PDA

Ver versión completa : El Arsenal - Barça, visto por Axel Torres



ACastilla
01/04/2010, 20:52
Arsenal - Barcelona: mi visión (AXEL TORRES)


No podía decepcionar. Había demasiado fútbol en el campo. El esperado partidazo entre el Arsenal y el Barça acabó siendo un show. Un show de guión extraño, de goles que poco tuvieron que ver con la dinámica general del juego, de giros impensables y hasta de capítulos épicos. El espectáculo, es cierto, lo puso prácticamente en su totalidad un Barça sobrenatural, quizá el mejor de toda la era Guardiola. Pero la renuncia a morir de los gunners también añadió tintes dramáticos a una noche histórica.


Un Barça picado y un Arsenal acomplejado

Jugar así siempre es imposible, dijo Guardiola en la rueda de prensa. No puedes mantener durante todo el año esa tensión competitiva máxima, esa chispa que sólo está presente cuando la motivación supera los límites de la normalidad. Dio la sensación que lo de anoche le apetecía al Barça sobre manera. Como si, picado en su orgullo porque había leído comparaciones que le parecían injustas, quisiera dejar claro que es el único conjunto perfectamente sublime sobre la capa de la Tierra. Dicen que estos juegan como nosotros, vamos a comprobarlo. El resultado fue un fútbol de toque que por momentos convirtió el balón en invisible: lo movía tan rápido que el contrario no sabía ni dónde estaba. Todo ello provocó en el Arsenal un nerviosismo letal que pudo traducirse en una goleada de escándalo. La presión azulgrana para recuperar pronto el balón fue insistente, pero incluso en situaciones de pases fáciles, algunos jugadores gunners fallaban entregas que habitualmente ejecutan sin problemas. Imprecisiones, controles deficientes... En el primer tiempo, el equipo de Wenger quedó tan impresionado ante lo que vio delante que fue incapaz de competir. El propio técnico comentó luego que no pudo entender qué les ocurrió a sus hombres en esos primeros cuarenta y cinco minutos, ya que en ningún caso les ordenó nada de lo que se pudo presenciar. La respuesta, ese Barça colosal que te deja con la boca abierta.


Hacerte parecer vulgar, la mayor virtud del Barça

Sucedió contra el Inter y ya lo debatimos aquí. Juzgar las actuaciones de los rivales cuando se miden contra el mejor Barça posible supone ser tremendamente exigente. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de una de las mejores creaciones de todos los tiempos, según indican varios analistas fiables con profundo background. El Inter, líder de la liga italiana y presumible semifinalista de esta Champions, pareció en el Camp Nou un equipo de tercera. Ayer, el Arsenal pareció aún peor durante los primeros veinte minutos. No olvidemos que cuando se enfrenta al Manchester United y al Chelsea, este cuadro de Wenger hoy ninguneado les quita el balón a ambos. Ayer, por momentos, ni lo olió. Decíamos en la previa que en el reparto de la posesión el Barça era favorito para ganar, pero creo que nunca imaginamos el 20-80 de ese tramo inicial. Dudo que nadie, en los ya casi catorce años que Wenger lleva en Islington, haya conseguido semejante proeza. Guardiola volvió a ejercer de maestro de la pizarra. Messi no fue determinante ante la portería, pero su movilidad incontrolable en la media punta causó estragos en la zaga rival. Solemos decir de todos los cracks que su fútbol crece cuando se mueven libres por el centro, algo que empiezo a sospechar que puede ocurrir también con Messi. Con posesión de balón, Keita se ubicaba en la izquierda pero siempre acudía a ofrecerse por el medio, al igual que Pedro cuando lo doblaba Alves. Contemos: Busquets, Xavi, Messi, Pedro, Keita y las subidas de lateral. Hasta seis jugadores para mover el balón en la zona de tres cuartos, todos ellos corriendo de un lado para otro e imprimiendo a la circulación un ritmo muy alto. Alex Song, Diaby y compañía se sintieron pocos e incapaces para frenar semejante acoso. Nunca habían visto nada parecido.


