ACastilla
24/04/2010, 13:58
EN UNA ENTREVISTA EN EL SUPLEMENTO EN CATALÁN DEL DIARIO ‘PÚBLICO’
Laporta atiza sin piedad a Rosell, a Soriano y a Ingla
Durísimas declaraciones del presidente del Barça que defiende su modelo de club y pasa cuentas a más de uno
[Only registered and activated users can see links] El presidente dijo las cosas claras sobre su ex vicepresidente
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Sport.es
En una extensa entrevista publicada ayer por el suplemento ‘Públic’, el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, hace una lectura muy personal del actual panorama electoral, donde al final pueden llegar a concurrir tres directivos que empezaron con él en 2003, Sandro Rosell, Jaume Ferrer y Marc Ingla. Del primero, al que dedica un tiempo considerable, dice: “El grupo de Sandro Rosell, los primeros que salieron, fueron víctimas de la crisis de crecimiento por su alto grado de inmadurez. Son gente consentida y resentida. Cuando se marcharon, pronosticaron el apocalipsis y sólo hace falta ver los títulos que hemos conseguidos”.
Continúa diciendo el presidente del Barça que “Rosell se marchó porque entendía que el modelo Cruyff a nivel de fútbol y el modelo de gestión no valían. Cuestionaba a Begiristain y a Rijkaard, que ganaron dos ligas y una Champions y dieron paso a Guardiola. La línea coherente es la que yo encabecé. Cuando decidimos poner a Guardiola como entrenador, Soriano e Ingla querían a Mourinho... y ni Rosell ni Ingla compartían el patrocinio de Unicef, que a mi entender ha sido una decisión muy acertada por la excelente imagen del club”.
De las ambiciones electorales de Marc Ingla, a quien también critica, dice: “ No sé que hará, pero para mí tendrá que presentar otro modelo, ya que no ha creído en el actual, el suyo era el de Mourinho”. Y dicho todo esto es cuando les pide a ambos, y a todos los candidatos que se presentarán, “que nos expliquen qué harán porque hemos construido un modelo que nos ha llevado a ser reconocido como el mejor club del mundo y cambiarlo sería temerario”.
“Yo quiero la continuidad de este modelo porque promueve el catalanismo, la universalidad y la solidaridad del Barça por el buen juego. Cruyff trajo una filosofía que Rijkaard mejoró y con el que Guardiola, con su trabajo y conocimientos, ha conseguido la excelencia. Rosell quería cualquier cosa que no sonara a Cruyff, estaba obsesionado en que era un demonio que movía los hilos del club por detrás, y Soriano e Ingla apostaron por Mourinho en lugar de Guardiola. Dos opciones que se alejan del modelo actual”, dice en otra respuesta el presidente del FC Barcelona.
En otro pasaje de la entrevista, Laporta se refiere a un momento convulso de la entidad, la vivida antes, durante y después de la moción de censura: “En medio de una gran presión, un grupo de compañeros nos abandonaron. A la mayoría de ellos los entiendo porque es difícil aguantar la presión. Pero Soriano, Murtra y Vicens aprovecharon aquella situación para intentar ponerse en mi lugar y me quedó la sensación de que me traicionaron. No entendí que personas a las que siempre había defendido abandonar el barco”.
Laporta admite que uno de sus grandes errores como presidente del Barça “fue relevar a Soriano como director general por la presión de Rosell, que no lo soportaba. Después Anna Xicoy lo hizo muy bien, pero Sandro hubiera querido a Jordi Moix”. Denuncia que durante toda la temporada 2004-2005, Rosell “se la pasó poniendo palos en las ruedas. Por suerte no le hice caso de no traer a Eto’o, o despedir a Rijkaard y a Txiki para poner a Scolari o Pere Gratacós”.
Explica también que “la mejor decisión no deportiva que he tomado fue la alianza con Unicef y el trabajo que ha hecho la Fundación adhiriéndose a los Objetivos del Milenio, con proyectos propios de cooperación utilizando el fútbol como una herramienta para ayudar a los niños más vulnerables... Somos más que un club, un club con alma y con valores muy arraigados y profundos. Y esto tampoco acaban de compartirlo algunos de los que aspiran a dirigir el club, como es el caso del señor Rosell”.
En la entrevista se le pregunta por su momento más bajo, a lo que Laporta responde que “no sé cuando ocurrió el tema de los pantalones en el aeropuerto, pero fue una equivocación, aunque ahora parece que los que he estado quitando cada día en público”.
