titojose54
21/05/2011, 15:09
Abel Resino recupera a Nauzet y Baraja en un enfrentamiento «con mucha tensión» ante el Nàstic.
El Real Valladolid se juega hoy (Zorrilla, 16 horas, Marca TV) mantener el vigor en su lucha por la fase de ascenso. El Gimnàstic de Tarragona pelea por la permanencia. Los objetivos difieren. La necesidad, no. «Va a haber mucha tensión», apunta Abel Resino, técnico blanquivioleta.
El choque servirá para comprobar la reacción de la plantilla vallisoletana tras el chasco de Tenerife: del mazazo psicológico a la rabia convenientemente canalizada tras quebrarse una gran racha de puntuación en el momento más inesperado. Abel prefiere echar la vista un poco más atrás para recordar de nuevo dónde estaba el equipo hace tres meses y en qué situación se encuentra ahora. «Ni los más optimistas podían pensar que íbamos a estar aquí. Pero lo hemos conseguido. Y lo de Tenerife ya está olvidado», afirma con rotundidad.
Abel recupera a todas las piezas del exitoso mecano. Javier Baraja vuelve a la lista de convocados tras superar una contractura en el glúteo y Nauzet Alemán podrá realizar las diabluras habituales en el volante derecho. Ninguno de los dos viajó a Tenerife. Valiente, recuperado del golpe del jueves, también está en la lista. Sergio Matabuena es el gran sacrificado. Titular en los dos últimos choques, el mediocentro cántabro verá el choque desde la grada.
La tradicional cautela de entrenadores como Abel Resino dejó paso ayer a un mensaje claro de confianza: «Seguramente ganaremos». Era el colofón a una disertación en la que el técnico recordó que el Real Valladolid es «un equipo fuerte» ante un conjunto como el Nàstic «recuperado mucho en los últimos tiempos» y en un choque que prevé «difícil». «Pero nosotros tenemos que poner nuestro fútbol y nuestra intensidad. Seguramente ganaremos».
El rival de esta tarde posee, a juicio de Abel, un «potencial superior al que marca la clasificación» (decimoctavo, 45 puntos). «Este año está siendo muy atípico para muchos equipos. Nosotros pasamos por una fase muy complicada. También parecía impensable que el Tenerife estuviera ahora en Segunda B cuando mantiene un plantel de jugadores parecido al que logró el ascenso. Pero esto es fútbol. Si las rachas negativas no se cortan, pesan mucho y se convierten en losas que generan muchos problemas dentro de los vestuarios. Si no se corta, suele ser una sangría».
El tramo final de Liga pondrá a prueba los nervios de los equipos aspirantes a jugar la fase de ascenso y la gestión de las ansiedades. Abel ve a su plantilla «tranquila». «Ahora hay que demostrar también que sabemos desenvolvernos con presión. Los equipos que juegan a ganadores, los que tienen aspiraciones de estar arriba, deben saber medirse con ambientes complicados, marcadores difíciles y partidos apretados. Ahí es donde realmente se demostrará que estamos capacitados. Espero que ante el Nàstic sepamos cumplir las expectativas y demos ese salto definitivo para tener opciones».
Con tres jornadas por delante para acabar la fase regular en la Liga Adelante, el chusco sistema de competición permite situaciones como la que se dará este fin de semana. Si el Elche no vence al Celta, el Rayo ascenderá el sábado antes de jugar al mediodía del domingo ante el Xerez, situado ahora mismo a tres puntos del Real Valladolid. Abel protesta: «Me parece ilógico que todos juguemos el sábado y solo haya un partido el domingo. La Liga y la Federación dirán que cumple la normativa vigente del horario unificado en los dos últimos partidos. Pero si ya estás en Primera, difícilmente vas a competir en un partido. Es posible, incluso, que se hayan ido de fiesta esa misma noche».
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Nauzet Alemán, que volverá al once inicial ante el Nàstic, durante el choque ante el Xerez.
El Real Valladolid se juega hoy (Zorrilla, 16 horas, Marca TV) mantener el vigor en su lucha por la fase de ascenso. El Gimnàstic de Tarragona pelea por la permanencia. Los objetivos difieren. La necesidad, no. «Va a haber mucha tensión», apunta Abel Resino, técnico blanquivioleta.
El choque servirá para comprobar la reacción de la plantilla vallisoletana tras el chasco de Tenerife: del mazazo psicológico a la rabia convenientemente canalizada tras quebrarse una gran racha de puntuación en el momento más inesperado. Abel prefiere echar la vista un poco más atrás para recordar de nuevo dónde estaba el equipo hace tres meses y en qué situación se encuentra ahora. «Ni los más optimistas podían pensar que íbamos a estar aquí. Pero lo hemos conseguido. Y lo de Tenerife ya está olvidado», afirma con rotundidad.
Abel recupera a todas las piezas del exitoso mecano. Javier Baraja vuelve a la lista de convocados tras superar una contractura en el glúteo y Nauzet Alemán podrá realizar las diabluras habituales en el volante derecho. Ninguno de los dos viajó a Tenerife. Valiente, recuperado del golpe del jueves, también está en la lista. Sergio Matabuena es el gran sacrificado. Titular en los dos últimos choques, el mediocentro cántabro verá el choque desde la grada.
La tradicional cautela de entrenadores como Abel Resino dejó paso ayer a un mensaje claro de confianza: «Seguramente ganaremos». Era el colofón a una disertación en la que el técnico recordó que el Real Valladolid es «un equipo fuerte» ante un conjunto como el Nàstic «recuperado mucho en los últimos tiempos» y en un choque que prevé «difícil». «Pero nosotros tenemos que poner nuestro fútbol y nuestra intensidad. Seguramente ganaremos».
El rival de esta tarde posee, a juicio de Abel, un «potencial superior al que marca la clasificación» (decimoctavo, 45 puntos). «Este año está siendo muy atípico para muchos equipos. Nosotros pasamos por una fase muy complicada. También parecía impensable que el Tenerife estuviera ahora en Segunda B cuando mantiene un plantel de jugadores parecido al que logró el ascenso. Pero esto es fútbol. Si las rachas negativas no se cortan, pesan mucho y se convierten en losas que generan muchos problemas dentro de los vestuarios. Si no se corta, suele ser una sangría».
El tramo final de Liga pondrá a prueba los nervios de los equipos aspirantes a jugar la fase de ascenso y la gestión de las ansiedades. Abel ve a su plantilla «tranquila». «Ahora hay que demostrar también que sabemos desenvolvernos con presión. Los equipos que juegan a ganadores, los que tienen aspiraciones de estar arriba, deben saber medirse con ambientes complicados, marcadores difíciles y partidos apretados. Ahí es donde realmente se demostrará que estamos capacitados. Espero que ante el Nàstic sepamos cumplir las expectativas y demos ese salto definitivo para tener opciones».
Con tres jornadas por delante para acabar la fase regular en la Liga Adelante, el chusco sistema de competición permite situaciones como la que se dará este fin de semana. Si el Elche no vence al Celta, el Rayo ascenderá el sábado antes de jugar al mediodía del domingo ante el Xerez, situado ahora mismo a tres puntos del Real Valladolid. Abel protesta: «Me parece ilógico que todos juguemos el sábado y solo haya un partido el domingo. La Liga y la Federación dirán que cumple la normativa vigente del horario unificado en los dos últimos partidos. Pero si ya estás en Primera, difícilmente vas a competir en un partido. Es posible, incluso, que se hayan ido de fiesta esa misma noche».
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Nauzet Alemán, que volverá al once inicial ante el Nàstic, durante el choque ante el Xerez.