Butulia
20/04/2010, 08:38
Una de las características del último Barcelona exitoso que han maravillado a la opinión publica es su alto número y calidad de jugadores canteranos, lo que hace que estos éxitos nos remonten a otras épocas cuando los equipos de fútbol representaban a los futbolistas de la ciudad y aún no había empezado la era de la publicidad y de entender a un club de fútbol como empresa. En definitiva, hacen más idílicas, si cabe, estas temporadas culés.
Esto abre el debate del uso que hacen los clubes de sus canteras, comparándolas, por supuesto, con el modelo culé. El primer recuerdo que tengo de la cantera azulgrana es un reportaje en el que se explicaba que Cruyff, nada más aterrizar en Barcelona para iniciar su etapa de entrenador, había ordenado unificar los sistemas de juego de todos los equipos barcelonistas, todos debían jugar como el primer equipo y todos debían hacer entrenamientos, como bien se expone en el artículo anterior, basados en el rondo, esto se convirtió en seña de identidad del Dream Team y fue el comienzo de lo que hoy tiene el equipo azulgrana.
Cruyff tenía un poder absoluto sobre los aspectos deportivos culés con lo que pudo obrar a su antojo, aquí tenemos el primer punto en debate, ¿quién decide cómo va a ser la cantera de un equipo? Tenemos que tener en cuenta que es un proyecto a medio plazo, si un chaval pasa a formar parte de un club entre los 8 y 12 años, le quedan aún unos 10 para poder debutar en el primer equipo, tenemos que tener una estructura que aguante estos 10 años mínimo para que el jugador pase por todas las fases de formación y pueda llegar, de esta manera, a su máximo desarrollo. La máxima autoridad de un club es la directiva que quitando pocas excepciones (los clubes que no son SA) están en su cargo de manera indefinida cumpliendo uno de los requisitos que buscamos. Sin embargo, el conocimiento de los magnates del fútbol acerca del deporte en sí suelen ser limitados por lo que delegan en la parcela técnica. Aquí encontramos a la figura que debería definir de arriba a abajo el organigrama del club, el director deportivo. Por desgracia, este cargo, aunque pensado a largo plazo, suele tener una duración bastante menor, con 2 ó 3 proyectos que no cumplan objetivos se suele cambiar de director deportivo, a veces incluso antes. Con esta inestabilidad lo que se consigue es que se cambie el organigrama canterano cada menos tiempo del deseable con lo que los chavales tienen más complicado el tener una formación adecuada.
Cuando un joven jugador está prácticamente formado, son los técnicos del primer equipo los que toman la palabra diciendo si cuentan con él en la primera plantilla, hay entrenadores de primera división que van a ver siempre que pueden a sus filiales aunque esta tarea debería de ser, una vez más, del director deportivo, que junto al entrenador del primer equipo es quién debe confeccionar el contenido de la plantilla. No siempre esto es así ya que hay entrenadores que por su situación no pueden contar con la cantera, o no quieren que la presión de los resultados recaiga sobre los chavales. Es muy importante señalar que la dinámica del equipo es vital para que un chaval joven triunfe en el primer equipo, si los resultados son buenos, es muy probable que el chaval salga al campo con menos presión y en un equipo que funciona perfectamente con lo que se siente más a gusto y rinde más y antes. Si por el contrario el jugador debuta ante una situación complicada, el riesgo de quemarlo es alto.
Muchas veces la gente piensa que la cantera es un filón, que en sí misma tiene soluciones para los problemas del club, esto, en la mayoría de los casos, no es cierto, la cantera debe ser, por lo general, un complemento, muy importante, eso sí, es un factor bastante volátil porque aunque se haga un buen trabajo, no se puede asegurar un buen resultado en el primer equipo. Contar demasiado con la cantera suele ser fruto de la necesidad, los equipos que hacen esto suelen tener un buen rendimiento a medio plazo, pero el inmediato es muy pobre con lo que es una apuesta muy arriesgada. Lo ideal es que 3 ó 4 canteranos entren cada año en la primera plantilla con el objetivo de que al menos uno se asiente en ella. Caso aparte es cuando hace falta subir a un canterano ante la baja de un miembro de la primera plantilla.
