ACastilla
25/10/2008, 14:01
Guardiola supera a sus maestros
Guardiola está sacando un gran rendimiento a la plantilla en el inicio de curso. Navega a velocidad de crucero
[Only registered and activated users can see links] El Barça de Guardiola ha superado, de momento, a grandes cracks del banquillo tras los primeros 10 partido
MÁS INFORMACIÓN
Guardiola: "Ya me gustaría acercarme al Dream Team..." ([Only registered and activated users can see links])
Guardiola juega al escondite ([Only registered and activated users can see links])
David Salinas/Javier Miguel <!--BARCELONA
-->
<!--p id="texto" class="normal">Josep Guardiola ha empezado con mucha fuerza al frente del FC Barcelona. Sus números así lo demuestran. Es el técnico con mejores registros en su primer año al frente del banquillo barcelonista. Tomando como referencia las siete primeras jornadas de Liga y las tres en competiciones europeas, el de Santpedor es el que más partidos ha ganado (8) y el que más goles ha marcado (29).
Las cifras, de todas formas, no deslumbran ni embriagan al entrenador catalán, que pese a sus 37 años, parece que lleve muchos más en el cambiante, complejo y enmarañado mundo del fútbol. “No sé si sumamos siete u ocho triunfos consecutivos.
Ahora no me acuerdo... Pero os doy mi palabra que tarde o temprano perderemos”, dijo ayer en rueda de prensa, para agregar que “lo más importante, entonces, será convencer a los jugadores de que todo lo que se ha hecho hasta ese momento ha sido bueno porque habrá que volver a luchar para ganar otra vez”.
GOLES
Lo que destaca del Barça de Guardiola es su contundencia. El equipo genera y marca muchos goles. Tantos, que hasta el propio técnico ha tenido que poner freno a la euforia que, fundadamente, se ha instalado entre la masa social barcelonista.
“Cuando se meten tantos goles al final puedes acabar confundido, pero veo al equipo bien, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Mi valoración, pues, es que estamos a un nivel medio-alto”, dijo.
El timonel barcelonista reconoció que, ni en sueños, hubiera imaginado este feliz y esperanzador presente a finales del mes de octubre. Un equipo lanzado, muy seguro de sí mismo y con un elevado grado de implicación en todas las facetas.
“Apenas estamos en la fase inicial de la temporada y, para bien o para mal, las cosas se están sobredimensionando en exceso”, dijo Guardiola, en un claro empeño de no acumular más elogios ni alabanzas, pues podrían ser contraproducentes y llevar al equipo a un estado de relajación que podría hacerle mucho daño.
“Queda aún una eternidad”, espetó el técnico con voz firme para que el mensaje llegara a todos los rincones del entorno barcelonista. Pep sabe que las loas de hoy serán espadas mañana si las cosas no ruedan como hasta ahora. Pero acepta las reglas del juego con toda la efectividad y contundencia. Y por esta razón se adelanta con absoluta y meridiana claridad a los acontecimientos.
Será entonces, en el momento en que la crisis deportiva llame a la puerta del equipo, cuando Guardiola apelará a la unidad que está teniendo el grupo ahora que los vientos le son favorables y le permiten navegar a velocidad de crucero. “En las malas épocas será cuando tendremos que agarrarnos a la solidaridad del trabajo”, comentó el técnico, a modo de ir preparando un terreno que, a buen seguro, y para desgracia de todo el barcelonismo, se acabará pisando. Pep, sin embargo, espera que la caída sea efímera, pasajera.
Así, con las ideas tan claras, consciente y preparado de lo que puede deparar el futuro inmediato, el de Santpedor trabaja el día a día con el único objetivo de ir partido a partido. Su equipo no ha ganado nada pese a los números que ha acumulado. Su equipo, pese a ser el mejor en la Champions (el único que ha ganado los tres primeros partidos) es cuarto en la Liga, a tres puntos del líder... Tiene mucho que demostrar todavía. Lo sabe. Y como viejo lobo de mar, no dejará encandilarse por los cantos de sirena que le llegan de todas partes.