La lesión de Gallas y los goles a contracorriente

Pero convengamos que a este Arsenal le suele abandonar la suerte en los momentos más delicados. Llegó al partido de anoche teniendo que arriesgar a tres futbolistas con molestias -Fàbregas, Gallas y Arshavin- que son imprescindibles. Los tres acabaron lesionados, es posible que ninguno de ellos vuelva a jugar en lo que resta de temporada. Y, probablemente, de haber estado en plenas condiciones habrían mejorado la actuación que firmaron en el rato que estuvieron sobre el campo. Con todo lo que estaba cayendo, la confirmación de la lesión de Gallas le planteaba a Wenger una dificilísima cuestión: ¿confiaba en Campbell, central nato pero ya muy lento para frenar a gente como Messi, o retrasaba a Alex Song, un pivote reconvertido? Tomó la segunda determinación y probablemente a estas horas se esté arrepintiendo. El camerunés, que es brillantísimo en su posición natural, se pierde en la zaga porque no está acostumbrado a manejar esos conceptos tácticos. Manuel Almunia, en la que estaba siendo su mejor noche en el club, había salvado goles cantados, todos ellos producto de acciones elaboradas de gran mérito por parte del rival. Y en cambio, contradiciendo su libreto, el Barça anotó en dos balones frontales a la espalda de los centrales, en acciones directas. La pareja de de los gunners fue la gran responsable de esos dos tantos, especialmente Song. Mientras Vermaelen salió a tirar el fuera de juego -que es lo que habitualmente hace la zaga de Wenger-, Alex Song se quedó enganchado y habilitó a Ibrahimovic. Poco había podido hacer el Arsenal para frenar las ocasiones de los primeros veinte minutos, pero en cambio concedió dos tantos en jugadas perfectamente evitables.


Walcott y el renacer improbable

El partido andaba cerca del minuto 70 y el Arsenal no había mostrado esa personalidad habitual y ese carácter competitivo del que siempre presume Wenger. Y en cambio, lo sacó cuando nadie lo esperaba, cuando parecía muerto, cuando lo más fácil era abandonarse. Y lo sacó cuando ingresó Theo Walcott, con Fabio Capello observándolo en la banda y examinando sus posibilidades de llevárselo a Sudáfrica. El ex del Southampton, lo decíamos también en la previa, era un futbolista ideal para el tipo de partido que se esperaba ante un equipo como el Barça. Cuando no tiene espacios -y es muy habitual no tenerlos en la Premier, ya que todos los rivales se le encierran al Arsenal- se pierde en fuegos de artificio, pero anoche su velocidad pura cambió el partido. También su determinación, su valentía, su coraje, su alocada osadía. Theo fue aquel iluminado que, ante la tormenta apocalíptica, decidió desafiar a los Dioses. ¿Y si los atacamos con todo? De su ímpetu nació la reacción gunner, un capítulo del partido mucho menos longevo que el show azulgrana pero también merecedor de ser valorado. Bendtner volvió a demostrar por qué es tan apreciado por su técnico, asistiendo con inteligencia en las dos jugadas de los goles. Y Fàbregas, pundonor puro, profesionalismo que no tolera dudas, asumió el liderazgo para forzar y transformar otro penalti cargado de dificultades emocionales. El fuego estaba ya encendido, y entonces el Arsenal creyó incluso que podía vencer. Es más: en un partido en el que durante largas fases debió caer goleado, acabó lamentando el pitido final con 2-2 porque en ese momento exacto se sentía con fuerzas de ganarlo.


El parte de guerra y un favoritismo evidente

Las sensaciones indican que el Barça mostró una superioridad tan clara que debe rematar la eliminatoria en el Camp Nou. De todas formas, no hay que asumir de entrada que se verá el mismo guión que en los primeros veinte minutos. Ese tono de juego es muy difícil de conseguir, incluso para los mejores. Y Wenger tiene una semana para preparar mentalmente a los suyos, que deben coger ese tramo final como argumento válido para demostrarse que es posible competir contra el Barça. Guardiola perderá a sus dos centrales, pero podrá formar con Márquez y Milito, dos nombres propios consolidadísimos. Esa es la gran diferencia entre las dos plantillas: la capacidad para suplir las bajas. El Arsenal acudirá a Barcelona sin ninguno de sus tres futbolistas de clase mundial (Van Persie, Fàbregas, Arshavin) y sin su central más experimentado, obligado de nuevo a los experimentos. Su panorama en esta eliminatoria es más que negro, pero sólo el hecho de haber llegado vivo a la vuelta, de estar peleando los dos títulos más complicados en sus circunstancias, es digno de elogio.

ACastilla
01/04/2010, 20:52
Este periodista es muy bueno, da gusto leerlo.

Barksdale
01/04/2010, 21:02
Espectacular Axel Torres en el artículo, vaya crack. :alabanza:

TorpedoX
01/04/2010, 21:04
Este periodista es muy bueno, da gusto leerlo.
Vaya que sí, tanto sus previas como sus crónicas están genial. Es el único blog de fútbol que sigo.

Edjimen
01/04/2010, 21:18
Joder a escrito la biblia el tio.

Malcolm
01/04/2010, 22:25
Qué pedante me ha resultado siempre este tío...

laudrup69
01/04/2010, 23:29
mucho piquito ... parece valdano.