En las cuatro páginas que recoge la conversación de Laporta con los periodistas Josep Carles Rius y Ferran Casas, el presidente del FC Barcelona, obviamente, hace muchas declaraciones en clave política, dejando perlas como “yo propongo un independentismo que nadie se ha tomado en serio. La mayoría de gente es independentista, pero piensa que a la hora de la verdad no lo podrá ser”.
Para acabar admite que “sé que los éxitos del Barça me han generado un prestigio que puedo perder en la política”.
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Continúa diciendo el presidente del Barça que “Rosell se marchó porque entendía que el modelo Cruyff a nivel de fútbol y el modelo de gestión no valían. Cuestionaba a Begiristain y a Rijkaard, que ganaron dos ligas y una Champions y dieron paso a Guardiola. La línea coherente es la que yo encabecé. Cuando decidimos poner a Guardiola como entrenador, Soriano e Ingla querían a Mourinho... y ni Rosell ni Ingla compartían el patrocinio de Unicef, que a mi entender ha sido una decisión muy acertada por la excelente imagen del club”.
De las ambiciones electorales de Marc Ingla, a quien también critica, dice: “ No sé que hará, pero para mí tendrá que presentar otro modelo, ya que no ha creído en el actual, el suyo era el de Mourinho”. Y dicho todo esto es cuando les pide a ambos, y a todos los candidatos que se presentarán, “que nos expliquen qué harán porque hemos construido un modelo que nos ha llevado a ser reconocido como el mejor club del mundo y cambiarlo sería temerario”.
“Yo quiero la continuidad de este modelo porque promueve el catalanismo, la universalidad y la solidaridad del Barça por el buen juego. Cruyff trajo una filosofía que Rijkaard mejoró y con el que Guardiola, con su trabajo y conocimientos, ha conseguido la excelencia. Rosell quería cualquier cosa que no sonara a Cruyff, estaba obsesionado en que era un demonio que movía los hilos del club por detrás, y Soriano e Ingla apostaron por Mourinho en lugar de Guardiola. Dos opciones que se alejan del modelo actual”, dice en otra respuesta el presidente del FC Barcelona.
En otro pasaje de la entrevista, Laporta se refiere a un momento convulso de la entidad, la vivida antes, durante y después de la moción de censura: “En medio de una gran presión, un grupo de compañeros nos abandonaron. A la mayoría de ellos los entiendo porque es difícil aguantar la presión. Pero Soriano, Murtra y Vicens aprovecharon aquella situación para intentar ponerse en mi lugar y me quedó la sensación de que me traicionaron. No entendí que personas a las que siempre había defendido abandonar el barco”.
Laporta admite que uno de sus grandes errores como presidente del Barça “fue relevar a Soriano como director general por la presión de Rosell, que no lo soportaba. Después Anna Xicoy lo hizo muy bien, pero Sandro hubiera querido a Jordi Moix”. Denuncia que durante toda la temporada 2004-2005, Rosell “se la pasó poniendo palos en las ruedas. Por suerte no le hice caso de no traer a Eto’o, o despedir a Rijkaard y a Txiki para poner a Scolari o Pere Gratacós”.
Explica también que “la mejor decisión no deportiva que he tomado fue la alianza con Unicef y el trabajo que ha hecho la Fundación adhiriéndose a los Objetivos del Milenio, con proyectos propios de cooperación utilizando el fútbol como una herramienta para ayudar a los niños más vulnerables... Somos más que un club, un club con alma y con valores muy arraigados y profundos. Y esto tampoco acaban de compartirlo algunos de los que aspiran a dirigir el club, como es el caso del señor Rosell”.
En la entrevista se le pregunta por su momento más bajo, a lo que Laporta responde que “no sé cuando ocurrió el tema de los pantalones en el aeropuerto, pero fue una equivocación, aunque ahora parece que los que he estado quitando cada día en público”.
En las cuatro páginas que recoge la conversación de Laporta con los periodistas Josep Carles Rius y Ferran Casas, el presidente del FC Barcelona, obviamente, hace muchas declaraciones en clave política, dejando perlas como “yo propongo un independentismo que nadie se ha tomado en serio. La mayoría de gente es independentista, pero piensa que a la hora de la verdad no lo podrá ser”.
Para acabar admite que “sé que los éxitos del Barça me han generado un prestigio que puedo perder en la política”.