Recuerda que, como jugador, los éxitos, y no pocos, le llegaron bajo la exigente cultura del esfuerzo, del trabajo y el sacrificio, aunque en ocasiones las decisiones del entonces entrenador, Johan Cruyff, le parecieran injustas o desproporcionadas. Y sabe, también, que el camino para alcanzar y abrazar las recompensas para por la disciplina y la profesionalidad. Y en eso anda desde que aceptó el reto el de Santpedor, en trabajar sobre el campo y, sobre todo, en dotar a sus discípulos de esas armas no futbolísticas que también conducen a la gloria. Y pisa firme su Barça... </p>
ESTE FIN DE SEMANA CONSIGUE CON SPORT EL PIJAMA DEL BARÇA...
</p--> Josep Guardiola ha empezado con mucha fuerza al frente del FC Barcelona. Sus números así lo demuestran. Es el técnico con mejores registros en su primer año al frente del banquillo barcelonista. Tomando como referencia las siete primeras jornadas de Liga y las tres en competiciones europeas, el de Santpedor es el que más partidos ha ganado (8) y el que más goles ha marcado (29).
Las cifras, de todas formas, no deslumbran ni embriagan al entrenador catalán, que pese a sus 37 años, parece que lleve muchos más en el cambiante, complejo y enmarañado mundo del fútbol. “No sé si sumamos siete u ocho triunfos consecutivos.
Ahora no me acuerdo... Pero os doy mi palabra que tarde o temprano perderemos”, dijo ayer en rueda de prensa, para agregar que “lo más importante, entonces, será convencer a los jugadores de que todo lo que se ha hecho hasta ese momento ha sido bueno porque habrá que volver a luchar para ganar otra vez”.
GOLES
Lo que destaca del Barça de Guardiola es su contundencia. El equipo genera y marca muchos goles. Tantos, que hasta el propio técnico ha tenido que poner freno a la euforia que, fundadamente, se ha instalado entre la masa social barcelonista.
“Cuando se meten tantos goles al final puedes acabar confundido, pero veo al equipo bien, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Mi valoración, pues, es que estamos a un nivel medio-alto”, dijo.
El timonel barcelonista reconoció que, ni en sueños, hubiera imaginado este feliz y esperanzador presente a finales del mes de octubre. Un equipo lanzado, muy seguro de sí mismo y con un elevado grado de implicación en todas las facetas.
“Apenas estamos en la fase inicial de la temporada y, para bien o para mal, las cosas se están sobredimensionando en exceso”, dijo Guardiola, en un claro empeño de no acumular más elogios ni alabanzas, pues podrían ser contraproducentes y llevar al equipo a un estado de relajación que podría hacerle mucho daño.
“Queda aún una eternidad”, espetó el técnico con voz firme para que el mensaje llegara a todos los rincones del entorno barcelonista. Pep sabe que las loas de hoy serán espadas mañana si las cosas no ruedan como hasta ahora. Pero acepta las reglas del juego con toda la efectividad y contundencia. Y por esta razón se adelanta con absoluta y meridiana claridad a los acontecimientos.
Será entonces, en el momento en que la crisis deportiva llame a la puerta del equipo, cuando Guardiola apelará a la unidad que está teniendo el grupo ahora que los vientos le son favorables y le permiten navegar a velocidad de crucero. “En las malas épocas será cuando tendremos que agarrarnos a la solidaridad del trabajo”, comentó el técnico, a modo de ir preparando un terreno que, a buen seguro, y para desgracia de todo el barcelonismo, se acabará pisando. Pep, sin embargo, espera que la caída sea efímera, pasajera.
Así, con las ideas tan claras, consciente y preparado de lo que puede deparar el futuro inmediato, el de Santpedor trabaja el día a día con el único objetivo de ir partido a partido. Su equipo no ha ganado nada pese a los números que ha acumulado. Su equipo, pese a ser el mejor en la Champions (el único que ha ganado los tres primeros partidos) es cuarto en la Liga, a tres puntos del líder... Tiene mucho que demostrar todavía. Lo sabe. Y como viejo lobo de mar, no dejará encandilarse por los cantos de sirena que le llegan de todas partes.
Recuerda que, como jugador, los éxitos, y no pocos, le llegaron bajo la exigente cultura del esfuerzo, del trabajo y el sacrificio, aunque en ocasiones las decisiones del entonces entrenador, Johan Cruyff, le parecieran injustas o desproporcionadas. Y sabe, también, que el camino para alcanzar y abrazar las recompensas para por la disciplina y la profesionalidad. Y en eso anda desde que aceptó el reto el de Santpedor, en trabajar sobre el campo y, sobre todo, en dotar a sus discípulos de esas armas no futbolísticas que también conducen a la gloria. Y pisa firme su Barça...
