Sin Cara
09/05/2010, 10:00
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Faltaba menos de media hora para que el partido entre el Deportivo de La Coruña y el Mallorca terminase, cuando Lotiona dio salida al brasileño Filipe Luís Kasmirski.
Era la primera vez que Filipe pisaba el césped desde el 23 de enero, aciaga fecha en la que accidentalmente Gorka Iraizoz cayó sobre el jugador rompiéndole la fíbula de la pierna derecha. Sin Filipe el Depor perdió mucho y de una cómoda cuarta plaza empezó a descender posiciones. ¿Casualidad?
Contra un Mallorca luchando por Champions, fue salir Filipe y asistir en la jugada que le dio el 1 a 0 a los deportivistas. ¿Casualidad, también?
No, casualidad no, calidad. La calidad de Filipe es la de un grande del fútbol, un tío que se ha pasado medio año trabajando para recuperarse de un lesión gravísima para volver mejor que antes.
Felicidades, Filipe.
Faltaba menos de media hora para que el partido entre el Deportivo de La Coruña y el Mallorca terminase, cuando Lotiona dio salida al brasileño Filipe Luís Kasmirski.
Era la primera vez que Filipe pisaba el césped desde el 23 de enero, aciaga fecha en la que accidentalmente Gorka Iraizoz cayó sobre el jugador rompiéndole la fíbula de la pierna derecha. Sin Filipe el Depor perdió mucho y de una cómoda cuarta plaza empezó a descender posiciones. ¿Casualidad?
Contra un Mallorca luchando por Champions, fue salir Filipe y asistir en la jugada que le dio el 1 a 0 a los deportivistas. ¿Casualidad, también?
No, casualidad no, calidad. La calidad de Filipe es la de un grande del fútbol, un tío que se ha pasado medio año trabajando para recuperarse de un lesión gravísima para volver mejor que antes.
Felicidades, Filipe.