Stankovic
23/06/2009, 10:25
Miquel Angel Moyà es virtualmente jugador del Valencia para las próximas cinco temporadas. El acuerdo entre el club de Mestalla y el Mallorca es total, y si no está cerrado –lo estará en el transcurso de las próximas horas– es porque queda un solo fleco pendiente: la forma de pago de esos cinco millones que han de aliviar las depauperadas arcas de la entidad mallorquinista.
El Valencia, que presenta una deuda de 547 millones de euros, pagaría dos millones al contado. La condición que ha puesto el Mallorca para cerrar la operación es que el club que preside Manuel Llorente garantice el descuento del pago aplazado por el jugador. Es decir, lo que reclama el Mallorca es disponer de los cinco millones al contado para hacer frente a sus pagos más urgentes.
El presidente del Mallorca, Mateu Alemany, se encontraba ayer fuera de la isla. Ilocalizable durante toda la jornada, unos le situaban en Valencia, cerrando el traspaso de Moyà, que se mantiene al margen de todo pasando sus vacaciones en Marrakesch; otros, incluso, en Alemania, también negociando la venta de Arango al Borussia Moenchengladbach. En cualquier caso, lo que parece claro es que tanto el de Binissalem como el venezolano no jugarán la próxima temporada en el Mallorca.
Los dirigentes valencianistas negociaban ayer con diferentes entidades bancarias para disponer de liquidez para pagar el fichaje de Moyà. Cerrada la puerta de Bancaja, que ha prestado al Valencia 240 millones de euros, el los rectores del club ché se han de buscar la vida en otra parte. Si garantizan al Mallorca que cobrará al contado los cinco millones, el Valencia podría hacer oficial hoy el fichaje del guardameta mallorquín, que el pasado mes de abril cumplió 25 años.
A diferencia de la temporada pasada, cuando el anterior propietario Vicenç Grande se negó a traspasar a Moyà por ocho millones de euros –con el consiguiente enfado del guardameta, que no se vio recompensado económicamente–, en la actual la situación ha cambiado de forma radical. Consciente Alemany de que si no aparece un comprador la única forma de subsistir es con la venta de jugadores, se ha puesto manos a la obra para conseguir dinero fresco y comenzar a dar forma a una temporada que se presenta harto complicada.
El primer contacto entre el Valencia y el Mallorca se produjo el pasado martes, en la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). En la misma, el presidente y vicepresidente del Valencia, Manuel Llorente y Javier Gómez, respectivamente, hicieron saber a Alemany su interés por Moyà. Incluso llegaron a hablar de dinero. Seis pedía el presidente mallorquinista, cuatro ofrecían los dirigentes valencianistas. Al final, como era lógico, se ha pactado la cifra de cinco millones.
En la operación no se incluye ningún jugador. Ni siquiera el nombre de David Navarro, cedido al Mallorca por el Valencia la pasada temporada, estuvo sobre la mesa. Lo que quiere Alemany es dinero, y parece que empieza a tenerlo. Reforzar la plantilla puede y debe esperar.
El Valencia, que presenta una deuda de 547 millones de euros, pagaría dos millones al contado. La condición que ha puesto el Mallorca para cerrar la operación es que el club que preside Manuel Llorente garantice el descuento del pago aplazado por el jugador. Es decir, lo que reclama el Mallorca es disponer de los cinco millones al contado para hacer frente a sus pagos más urgentes.
El presidente del Mallorca, Mateu Alemany, se encontraba ayer fuera de la isla. Ilocalizable durante toda la jornada, unos le situaban en Valencia, cerrando el traspaso de Moyà, que se mantiene al margen de todo pasando sus vacaciones en Marrakesch; otros, incluso, en Alemania, también negociando la venta de Arango al Borussia Moenchengladbach. En cualquier caso, lo que parece claro es que tanto el de Binissalem como el venezolano no jugarán la próxima temporada en el Mallorca.
Los dirigentes valencianistas negociaban ayer con diferentes entidades bancarias para disponer de liquidez para pagar el fichaje de Moyà. Cerrada la puerta de Bancaja, que ha prestado al Valencia 240 millones de euros, el los rectores del club ché se han de buscar la vida en otra parte. Si garantizan al Mallorca que cobrará al contado los cinco millones, el Valencia podría hacer oficial hoy el fichaje del guardameta mallorquín, que el pasado mes de abril cumplió 25 años.
A diferencia de la temporada pasada, cuando el anterior propietario Vicenç Grande se negó a traspasar a Moyà por ocho millones de euros –con el consiguiente enfado del guardameta, que no se vio recompensado económicamente–, en la actual la situación ha cambiado de forma radical. Consciente Alemany de que si no aparece un comprador la única forma de subsistir es con la venta de jugadores, se ha puesto manos a la obra para conseguir dinero fresco y comenzar a dar forma a una temporada que se presenta harto complicada.
El primer contacto entre el Valencia y el Mallorca se produjo el pasado martes, en la asamblea de la Liga de Fútbol Profesional (LFP). En la misma, el presidente y vicepresidente del Valencia, Manuel Llorente y Javier Gómez, respectivamente, hicieron saber a Alemany su interés por Moyà. Incluso llegaron a hablar de dinero. Seis pedía el presidente mallorquinista, cuatro ofrecían los dirigentes valencianistas. Al final, como era lógico, se ha pactado la cifra de cinco millones.
En la operación no se incluye ningún jugador. Ni siquiera el nombre de David Navarro, cedido al Mallorca por el Valencia la pasada temporada, estuvo sobre la mesa. Lo que quiere Alemany es dinero, y parece que empieza a tenerlo. Reforzar la plantilla puede y debe esperar.