Comparativa con los últimos seis debuts desde el inicio
Cruyff (1988–1989): El ‘Flaco’ inició su andadura al frente del banquillo barcelonista con tres victorias consecutivas (Espanyol, Fram y Elche). No perdió ningún partido (no se contabiliza la Supercopa de España), pero empató dos duelos de Liga y uno de Recopa.
Robson (1996–1997): El primer y único año de Bobby Robson en el banquillo del FC Barcelona fue espectacular, tanto en el inicio (no perdió ninguno de los diez primeros partidos) como en el final (ganó tres títulos). Y el inglés se quedó a un paso de la Liga...
Rexach (2001–2002): Charly, en su primer año desde el inicio en el banquillo barcelonista tuvo un arranque muy meritorio. Ganó 7 de los 10 primeros partidos además de superar la previa de la Champions (ante el Wisla). Su equipo, al final, se quedó sin saborear títulos.
Van Gaal (1997–1998): Van Gaal, antes de la Liga, superó la previa de la Champions (Skonto) y perdió la Supercopa de España. En Liga lo bordó (acabó ganándola) pero en Champions fracasó (no superó la liguilla). Al final ganó Liga, Copa y Supercopa de Europa.
Serra Ferrer (2000–2001): El irregular arranque de Serra Ferrer acabó marcando su etapa en el banquillo barcelonista. Su equipo fue capaz de lo mejor, pero también de lo peor. Al final fue cesado por Carles Rexach cuando la temporada estaba tocando a su fin.
Rijkaard (2003–2004): El primer año de Frank Rijkaard fue de menos a más... Pese a los pobres números que presentó el holandés en el inicio (hasta la primera vuelta), después puso la directa y no paró hasta firmar una temporada más que meritoria, pero sin coronas...
Guardiola (2008–?): Tras empezar con una derrota en el campo del Numancia (1-0) y un empate en el Camp Nou ante el Racing de Santander (1-1), el Barça de Guardiola ha entrado en una racha que le ha llevado, de momento, a encadenar ocho victorias consecutivas
Guardiola está sacando un gran rendimiento a la plantilla en el inicio de curso. Navega a velocidad de crucero
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Guardiola: "Ya me gustaría acercarme al Dream Team..." ([Only registered and activated users can see links])
Guardiola juega al escondite ([Only registered and activated users can see links])
David Salinas/Javier Miguel <!--BARCELONA
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<!--p id="texto" class="normal">Josep Guardiola ha empezado con mucha fuerza al frente del FC Barcelona. Sus números así lo demuestran. Es el técnico con mejores registros en su primer año al frente del banquillo barcelonista. Tomando como referencia las siete primeras jornadas de Liga y las tres en competiciones europeas, el de Santpedor es el que más partidos ha ganado (8) y el que más goles ha marcado (29).
Las cifras, de todas formas, no deslumbran ni embriagan al entrenador catalán, que pese a sus 37 años, parece que lleve muchos más en el cambiante, complejo y enmarañado mundo del fútbol. “No sé si sumamos siete u ocho triunfos consecutivos.
Ahora no me acuerdo... Pero os doy mi palabra que tarde o temprano perderemos”, dijo ayer en rueda de prensa, para agregar que “lo más importante, entonces, será convencer a los jugadores de que todo lo que se ha hecho hasta ese momento ha sido bueno porque habrá que volver a luchar para ganar otra vez”.
GOLES
Lo que destaca del Barça de Guardiola es su contundencia. El equipo genera y marca muchos goles. Tantos, que hasta el propio técnico ha tenido que poner freno a la euforia que, fundadamente, se ha instalado entre la masa social barcelonista.
“Cuando se meten tantos goles al final puedes acabar confundido, pero veo al equipo bien, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Mi valoración, pues, es que estamos a un nivel medio-alto”, dijo.
El timonel barcelonista reconoció que, ni en sueños, hubiera imaginado este feliz y esperanzador presente a finales del mes de octubre. Un equipo lanzado, muy seguro de sí mismo y con un elevado grado de implicación en todas las facetas.
