver versión completa : Con aroma a despedida.



titojose54
16/06/2011, 17:09
García Calvo dice que aún no ha decidido su futuro, pero deja entrever su adiós.

García Calvo es un tipo con carácter. Hay una anécdota que lo ilustra perfectamente. Jonathan Sesma, cuando militaba en el Cádiz, se llevó por delante a Sisi en una entrada de esas que vienen de una jugada anterior. Estaba cerca del córner. García Calvo, mientras uno se retorcía y el otro ponía cara de inocente, se acentó al canario y le espetó: «Si vuelves a tocar al pequeño, te reviento». Sesma buscó con la mirada al árbitro. «¡Arbi, arbi! Tarjeta a este, que me está amenazando», le llamó. Y García Calvo, señalando al trencilla: «Este no tiene cojones para sacarme a mí tarjeta, así que ándate con cuidado». Tal cual. Ni tarjeta, ni más problemas para Sisi en todo el partido.

Arredrar a alguien así, curtido en un Atlético de Madrid al que sacó de Segunda División, por un asunto futbolísto es complicado. Hay que tocar más allá. Y a García Calvo algunas críticas le han llegado por mal sitio y en el momento más inoportuno. «Tengo la conciencia tranquila y lo que opinen los demás es cosa de ellos, es su profesión, tienen que opinar y valorar las cosas pero hay que ser un poco más objetivo y he visto cosas y críticas normales, porque es así, me he equivocado, pero no todo lo he hecho tan mal. Hay gente que quiere hacer ver a quien coge un periódico o escucha la radio que se ha hecho todo rematadamente mal», decía ayer.

Hacía estas declaraciones después del adiós de Chuti Molina, un hombre que ha hecho su trabajo, se ha granjeado la simpatía de todos en el club y ha salido de allí alabando la figura de su compañero de fatigas, José Antonio García Calvo, a quien considera «un hermano». Es curioso, pero se repite la historia de José Luis Pérez Caminero y Víctor Orta, y puede que con el mismo desenlace. García Calvo no quería dar pistas sobre una decisión que asegura no tener tomada aún, pero que ayer, por momentos, traicionó su subconsciente. «Mi dedicación ha sido plena al equipo. Esto era un proyecto nuevo para mí, empezaba en esto, sabía cuál era mi rol, los bofetones que me iba a llevar, pero he estado aquí ocho años de mi vida, la gente me conoce. Mi trayectoria deportiva esta ahí, como director deportivo he estado un año, he dado todo lo que tenía que dar, he hecho todo lo que tenía que hacer por este equipo. Seguro que me he equivocado, segurísimo, en algunas decisiones, pero cuando jugaba lo daba todo y lo hacía de corazón y en este puesto lo he hecho igual», trataba de explicar.

Había asistido durante un cuarto de hora a la rueda de prensa multitudinaria de Chuti Molina. Sentado sobre una de las mesas de la cafetería de los Anexos, junto a un Carlos Suárez que se mantuvo de pie y que esta vez no intervino en ningún momento. Hablaron poco. Y García Calvo accedió a ser el siguiente en pasar por los micrófonos, aún con el ánimo bajo por lo vivido los días anteriores. «Mi futuro, lo importante es el club, mi futuro... No sé lo que pasará», fue su lacónica intervención a las primeras de cambio.

El elemento unificador

Chuti Molina dio algunas pistas de por dónde van esas pequeñas cosas que han hecho mella en ese tipo con carácter que se ha ocupado de la dirección deportiva en el año siguiente a un descenso y empezando de cero en el puesto, sin experiencia previa. «No sé si darle un aprobado a este equipo, pero si hemos llegado adonde hemos llegado ha sido porque García Calvo nos ha unido a todos», dijo.

En realidad el exjugador no ha hecho más que lo que había hecho decenas de veces cuando era jugador y veía que las cosas no iban por donde debían. Juntar a toda la plantilla a comer, o a cenar, hacer piña, pasar horas y horas de conversación con los más díscolos. Una forma de ser que compartían otros en el vestuario no hace mucho, como Marcos, Víctor, Óscar Sánchez... Por eso su papel como director deportivo ha sido más complejo que el de realizar fichajes. Por eso él, mejor que nadie, valora lo que le ha aportado Chuti Molina, un secretario técnico más al uso habitual.

Por eso las palabras de Molina le cayeron como un bálsamo al aún responsable de la parcela deportiva. «Quiero que piense eso la gente que me conoce. Hemos trabajado mucho, en momentos complicados hemos trabajado mucho más, nos habremos equivocado seguro y creo que después de la situación tan caótica que vivió el equipo, conseguimos darle la vuelta entre todos».

Tiempo para decidir

Con todo, y a pesar de que las palabras de García Calvo sonaron a adiós en muchos momentos de su comparecencia, el director deportivo dejó una puerta abierta a su posible continuidad. «Depende de lo que pase, [en el consejo de administración] saben cuál es mi idea», dijo primero de forma un tanto enigmática. «He hablado, he dicho que no tengo la decisión tomada, tengo que pensarlo mucho antes de hacerlo», añadió después.

El tipo con carácter, el que ayer apretaba la mandíbula mientras pensaba cómo responder a todas las cuestiones que se le plantearon, tuvo su peor momento el lunes. Viajaba en el tren, sentado junto a Abel Resino, dándole vueltas a la lista de la plantilla, viendo quién acaba contrato, quién no... Pero no se quitaba de la cabeza lo vivido en Elche. «Me dio muchísima pena el otro día el equipo. Acabé el partido con mucha fuerza pero el lunes me vine un poco abajo», reconoció. Y ahí volvió otra vez al asunto de las críticas dañinas. «Cuando ves y escuchas cosas y la cantidad de mierda que pueden llegar a soltar ciertas personas, te sientes mal. Pero mi decisión no se va a producir por lo que opinen de mí ciertas personas», aclaró.

La decisión de García Calvo será, eso sí, lo más rápida posible. «Cuanto antes sea, mejor», dice. Hay que planificar otro intento de ascenso.