titojose54
23/05/2011, 14:04
El Deportivo valía 286,5 millones en 2001. El club no supo hacer un equipo competitivo con un presupuesto de 52.
El 28 de diciembre de 2001, José Antonio Martín, «Petón», profesional de la empresa Bahía Internacional, valoró al Deportivo en 286,5 millones de euros. Eran tiempos de Albariño, pulpo y rosas. El equipo conquistó la Liga el año 2000 y volaba camino de su segunda Copa, que celebró seis meses después en el centenario del Real Madrid (0-2). Irureta remató una época triunfal en 2004, con las semifinales de la Liga de Campeones. El Oporto de Deco eliminó al conjunto gallego, que finalizó en el tercer puesto en la Liga. Desde entonces, las deudas generadas por una inversión que buscaba la gloria mermaron el potencial del equipo. Octavo en las dos temporadas siguientes, el decimotercer puesto en el campeonato 06-07 fue el aviso de un problema económico que la crisis terminó por dinamitar.
2008: deuda de 159 millones
El Deportivo 07-08 tenía una deuda de 159,8 millones. La urgencia de reducir los números rojos impidió paulatinamente componer una plantilla notable durante los últimos años. Esta temporada, el club presentó un presupuesto de 52 millones, con los débitos rebajados a la mitad: 87 millones. El descenso es el resultado de una etapa en la que Lendoiro no supo crear un once competitivo sin dinero. La ausencia de un goleador desde el adiós de Tristán en 2006 ha sido la clave de una crisis futbolística que estalló en el presente campeonato con el peor balance goleador de Primera: 31 tantos. En 21 partidos, ni marcó.
La falta de rematadores ha sido un déficit crónico. Ningún jugador sumó diez goles desde 2007. Adrián, con ocho, ha sido el Pichichi del equipo 10-11. Lassad consiguió cinco. Riki, tres. La pasada temporada, Riki alcanzó ocho, Adrián se quedó en cuatro y Mista se despidió con uno. El referente ofensivo, Riki, logró seis en la Liga 08-09 y cinco en la anterior. Datos que expresan una carencia que ha condenado a los blanquiazules.
Un seguro de 15 millones
La crisis devora al primer grande del fútbol español. Un club que no supo volver a jugar como un modesto. Aunque Lendoiro nunca dejó de vivir muy bien en la entidad. Cobra un salario que supone el uno por ciento del presupuesto y a lo largo de su mandato, comenzado en 1988, ingresó más de seis millones de euros. Además, colocó en el club a tres de sus hijos.
«El infierno» deja al Deportivo en situación incierta. La deuda, 87 millones, es excesiva. El presidente firmó un seguro privado de descenso que aportará 15 millones( en otro hilo digo que con este seguro la temporada que viene el Depor no tendría problemas economicos, pero yo pense que el montante economico sería mayor y por lo que se ve es a todas luces insuficiente).. Exigirá al Racing y al Zaragoza que le paguen los 8 millones que le deben. Y formará una plantilla de guerra. La continuidad de Lopo está paralizada. Adrián, Juan Rodríguez y Antonio Tomás no renovarán. Se marcharán Juca, Míchel, Xisco, Rindaroy, Sand y Desmarets. Quedan catorce hombres con ficha, entre ellos Valerón y Manuel Pablo. Riki está dispuesto a quedarse. Lotina acaba contrato.
Solo les faltó un empate para salvarse. Y eso que Míchel, cedido por el Valencia, admitió que su equipo de procedencia no rindió a tope: «El Valencia jugó a medio gas. Les llamé pidiéndoles que nos ayudaran».
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Tristeza en la afición deportivista.
El 28 de diciembre de 2001, José Antonio Martín, «Petón», profesional de la empresa Bahía Internacional, valoró al Deportivo en 286,5 millones de euros. Eran tiempos de Albariño, pulpo y rosas. El equipo conquistó la Liga el año 2000 y volaba camino de su segunda Copa, que celebró seis meses después en el centenario del Real Madrid (0-2). Irureta remató una época triunfal en 2004, con las semifinales de la Liga de Campeones. El Oporto de Deco eliminó al conjunto gallego, que finalizó en el tercer puesto en la Liga. Desde entonces, las deudas generadas por una inversión que buscaba la gloria mermaron el potencial del equipo. Octavo en las dos temporadas siguientes, el decimotercer puesto en el campeonato 06-07 fue el aviso de un problema económico que la crisis terminó por dinamitar.
2008: deuda de 159 millones
El Deportivo 07-08 tenía una deuda de 159,8 millones. La urgencia de reducir los números rojos impidió paulatinamente componer una plantilla notable durante los últimos años. Esta temporada, el club presentó un presupuesto de 52 millones, con los débitos rebajados a la mitad: 87 millones. El descenso es el resultado de una etapa en la que Lendoiro no supo crear un once competitivo sin dinero. La ausencia de un goleador desde el adiós de Tristán en 2006 ha sido la clave de una crisis futbolística que estalló en el presente campeonato con el peor balance goleador de Primera: 31 tantos. En 21 partidos, ni marcó.
La falta de rematadores ha sido un déficit crónico. Ningún jugador sumó diez goles desde 2007. Adrián, con ocho, ha sido el Pichichi del equipo 10-11. Lassad consiguió cinco. Riki, tres. La pasada temporada, Riki alcanzó ocho, Adrián se quedó en cuatro y Mista se despidió con uno. El referente ofensivo, Riki, logró seis en la Liga 08-09 y cinco en la anterior. Datos que expresan una carencia que ha condenado a los blanquiazules.
Un seguro de 15 millones
La crisis devora al primer grande del fútbol español. Un club que no supo volver a jugar como un modesto. Aunque Lendoiro nunca dejó de vivir muy bien en la entidad. Cobra un salario que supone el uno por ciento del presupuesto y a lo largo de su mandato, comenzado en 1988, ingresó más de seis millones de euros. Además, colocó en el club a tres de sus hijos.
«El infierno» deja al Deportivo en situación incierta. La deuda, 87 millones, es excesiva. El presidente firmó un seguro privado de descenso que aportará 15 millones( en otro hilo digo que con este seguro la temporada que viene el Depor no tendría problemas economicos, pero yo pense que el montante economico sería mayor y por lo que se ve es a todas luces insuficiente).. Exigirá al Racing y al Zaragoza que le paguen los 8 millones que le deben. Y formará una plantilla de guerra. La continuidad de Lopo está paralizada. Adrián, Juan Rodríguez y Antonio Tomás no renovarán. Se marcharán Juca, Míchel, Xisco, Rindaroy, Sand y Desmarets. Quedan catorce hombres con ficha, entre ellos Valerón y Manuel Pablo. Riki está dispuesto a quedarse. Lotina acaba contrato.
Solo les faltó un empate para salvarse. Y eso que Míchel, cedido por el Valencia, admitió que su equipo de procedencia no rindió a tope: «El Valencia jugó a medio gas. Les llamé pidiéndoles que nos ayudaran».
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Tristeza en la afición deportivista.