“Apenas estamos en la fase inicial de la temporada y, para bien o para mal, las cosas se están sobredimensionando en exceso”, dijo Guardiola, en un claro empeño de no acumular más elogios ni alabanzas, pues podrían ser contraproducentes y llevar al equipo a un estado de relajación que podría hacerle mucho daño.
“Queda aún una eternidad”, espetó el técnico con voz firme para que el mensaje llegara a todos los rincones del entorno barcelonista. Pep sabe que las loas de hoy serán espadas mañana si las cosas no ruedan como hasta ahora. Pero acepta las reglas del juego con toda la efectividad y contundencia. Y por esta razón se adelanta con absoluta y meridiana claridad a los acontecimientos.
Será entonces, en el momento en que la crisis deportiva llame a la puerta del equipo, cuando Guardiola apelará a la unidad que está teniendo el grupo ahora que los vientos le son favorables y le permiten navegar a velocidad de crucero. “En las malas épocas será cuando tendremos que agarrarnos a la solidaridad del trabajo”, comentó el técnico, a modo de ir preparando un terreno que, a buen seguro, y para desgracia de todo el barcelonismo, se acabará pisando. Pep, sin embargo, espera que la caída sea efímera, pasajera.
Así, con las ideas tan claras, consciente y preparado de lo que puede deparar el futuro inmediato, el de Santpedor trabaja el día a día con el único objetivo de ir partido a partido. Su equipo no ha ganado nada pese a los números que ha acumulado. Su equipo, pese a ser el mejor en la Champions (el único que ha ganado los tres primeros partidos) es cuarto en la Liga, a tres puntos del líder... Tiene mucho que demostrar todavía. Lo sabe. Y como viejo lobo de mar, no dejará encandilarse por los cantos de sirena que le llegan de todas partes.
Recuerda que, como jugador, los éxitos, y no pocos, le llegaron bajo la exigente cultura del esfuerzo, del trabajo y el sacrificio, aunque en ocasiones las decisiones del entonces entrenador, Johan Cruyff, le parecieran injustas o desproporcionadas. Y sabe, también, que el camino para alcanzar y abrazar las recompensas para por la disciplina y la profesionalidad. Y en eso anda desde que aceptó el reto el de Santpedor, en trabajar sobre el campo y, sobre todo, en dotar a sus discípulos de esas armas no futbolísticas que también conducen a la gloria. Y pisa firme su Barça... </p>
ESTE FIN DE SEMANA CONSIGUE CON SPORT EL PIJAMA DEL BARÇA...
</p--> Josep Guardiola ha empezado con mucha fuerza al frente del FC Barcelona. Sus números así lo demuestran. Es el técnico con mejores registros en su primer año al frente del banquillo barcelonista. Tomando como referencia las siete primeras jornadas de Liga y las tres en competiciones europeas, el de Santpedor es el que más partidos ha ganado (8) y el que más goles ha marcado (29).
Las cifras, de todas formas, no deslumbran ni embriagan al entrenador catalán, que pese a sus 37 años, parece que lleve muchos más en el cambiante, complejo y enmarañado mundo del fútbol. “No sé si sumamos siete u ocho triunfos consecutivos.
Ahora no me acuerdo... Pero os doy mi palabra que tarde o temprano perderemos”, dijo ayer en rueda de prensa, para agregar que “lo más importante, entonces, será convencer a los jugadores de que todo lo que se ha hecho hasta ese momento ha sido bueno porque habrá que volver a luchar para ganar otra vez”.
GOLES
Lo que destaca del Barça de Guardiola es su contundencia. El equipo genera y marca muchos goles. Tantos, que hasta el propio técnico ha tenido que poner freno a la euforia que, fundadamente, se ha instalado entre la masa social barcelonista.
“Cuando se meten tantos goles al final puedes acabar confundido, pero veo al equipo bien, tanto en los entrenamientos como en los partidos. Mi valoración, pues, es que estamos a un nivel medio-alto”, dijo.
El timonel barcelonista reconoció que, ni en sueños, hubiera imaginado este feliz y esperanzador presente a finales del mes de octubre. Un equipo lanzado, muy seguro de sí mismo y con un elevado grado de implicación en todas las facetas.
