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17/11/2009, 03:38
Hoy en España recuerdan al Indio Publicado por farodevigo.com.es Lunes 16 de Noviembre de 2009 13:18 [Only registered and activated users can see links] Irrepetibles
El hombre que no aceptó el paso del tiempo
El uruguayo Abdón Porte fue el primer futbolista que decidió suicidarse cuando perdió la titularidad en Nacional
El suicidio esta semana del portero alemán Robert Enke ha supuesto un mazazo para toda Alemania. Su mujer, pese a lo duro del trago que estaba pasando, explicó la situación personal que vivía el futbolista. No se había recuperado de la muerte de su hija de dos años y sentía un pánico terrible al fracaso. La escalofriante decisión de Enke recuerda mucho a la que en su momento tomó un jugador uruguayo de comienzos del siglo pasado. Se llamaba Abdón Porte y fue el primer futbolista que se quitó la vida.
JUAN CARLOS ÁLVAREZ Para Abdón Porte no había en la vida nada más importante que vestir la camiseta de Nacional de Montevideo y se pegó un tiro el día que comprendió que ya no podría hacerlo. Para él la vida no tenía sentido sin aquella camiseta y cumplió la frase que desde hacía tiempo repetía en las conversaciones con sus amigos, pero que nadie se tomaba en serio: “El día que no esté en condiciones de jugar para Nacional me pego un tiro en el Parque Central” solía decir. Y así fue.
“El Indio” llegó en 1911 al Nacional después de vestir la camiseta de Colón y posteriormente del Libertad. Medio centro de corte defensivo, Porte apareció en Nacional cuando el histórico club atravesaba la primera gran crisis de su historia. Él fue una de las razones de su resurrección, de su regreso a la élite. Un año después de su contratación Nacional volvía a ganar el título de Liga y poco después encadenaría los campeonatos de 1915, 1916 y 1917. Abdón Porte se tomaba los partidos como si fuesen una guerra, su capacidad de sacrificio se convirtió en legendaria y para la hinchada de Nacional era un indiscutible ídolo. Pero Porte había comenzado a envejecer y su rendimiento empezaba a dar preocupantes síntomas. En 1918 tenía ya 37 años y el club empezaba a estudiar la posibilidad de dar entrada a nuevos jugadores con los que renovar a la imponente plantilla que había firmado los tres títulos consecutivos. Para su posición Nacional contrató a Alfredo Zibecchi y al poco tiempo los técnicos decidieron que debería ser el titular. Una decisión que Porte no sería capaz de asimilar.
El 4 de marzo de 1918 Nacional jugó contra el Charley al que derrotó por 3-1 con Abdón Porte como titular. Jugó como casi siempre. A la conclusión del encuentro los dirigentes y jugadores solían hacer un pequeño festejo en la sede del club y Porte acudió puntualmente a la cita para compartir un rato de esparcimiento con sus compañeros. De noche, sin que nadie apreciase nada extraño en su comportamiento, Porte abandonó el local y tomó un autobús en dirección al Parque Central, el campo en el que Nacional jugaba sus partidos desde que había sido inaugurado en 1911. En uno de los bolsillos llevaba dos cartas y en el otro, un revólver. El futbolista entró en el recinto, caminó hacia el círculo central y se tumbó sobre la hierba.
Sólo él sabe a qué dedicó sus pensamientos en esos instantes sobre el césped húmedo, en la parcela del terreno que gobernaba como si fuese su propia casa. La cuestión es que sacó el arma de su chaqueta y se disparó en el pecho. A la mañana siguiente un cuidador del campo encontró el cuerpo de Abdón Porte y junto a él dos cartas. Una era para un pariente y su contenido nunca se conoció. La otra era para José María Hidalgo, el presidente del club uruguayo, el hombre que había sido esencial en el renacimiento del equipo y en el fichaje de Abdón.
Decía lo siguiente: “Querido Doctor Don José María Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mí como yo hice por ustedes: hagan por mi familia y por mi querida madre. Adiós querido amigo de la vida. Abdón Porte”. Debajo de la firma el futbolista incluyó unas palabras para Nacional: “Nacional aunque en polvo convertido / y en polvo siempre amante. / No olvidaré un instante / lo mucho que te he querido. / Adiós para siempre”. Y añadió el deseo de ser enterrado en el cementerio de La Teja junto a los hermanos Céspedes, dos de los primeros grandes ídolos que había tenido Nacional mucho antes de que Porte vistiese esa camiseta.
Entierro
La conmoción en Uruguay por la muerte de Porte fue enorme, sobre todo cuando algunos de sus compañeros comenzaron a recordar las ocasiones en las que les advirtió de que acabaría con su vida el día que no se sintiese en plenitud física para defender la camiseta de Nacional. Varios equipos se ofrecieron a jugar partidos en su homenaje y a beneficio de su familia. El padre de los hermanos Céspedes dio el visto bueno para cumplir la última voluntad del futbolista, por lo que Porte fue enterrado junto a Bolívar y Carlos, jugadores de Nacional que en la plenitud de su carrera perdieron la vida tras contraer la viruela cuando apenas tenía 23 y 25 años de edad. Eran sus únicos ídolos y Porte cumplía así el deseo de reposar para siempre junto a ellos. En el entierro uno de los dirigentes del Nacional resumió lo que había sido la vida y posiblemente la muerte de Abdón Porte: “Nacional era su ideal, lo amaba como el creyente a su fe, como el patriota a su bandera”.
