juanje21
22/10/2008, 01:29
Los 'gunners' dinamitaron al Fenerbahce en Estambul. El Arsenal de Cesc, imperial de nuevo, deja contra las cuerdas a Luis Aragonés, al que ya le queda poco crédito en Turquía. Los de Wenger volvieron a lucir en Europa su fútbol ilusionista y dieron un paso importante conquistando territorio otomano y acercándose a los octavos.
Sir Fábregas volvió a comandar y guiar los destinos del brillante Arsenal. El español originó la victoria con dos pases de elegido, colocó su estandarte en el centro del campo y dirigió la obra maestra de los ingleses, una más en Europa. Las notas de este equipo siempre dejan buenas sensaciones allá por donde merodean, por lo menos en los estrenos de las temporadas. El Viejo Continente le sigue devolviendo un favor a este equipo.
Walcott fue el otro gran protagonista en el Arsenal. Con Cesc de faro, la perla inglesa fue la mejor de las balas en el cañón inglés, un arma que en diez minutos ya había balanceado la batalla de su lado. Dos asistencias sublimes de Cesc desde la línea divisoria, una a Adebayor y otra a Walcott, hicieron realidad un 0-2 que, de todos modos, no ocultó al Fenerbahce.
Los turcos, a los que les sobra raza, creyeron en sus posibilidades a pesar de la desventaja. El Arsenal ya se encargó de pisarlas jugando al fútbol, mirando al rival a la cara y maniatando el cuero. Los de Luis acortaron distancias tras un disparo de Güiza que Silvestre se encargó de llevar a las redes. Dos minutos después, Diaby encendió la mecha y lanzó el tercero de los cañones que borró el golpe turco.
Otro deporte
Güiza fue el más incisivo de los locales. Perdonó hasta en tres ocasiones, fue un incordio y consiguió su objetivo ya en la segunda parte, un segundo asalto que comprobó la dinamita 'gunner', una vez más. Song, después de una falta botada por Cesc, hizo el cuarto de volea.
Las dudas y agujeros de la defensa turca, las que llevan toda la temporada dando dolor de cabeza a Luis, las aprovechó un Arsenal que hizo con el partido lo que quiso. Güiza puso el 2-4 de vaselina y, para no hacer el feo, Ramsey dejó otro sello, ya en el último suspiro. El Arsenal conquistó un territorio que no sucumbía más allá de las fronteras turcas desde noviembre de hace tres años. Los de Wenger parece que juegan a otro deporte, el que un tal Cesc Fábregas practica como los ángeles.
La cuerda de Luis Aragonés ya está demasiado tensa, muy cerca de romperse. El de Hortaleza sufre otro golpe que complica cada vez más la presencia del campeón de Europa en el banquillo del 'Fener'.
Sir Fábregas volvió a comandar y guiar los destinos del brillante Arsenal. El español originó la victoria con dos pases de elegido, colocó su estandarte en el centro del campo y dirigió la obra maestra de los ingleses, una más en Europa. Las notas de este equipo siempre dejan buenas sensaciones allá por donde merodean, por lo menos en los estrenos de las temporadas. El Viejo Continente le sigue devolviendo un favor a este equipo.
Walcott fue el otro gran protagonista en el Arsenal. Con Cesc de faro, la perla inglesa fue la mejor de las balas en el cañón inglés, un arma que en diez minutos ya había balanceado la batalla de su lado. Dos asistencias sublimes de Cesc desde la línea divisoria, una a Adebayor y otra a Walcott, hicieron realidad un 0-2 que, de todos modos, no ocultó al Fenerbahce.
Los turcos, a los que les sobra raza, creyeron en sus posibilidades a pesar de la desventaja. El Arsenal ya se encargó de pisarlas jugando al fútbol, mirando al rival a la cara y maniatando el cuero. Los de Luis acortaron distancias tras un disparo de Güiza que Silvestre se encargó de llevar a las redes. Dos minutos después, Diaby encendió la mecha y lanzó el tercero de los cañones que borró el golpe turco.
Otro deporte
Güiza fue el más incisivo de los locales. Perdonó hasta en tres ocasiones, fue un incordio y consiguió su objetivo ya en la segunda parte, un segundo asalto que comprobó la dinamita 'gunner', una vez más. Song, después de una falta botada por Cesc, hizo el cuarto de volea.
Las dudas y agujeros de la defensa turca, las que llevan toda la temporada dando dolor de cabeza a Luis, las aprovechó un Arsenal que hizo con el partido lo que quiso. Güiza puso el 2-4 de vaselina y, para no hacer el feo, Ramsey dejó otro sello, ya en el último suspiro. El Arsenal conquistó un territorio que no sucumbía más allá de las fronteras turcas desde noviembre de hace tres años. Los de Wenger parece que juegan a otro deporte, el que un tal Cesc Fábregas practica como los ángeles.
La cuerda de Luis Aragonés ya está demasiado tensa, muy cerca de romperse. El de Hortaleza sufre otro golpe que complica cada vez más la presencia del campeón de Europa en el banquillo del 'Fener'.