En definitiva, se habla mucho de la cantera, cada uno tiene su opinión y sus ilusiones, evidentemente sería muy bonito que el equipo de nuestra ciudad estuviera formado integramente por paisanos, pero esto, con el fútbol actual, no es más que una quimera cuando debería ser el fruto de un trabajo continuado.
Esto abre el debate del uso que hacen los clubes de sus canteras, comparándolas, por supuesto, con el modelo culé. El primer recuerdo que tengo de la cantera azulgrana es un reportaje en el que se explicaba que Cruyff, nada más aterrizar en Barcelona para iniciar su etapa de entrenador, había ordenado unificar los sistemas de juego de todos los equipos barcelonistas, todos debían jugar como el primer equipo y todos debían hacer entrenamientos, como bien se expone en el artículo anterior, basados en el rondo, esto se convirtió en seña de identidad del Dream Team y fue el comienzo de lo que hoy tiene el equipo azulgrana.
Cruyff tenía un poder absoluto sobre los aspectos deportivos culés con lo que pudo obrar a su antojo, aquí tenemos el primer punto en debate, ¿quién decide cómo va a ser la cantera de un equipo? Tenemos que tener en cuenta que es un proyecto a medio plazo, si un chaval pasa a formar parte de un club entre los 8 y 12 años, le quedan aún unos 10 para poder debutar en el primer equipo, tenemos que tener una estructura que aguante estos 10 años mínimo para que el jugador pase por todas las fases de formación y pueda llegar, de esta manera, a su máximo desarrollo. La máxima autoridad de un club es la directiva que quitando pocas excepciones (los clubes que no son SA) están en su cargo de manera indefinida cumpliendo uno de los requisitos que buscamos. Sin embargo, el conocimiento de los magnates del fútbol acerca del deporte en sí suelen ser limitados por lo que delegan en la parcela técnica. Aquí encontramos a la figura que debería definir de arriba a abajo el organigrama del club, el director deportivo. Por desgracia, este cargo, aunque pensado a largo plazo, suele tener una duración bastante menor, con 2 ó 3 proyectos que no cumplan objetivos se suele cambiar de director deportivo, a veces incluso antes. Con esta inestabilidad lo que se consigue es que se cambie el organigrama canterano cada menos tiempo del deseable con lo que los chavales tienen más complicado el tener una formación adecuada.
Cuando un joven jugador está prácticamente formado, son los técnicos del primer equipo los que toman la palabra diciendo si cuentan con él en la primera plantilla, hay entrenadores de primera división que van a ver siempre que pueden a sus filiales aunque esta tarea debería de ser, una vez más, del director deportivo, que junto al entrenador del primer equipo es quién debe confeccionar el contenido de la plantilla. No siempre esto es así ya que hay entrenadores que por su situación no pueden contar con la cantera, o no quieren que la presión de los resultados recaiga sobre los chavales. Es muy importante señalar que la dinámica del equipo es vital para que un chaval joven triunfe en el primer equipo, si los resultados son buenos, es muy probable que el chaval salga al campo con menos presión y en un equipo que funciona perfectamente con lo que se siente más a gusto y rinde más y antes. Si por el contrario el jugador debuta ante una situación complicada, el riesgo de quemarlo es alto.
Muchas veces la gente piensa que la cantera es un filón, que en sí misma tiene soluciones para los problemas del club, esto, en la mayoría de los casos, no es cierto, la cantera debe ser, por lo general, un complemento, muy importante, eso sí, es un factor bastante volátil porque aunque se haga un buen trabajo, no se puede asegurar un buen resultado en el primer equipo. Contar demasiado con la cantera suele ser fruto de la necesidad, los equipos que hacen esto suelen tener un buen rendimiento a medio plazo, pero el inmediato es muy pobre con lo que es una apuesta muy arriesgada. Lo ideal es que 3 ó 4 canteranos entren cada año en la primera plantilla con el objetivo de que al menos uno se asiente en ella. Caso aparte es cuando hace falta subir a un canterano ante la baja de un miembro de la primera plantilla.
En definitiva, se habla mucho de la cantera, cada uno tiene su opinión y sus ilusiones, evidentemente sería muy bonito que el equipo de nuestra ciudad estuviera formado integramente por paisanos, pero esto, con el fútbol actual, no es más que una quimera cuando debería ser el fruto de un trabajo continuado.