En homenaje al futbolista el equipo de Montevideo le puso su nombre a una tribuna del estadio. Y en cada partido que juega Nacional aún se puede leer una pequeña pancarta en la grada, un mensaje a sus jugadores, que dice “por la sangre de Abdón”.
increible historia:bye:
El hombre que no aceptó el paso del tiempo
El uruguayo Abdón Porte fue el primer futbolista que decidió suicidarse cuando perdió la titularidad en Nacional
El suicidio esta semana del portero alemán Robert Enke ha supuesto un mazazo para toda Alemania. Su mujer, pese a lo duro del trago que estaba pasando, explicó la situación personal que vivía el futbolista. No se había recuperado de la muerte de su hija de dos años y sentía un pánico terrible al fracaso. La escalofriante decisión de Enke recuerda mucho a la que en su momento tomó un jugador uruguayo de comienzos del siglo pasado. Se llamaba Abdón Porte y fue el primer futbolista que se quitó la vida.
JUAN CARLOS ÁLVAREZ Para Abdón Porte no había en la vida nada más importante que vestir la camiseta de Nacional de Montevideo y se pegó un tiro el día que comprendió que ya no podría hacerlo. Para él la vida no tenía sentido sin aquella camiseta y cumplió la frase que desde hacía tiempo repetía en las conversaciones con sus amigos, pero que nadie se tomaba en serio: “El día que no esté en condiciones de jugar para Nacional me pego un tiro en el Parque Central” solía decir. Y así fue.
“El Indio” llegó en 1911 al Nacional después de vestir la camiseta de Colón y posteriormente del Libertad. Medio centro de corte defensivo, Porte apareció en Nacional cuando el histórico club atravesaba la primera gran crisis de su historia. Él fue una de las razones de su resurrección, de su regreso a la élite. Un año después de su contratación Nacional volvía a ganar el título de Liga y poco después encadenaría los campeonatos de 1915, 1916 y 1917. Abdón Porte se tomaba los partidos como si fuesen una guerra, su capacidad de sacrificio se convirtió en legendaria y para la hinchada de Nacional era un indiscutible ídolo. Pero Porte había comenzado a envejecer y su rendimiento empezaba a dar preocupantes síntomas. En 1918 tenía ya 37 años y el club empezaba a estudiar la posibilidad de dar entrada a nuevos jugadores con los que renovar a la imponente plantilla que había firmado los tres títulos consecutivos. Para su posición Nacional contrató a Alfredo Zibecchi y al poco tiempo los técnicos decidieron que debería ser el titular. Una decisión que Porte no sería capaz de asimilar.
El 4 de marzo de 1918 Nacional jugó contra el Charley al que derrotó por 3-1 con Abdón Porte como titular. Jugó como casi siempre. A la conclusión del encuentro los dirigentes y jugadores solían hacer un pequeño festejo en la sede del club y Porte acudió puntualmente a la cita para compartir un rato de esparcimiento con sus compañeros. De noche, sin que nadie apreciase nada extraño en su comportamiento, Porte abandonó el local y tomó un autobús en dirección al Parque Central, el campo en el que Nacional jugaba sus partidos desde que había sido inaugurado en 1911. En uno de los bolsillos llevaba dos cartas y en el otro, un revólver. El futbolista entró en el recinto, caminó hacia el círculo central y se tumbó sobre la hierba.
Sólo él sabe a qué dedicó sus pensamientos en esos instantes sobre el césped húmedo, en la parcela del terreno que gobernaba como si fuese su propia casa. La cuestión es que sacó el arma de su chaqueta y se disparó en el pecho. A la mañana siguiente un cuidador del campo encontró el cuerpo de Abdón Porte y junto a él dos cartas. Una era para un pariente y su contenido nunca se conoció. La otra era para José María Hidalgo, el presidente del club uruguayo, el hombre que había sido esencial en el renacimiento del equipo y en el fichaje de Abdón.
Decía lo siguiente: “Querido Doctor Don José María Delgado. Le pido a usted y demás compañeros de Comisión que hagan por mí como yo hice por ustedes: hagan por mi familia y por mi querida madre. Adiós querido amigo de la vida. Abdón Porte”. Debajo de la firma el futbolista incluyó unas palabras para Nacional: “Nacional aunque en polvo convertido / y en polvo siempre amante. / No olvidaré un instante / lo mucho que te he querido. / Adiós para siempre”. Y añadió el deseo de ser enterrado en el cementerio de La Teja junto a los hermanos Céspedes, dos de los primeros grandes ídolos que había tenido Nacional mucho antes de que Porte vistiese esa camiseta.
Entierro
La conmoción en Uruguay por la muerte de Porte fue enorme, sobre todo cuando algunos de sus compañeros comenzaron a recordar las ocasiones en las que les advirtió de que acabaría con su vida el día que no se sintiese en plenitud física para defender la camiseta de Nacional. Varios equipos se ofrecieron a jugar partidos en su homenaje y a beneficio de su familia. El padre de los hermanos Céspedes dio el visto bueno para cumplir la última voluntad del futbolista, por lo que Porte fue enterrado junto a Bolívar y Carlos, jugadores de Nacional que en la plenitud de su carrera perdieron la vida tras contraer la viruela cuando apenas tenía 23 y 25 años de edad. Eran sus únicos ídolos y Porte cumplía así el deseo de reposar para siempre junto a ellos. En el entierro uno de los dirigentes del Nacional resumió lo que había sido la vida y posiblemente la muerte de Abdón Porte: “Nacional era su ideal, lo amaba como el creyente a su fe, como el patriota a su bandera”.
En homenaje al futbolista el equipo de Montevideo le puso su nombre a una tribuna del estadio. Y en cada partido que juega Nacional aún se puede leer una pequeña pancarta en la grada, un mensaje a sus jugadores, que dice “por la sangre de Abdón”.
increible historia:bye: