abelin
01/09/2009, 10:51
El sumiso Pellegrini y el ideólogo Guardiola
Según nuestro afilado periodista francés, esta es la historia de las sumisiones y los principios en la que se afirma que los abismos entre el Barcelona y el Real Madrid parten de los entrenadores y los sistemas de gestión de los clubes.
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Por Poyetan Le Blanch.-
Cuando el poder y la fama se suben a la cabeza, es complicado afirmarse en principios, se pierde la autoridad, o se la vende. El Ingeniero Manuel Pellegrini está acostumbrado a ser un instrumento del poder y a acatar más que a ordenar. Es un tipo prolijo, con gusto por lo que hace, eso es cierto, ubicado, también. Precisamente de ubicado se pasa, porque calla y cede.
Se llega al punto en que Pellegrini no decide sobre la continuidad de Arjen Robben ni de Wesley Sneijder, quienes tan buenos resultados le dieron en la pretemporada. Los holandeses formaban parte de un plan de limpieza política y de ingresos para apaliar los excesivos gastos de los nuevos fichajes dentro del esquema de Don Pérez, Jorge Valdano y cía., por lo que el entrenador ya no manda sobre una plantilla digitada por la cúpula.
Se me viene a la mente algún entrenador argentino, José Omar Pastoriza, que estuvo en el Atlético de Madrid y renunció porque le querían armar el equipo. No cedió ante las pretensiones de Don Jesús Gil y Gil, y prefirió mantener su idea, sus principios. Las ideas definen a las personas, y en ellas se forja el estilo, de vida, de juego, se consolida la personalidad.
Y el Real Madrid no estuvo ajeno en la primera era galáctica de este tipo de situaciones. José Antonio Camacho no llegó siquiera a ser víctima de las ordenanzas de Don Florentino y se marchó cuando el presidente blanco le dijo que el inglés David Beckham tenía que jugar… Camacho llevaba en el banquillo tan sólo un partido, y primó su dignidad por sobre el dineral que le ofrecían por ser marioneta del poder.
Y no es casual que ahora sea el Ingeniero el que esté al frente del barco, al frente pero no al mando, claro está. Pellegrini ya había dado muestras de su obsecuencia y su capacidad de acatar las órdenes del poder en el Villarreal, con Fernando Roig el amigo de Florentino Pérez en Castellon, por ello don Manuel cuaja justo en el modelo de Don Pérez.
El modelo de Don Pérez futbolistas como máquinas genera un andamiaje en el que cada tuerca tiene que ir en su lugar, se deshumaniza el fútbol, el Real Madrid sería como un gran ordenador accionado por una cabeza.
En cambio, el modelo del Barcelona es el opuesto. El conjunto catalán no quería hacer más fichajes para esta temporada, y sin embargo, a pedido de su entrenador, el Pep Guardiola, Laporta cede y trae a Chygrynskiy. Además, para sumarle un nuevo mérito a la gestión del mandatario, en el momento en que el entrenador quiso a Robinho se lo fue a buscar, y si actualmente no esta vistiendo la camiseta blaugrana es porque el Manchester City decidió no venderlo bajo ningún punto de vista. Las decisiones del míster se respetan en el Camp Nou, y no porque tengan en el banquillo al entrenador más exitoso que jamás haya tenido el fútbol español en un solo año –recordemos que Guardiola ganó los 5 títulos que disputó- sino porque es una filosofía de trabajo y de respeto a las personas, la misma esencia con que nació el fútbol.
El fútbol no es de máquinas, es de personas, y los clubes no son empresas, son entidades sin fines de lucro, por ello tienen otras ventajas impositivas. Su misión es agrupar núcleos sociales, no ganar 100 millones de euros.
Y la misión del entrenador es la de dirigir a un equipo, ver qué le sobra y qué le falta para poder explayar sus ideas dentro de un campo de juego. Qué gasto superfluo el del Real Madrid, para qué contrataron a Pellegrini si parece que el que dirige al equipo es Florentino...
Según nuestro afilado periodista francés, esta es la historia de las sumisiones y los principios en la que se afirma que los abismos entre el Barcelona y el Real Madrid parten de los entrenadores y los sistemas de gestión de los clubes.
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Por Poyetan Le Blanch.-
Cuando el poder y la fama se suben a la cabeza, es complicado afirmarse en principios, se pierde la autoridad, o se la vende. El Ingeniero Manuel Pellegrini está acostumbrado a ser un instrumento del poder y a acatar más que a ordenar. Es un tipo prolijo, con gusto por lo que hace, eso es cierto, ubicado, también. Precisamente de ubicado se pasa, porque calla y cede.
Se llega al punto en que Pellegrini no decide sobre la continuidad de Arjen Robben ni de Wesley Sneijder, quienes tan buenos resultados le dieron en la pretemporada. Los holandeses formaban parte de un plan de limpieza política y de ingresos para apaliar los excesivos gastos de los nuevos fichajes dentro del esquema de Don Pérez, Jorge Valdano y cía., por lo que el entrenador ya no manda sobre una plantilla digitada por la cúpula.
Se me viene a la mente algún entrenador argentino, José Omar Pastoriza, que estuvo en el Atlético de Madrid y renunció porque le querían armar el equipo. No cedió ante las pretensiones de Don Jesús Gil y Gil, y prefirió mantener su idea, sus principios. Las ideas definen a las personas, y en ellas se forja el estilo, de vida, de juego, se consolida la personalidad.
Y el Real Madrid no estuvo ajeno en la primera era galáctica de este tipo de situaciones. José Antonio Camacho no llegó siquiera a ser víctima de las ordenanzas de Don Florentino y se marchó cuando el presidente blanco le dijo que el inglés David Beckham tenía que jugar… Camacho llevaba en el banquillo tan sólo un partido, y primó su dignidad por sobre el dineral que le ofrecían por ser marioneta del poder.
Y no es casual que ahora sea el Ingeniero el que esté al frente del barco, al frente pero no al mando, claro está. Pellegrini ya había dado muestras de su obsecuencia y su capacidad de acatar las órdenes del poder en el Villarreal, con Fernando Roig el amigo de Florentino Pérez en Castellon, por ello don Manuel cuaja justo en el modelo de Don Pérez.
El modelo de Don Pérez futbolistas como máquinas genera un andamiaje en el que cada tuerca tiene que ir en su lugar, se deshumaniza el fútbol, el Real Madrid sería como un gran ordenador accionado por una cabeza.
En cambio, el modelo del Barcelona es el opuesto. El conjunto catalán no quería hacer más fichajes para esta temporada, y sin embargo, a pedido de su entrenador, el Pep Guardiola, Laporta cede y trae a Chygrynskiy. Además, para sumarle un nuevo mérito a la gestión del mandatario, en el momento en que el entrenador quiso a Robinho se lo fue a buscar, y si actualmente no esta vistiendo la camiseta blaugrana es porque el Manchester City decidió no venderlo bajo ningún punto de vista. Las decisiones del míster se respetan en el Camp Nou, y no porque tengan en el banquillo al entrenador más exitoso que jamás haya tenido el fútbol español en un solo año –recordemos que Guardiola ganó los 5 títulos que disputó- sino porque es una filosofía de trabajo y de respeto a las personas, la misma esencia con que nació el fútbol.
El fútbol no es de máquinas, es de personas, y los clubes no son empresas, son entidades sin fines de lucro, por ello tienen otras ventajas impositivas. Su misión es agrupar núcleos sociales, no ganar 100 millones de euros.
Y la misión del entrenador es la de dirigir a un equipo, ver qué le sobra y qué le falta para poder explayar sus ideas dentro de un campo de juego. Qué gasto superfluo el del Real Madrid, para qué contrataron a Pellegrini si parece que el que dirige al equipo es Florentino...