“Apenas estamos en la fase inicial de la temporada y, para bien o para mal, las cosas se están sobredimensionando en exceso”, dijo Guardiola, en un claro empeño de no acumular más elogios ni alabanzas, pues podrían ser contraproducentes y llevar al equipo a un estado de relajación que podría hacerle mucho daño.
“Queda aún una eternidad”, espetó el técnico con voz firme para que el mensaje llegara a todos los rincones del entorno barcelonista. Pep sabe que las loas de hoy serán espadas mañana si las cosas no ruedan como hasta ahora. Pero acepta las reglas del juego con toda la efectividad y contundencia. Y por esta razón se adelanta con absoluta y meridiana claridad a los acontecimientos.
Será entonces, en el momento en que la crisis deportiva llame a la puerta del equipo, cuando Guardiola apelará a la unidad que está teniendo el grupo ahora que los vientos le son favorables y le permiten navegar a velocidad de crucero. “En las malas épocas será cuando tendremos que agarrarnos a la solidaridad del trabajo”, comentó el técnico, a modo de ir preparando un terreno que, a buen seguro, y para desgracia de todo el barcelonismo, se acabará pisando. Pep, sin embargo, espera que la caída sea efímera, pasajera.
Así, con las ideas tan claras, consciente y preparado de lo que puede deparar el futuro inmediato, el de Santpedor trabaja el día a día con el único objetivo de ir partido a partido. Su equipo no ha ganado nada pese a los números que ha acumulado. Su equipo, pese a ser el mejor en la Champions (el único que ha ganado los tres primeros partidos) es cuarto en la Liga, a tres puntos del líder... Tiene mucho que demostrar todavía. Lo sabe. Y como viejo lobo de mar, no dejará encandilarse por los cantos de sirena que le llegan de todas partes.
Recuerda que, como jugador, los éxitos, y no pocos, le llegaron bajo la exigente cultura del esfuerzo, del trabajo y el sacrificio, aunque en ocasiones las decisiones del entonces entrenador, Johan Cruyff, le parecieran injustas o desproporcionadas. Y sabe, también, que el camino para alcanzar y abrazar las recompensas para por la disciplina y la profesionalidad. Y en eso anda desde que aceptó el reto el de Santpedor, en trabajar sobre el campo y, sobre todo, en dotar a sus discípulos de esas armas no futbolísticas que también conducen a la gloria. Y pisa firme su Barça...
Comparativa con los últimos seis debuts desde el inicio
Cruyff (1988–1989): El ‘Flaco’ inició su andadura al frente del banquillo barcelonista con tres victorias consecutivas (Espanyol, Fram y Elche). No perdió ningún partido (no se contabiliza la Supercopa de España), pero empató dos duelos de Liga y uno de Recopa.
Robson (1996–1997): El primer y único año de Bobby Robson en el banquillo del FC Barcelona fue espectacular, tanto en el inicio (no perdió ninguno de los diez primeros partidos) como en el final (ganó tres títulos). Y el inglés se quedó a un paso de la Liga...
Rexach (2001–2002): Charly, en su primer año desde el inicio en el banquillo barcelonista tuvo un arranque muy meritorio. Ganó 7 de los 10 primeros partidos además de superar la previa de la Champions (ante el Wisla). Su equipo, al final, se quedó sin saborear títulos.
Van Gaal (1997–1998): Van Gaal, antes de la Liga, superó la previa de la Champions (Skonto) y perdió la Supercopa de España. En Liga lo bordó (acabó ganándola) pero en Champions fracasó (no superó la liguilla). Al final ganó Liga, Copa y Supercopa de Europa.
Serra Ferrer (2000–2001): El irregular arranque de Serra Ferrer acabó marcando su etapa en el banquillo barcelonista. Su equipo fue capaz de lo mejor, pero también de lo peor. Al final fue cesado por Carles Rexach cuando la temporada estaba tocando a su fin.
Rijkaard (2003–2004): El primer año de Frank Rijkaard fue de menos a más... Pese a los pobres números que presentó el holandés en el inicio (hasta la primera vuelta), después puso la directa y no paró hasta firmar una temporada más que meritoria, pero sin coronas...
Guardiola (2008–?): Tras empezar con una derrota en el campo del Numancia (1-0) y un empate en el Camp Nou ante el Racing de Santander (1-1), el Barça de Guardiola ha entrado en una racha que le ha llevado, de momento, a encadenar ocho victorias consecutivas